El Omegaverse ¿QUEE? KTH & JJK

Aléjate.

Después de ir a el cumpleaños de Jin y dejar al terco de Hoseok en su casa era momento de  preparar lo que iba a hacer.

Tal vez llevarle la serenata qué había planeado era demasiado.

No mejor eso no.

Estaba pensando en regalarle un ramo de cien rosas rojas. O un collar de oro.

Se vería muy bonito en su delicado cuello.

Pero no tampoco eso, no quería asustarlo.

Tal vez lo mejor sería empezar tranquilo, después Jimin le diría algo como — ¡Oh, por la luna YoonGi donde estuviste todo este tiempo! – y después se lanzaría a sus brazos.

Bueno, eso en la imaginación de YoonGi.

Por lo que se durmió con una pequeña sonrisa surcando sus labios.

Al día siguiente se levantó con los primeros rayos del sol. Raro para el qué todos los días se levantaba a el mediodia. Pero todos hacemos locuras por amor.

Sabía que la academia iniciaba sus clases desde la mañana hasta pasadas las seis de la tarde así que iría a la hora de salida.

Se puso ropa limpia, la plancho y después se dio un largo baño donde se dedico a satisfacer el problema mañanero.

Después de estar perfectamente listo, se puso una loción potenciadora de aroma él estaba muy confiado de que su varonil fragancia lo haría derretirse.

Se miró en el  espejo y práctico posees y miradas para cuando viera a el omega, la seguridad abundaba en él.

Camino a la academia vio un puesto de rosas y se pregunto...

– ¿Sería demasiado si...?

– Omega, rosa

– Llevare una solo una.

Así fue como termino en la entrada de la sala de ensayos de danza contemporánea. Bien arreglado y con una rosa en su mano.

Eran las seis en punto cuando llegó. Y vio a muchos alumnos cansados y sudados salir con sus botellas de agua y maletas con ropa.

Pero su vista se fijo en un pelirosa qué estaba sentado con la cabeza baja mientras jadeaba por el cansancio. Park hechó una mirada y después de comprobar qué era el único en la sala se paró y volvió a poner la música en el equipo de sonido.

Park Jimin se puso en medio del salón adoptando una posee qué indicaba iba a comenzar a bailar. Y así lo hizo.

YoonGi lo vio atento.

Bailó y bailó de una manera delicada sus movimientos eran tan perfectos qué te envolvian, pareciera como si flotara entre la música, había una parte de la coreografía qué se le dificultaba pues al momento de saltar sobre un pie no se equilibraba y entonces caía, una y otra vez. YoonGi se preocupó caía muy fuerte, podía lastimarse pero no se atrevió a interrumpir su ensayo.

Jimin se levantaba y seguía y seguía y seguía.

YoonGi estaba tan concentrado viendo lo magnífico qué era qué ni siquiera se inmutó por la hora. Ni por el tiempo que llevaba parado.

Hasta que vio un guardia detras de él abrir la puerta donde estaba Jimin bailando.

– Jimin, ¿otra vez? son las diez de noche ya tengo que cerrar te prometo que te dejaré entrar en la mañana desde la seis  . Ve a casa ya.

Jimin asintió – Me voy en cinco.

El guardia salió y se fue del lugar.

Los nervios de YoonGi incrementaron. Se aclaró su garganta buscando llamar la atención de Park pero este ni se inmutó, y siguió en lo suyo. Sudaba mucho limpiaba su cara con una toalla y sus manos temblaban mientras guardaba sus cosa . Era obvio que estaba muy cansado después de tanto ejercicio.

– Ho-hola soy YoonGi no se si te acuerdes de mí, solo quería darte esto – tendió ante el la rosa ya un poco triste por la falta de agua.

Jimin no lo miro, estaba con la cabeza agachada mientras se ponía sus tenis.

– Debes estar cansado, t-te podría ayudar con tus cosas si quieres – sus dedos empezaron a moverse nerviosos, el omega no decía nada.

– No– fue lo único que pronunciaron sus labios.

– Tal vez te parezca extraño pero estuve viendo bailar y quiero decirte que bailas hermoso.

Jimin levanto la mirada y lo observó atento.

Una mirada qué YoonGi no supo descifrar.

– Por favor vete – claro y conciso

– Y-yo no quise incomodarte, solo es que me pareces muy lindo y quería hablarte perdón si...

– Vete.

YoonGi lo miró con tristeza y asintió, se fue caminando despacio hasta que desaparecio en la puerta.

Jimin se quedo viendo la puerta en silencio suspiro pesado agarró sus cosas y antes de irse...

Tomó la rosa del suelo.