Taehyung es un joven de 22 años que vive como una persona totalmente normal en un pequeño departamento afuera de los suburbios, aunque todo eso queda atrás después de un suceso qué cambió su vida.
¿Magia tal vez? ¿La aurora boreal? Taehyung al caer...
Eran las siete de la mañana, un día bastante soleado, al menos eso era lo que aparentaban los coloridos rayos del sol golpeado la cortina de la habitación.
Despertó algo aturtido, todo lo que había acontecido los días atrás había sido tan raro.
Tan raro...
Lo que lo llevaba a pensar que realmente debería de estar agradecido con la vida, hace apenas unas cuantas/muchas horas se encontraba deambulando en las frías calles de Busan en la oscuridad de la noche
Carraspeo tratando de acomodarse en la cama solamente mantenía su vista fija en la ventana.
– Mierda ¿y ahora que haré? – se cuestionó a si mismo mientras suspiraba pesado.
– ¿Qué harás de qué? – la voz se escuchó al otro lado de él, por lo qué Taehyung saltó de la cama al ver el rostro de Jin muy cerca sorprendiendolo. – Eres raro, me puedes decir con confianza qué es lo que te pasa. ¿Qué te aflige?
Taehyung río un poco por la muestra de interés del mayor. Así que decidió contarle algo de su historia no toda por que no quería que pensaran qué estaba loco y lo llevarán a un psiquiátrico.
–Y-yo no soy de aquí, perdí mi trabajo y no tengo familia – Deprimente, Taehyung eso fue muy deprimente.
– Entiendo, debe de ser muy difícil para ti –.
– Algo – contesta el menor tratando de quitarle peso a las cosas.
El azabache se quedo unos momentos en silencio pensado. Se veía con el ceño un poco fruncido.
– Sabés y-yo... – Jin se quedo pensando si continuar con lo que diría o no. – Yo tengo un pequeño restaurante en el centro de la ciudad– El rubio lo miro con ilusión – No es nada muy grande pero podrías ayudarme si te interesa tener un trabajo mientras consigues algo mejor. – Al final decidió si decirle el pequeño se veía tan desamparado.
– ¡Si! – casi grito ante la idea – Digo... Claro si se puede y no es alguna clase de molestia, acepto.
— No lo es, pero dime porfavor que sabes prender una estufa.
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Iban caminando hacía el restaurante, al parecer el centro de Busan no queda tan lejos de donde se encontraban por lo que solamente bastó caminar unas cuantas cuadras para llegar a su destino.
Taehyung iba observando todo a su alrededor parecía ser una población totalmente normal, si pasaba por alto los eventos anteriormente transcurridos qué lo dejaron más confundido qué las ecuaciones integrales.
– Es aquí – pararon en un mediano local qué tenía toldos afuera para la sombra con mesitas para comer de una forma tranquila.
Jin abrió la puerta y corrió las persianas, todo estaba impecable, se nota que el mayor no se va nunca hasta que todo este en orden.
– Es fácil no tienes por que estresarte– respondió Jin a sus dudas que se expresaban con su seño fruncido pues recordó un dato importante...
El jamás ha trabajado de algo que no sea fotografía.
– Yo me encargo de este local solo, pero pensándolo detenidamente si necesitaba algo de ayuda, ahora me doy cuenta que tal vez mi hermano tenía razón – suspira pensando en que le debe de dar la razón a otra persona.
Taehyung se limitó a sonreír un poco.
– Okey, lo primero que debemos de hacer es ponernos el uniforme ahí están los baños – Señala una puerta qué esta en un corredor a lado de la cocina. – Tenemos que usar redes de protección para el cabello, una gorra, cubrebocas y guantes, realmente odio la suciedad. Y a mi parecer yo quiero comer en un lugar limpio así que me pongo en el lugar de los clientes.
El rubio solamente asintió tomando el paquete de ropa que el mayor le entregaba.
– Este es un cambio qué yo tenía, espero no te quede muy grande. – Tomó una pequeña libreta que tenía en el mostrador y empezó a instruir. – Después debemos limpiar las ventanas, el mostrador, barrer, trapear, limpiar cada una de las mesas, calentar las estufas y los hornos, prever qué no falte ningún ingrediente de lo que preparamos.
Taehyung hizo nota mental de todo la información recién dada, parecía un trabajo sensillo solamente era limpiar y cocinar.
– Realmente no te conozco así que a medida que te conozca te dejara cocinar, por mientras solamente me veras preparar el menú qué tenemos es éste – tenía en menú en sus manos y antes de dejarlo en las manos del rubio lo miró a los ojos. – Estoy confiando en ti sin siquiera conocerte eso es algo que jamás en mi vida había hecho, no te conozco por lo que es totalmente extraño pero mi lobo me pide que te ayude, y yo siempre sigo mis instintos. Porfavor no me defraudes y por favor dime Hyung.
– No lo defraudare Jin Hyung. – Todo aquello le había dado calidez a su corazón pues es cierto no se conocían, y que le de esa oportunidad era realmente un milagro.
