—S-si... pude notarlo con facilidad.—respondió de manera amable.—Pero creo que es algo bueno, la mayoría de chicas que llegan a venir aquí son muy extravagantes, al menos tú eres una chica bastante sencilla, eso es muy agradable...—te dedico una pequeña sonrisa.—Ah lo siento, tengo que hacer unas cuantas cosas... me gustaría quedarme más tiempo pero me temo que no puedo.

—Claro! Espero que te vaya muy bien!—le expresaste feliz.

—Sería un placer volverte a encontrar de nuevo...—fue lo último que dijo antes de irse.

Tu rápidamente te despediste de él, observaste como se alejaba, había sido un chico muy interesante a decir verdad. Esperaste un buen rato a que el Rey Julius llegara pero nunca fue así, tal vez Marx tenía razón debiste dejarle el paquete a él. Así que te dirigiste de nuevo a la sede con tu hermano.



















. . .




















—Mmh... ya estás aquí?—te lo encontraste en la entrada, parecía que estaba esperándote...—Por que llevas en tu mano el paquete.

—Ah... el Rey Mago no se encontraba, mañana lo llevaré un poco más temprano!—le explicaste tratando de arremediar las cosas.

—Supongo que está bien...—dijo observándote cuidadosamente.—Por que tardaste tanto que estuviste haciendo?—pregunto otra vez.

—Esperándolo pero nunca apareció.

—Segura que fue eso?—te observo a los ojos, tú te sonrojaste al pensar en Marx.

—C-claro que si!—entraste rápido evitando su anterior pregunta.
















. . .
















—Bueno ya me voy!—le avisaste a tu hermano.

—Espera ahí.—dijo acercándose a ti.—Iré contigo.—Lo miraste un poco mal.

—Haz lo que tú quieras.—empezaste a caminar dejándolo atrás.

—Finral llévame con el Rey Mago.—te tomo de la cintura y te llevo por el portal que había hecho, justo en la puerta que se supone era su oficina. Era idéntica que las demás, fácilmente pudiste estar en ella sin darte cuenta.

Te quisiste deshacer de su agarre y tropezaste con alguien.
—A..ah...lo siento—dijiste observando al chico con el que habías tropezado. Notaste como sus ojos brillaron al verte, no pudiste evitar ruborizarte al verlo de nuevo, era Marx.

—______... discúlpame!—dijo extendiendo su mano avergonzado.

—No... está bien.—aceptaste su mano y sentiste una gran calidez. Era la primera vez que un chico te llamaba tanto la atención. Te levantaste con su ayuda.

—Por que rayos sabes su nombre y sigues sujetando su mano?—pregunto tu hermano un poco molesto.

Con delicadeza soltó tu mano para no tratar de empezar una discusión con Yami, nadie quería que pasara eso. Tu solo le dedicaste unos ojos de enojo a tu hermano, el no comprendía muy bien la situación. Pero después de unos segundo el Rey salió a verlos.

—Ah! Hola pequeña ______!—dijo acariciando tu cabeza, tu cerraste tus ojos al tacto. Tenía tiempo que no lo veías.

—Usted ya conocía a ______!?—preguntó Marx curioso.

—Por que estás tan interesando cabeza de hongo.—Yami lo miro bastante mal, así que Julius trato de calmarlo.

—Ah así es Marx, hace tiempo los conocí a ellos dos, siempre estaban juntos solo que ahora ya creció bastante.... sería interesante ver tu magia, podrías mostrármela!—notaste como los ojos del Rey sacaban destellos.

—Toma aquí está lo que te dije.—Yami le colocó el sobre contra su pecho.

—Ah es verdad, quería hablarte acerca de ello.—dijo para entrar a su oficina.—Luego podrás mostrarme tu magia!—dijo antes de llevarse a tu hermano.

—Espera, no puedo dejarla con ese tipo parece muy sospechoso.—notaste como Marx se tensaba a la mirada fría con la que lo recorrió tu hermano.

—Vamos no seas así, estará bien.—aunque no quiso término cerrando la puerta dejándolos a ustedes dos.

—Vaya no se quien es peor si el Rey Mago o Yami.—dijiste divertida a lo que él también asintió.—Bueno supongo que debo irme...—dijiste observándolo.

—Ah... está bien.—dijo mirando como empezaste a caminar.—E-espera!—pronunció algo nervioso.—Crees que podrías venir de nuevo mañana?—pregunto apretando sus manos.

—Claro!—dijiste avergonzada.—Mañana te veo!

—De acuerdo... estaré esperándote...





















.

Black Clover [One Shots].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora