Capítulo 12

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Capítulo 12

Punto de vista de Draco Malfoy

El día siguiente, Evelyn no fue a clase de Pociones. Pensé que lo sucedido habría hecho la situación un tanto menos incómoda, pero seguía habiendo un inconfortable silencio en nuestra mesa. Me había sentado en el asiento que cruzaba al de Zabini, mirando a su magullada cara y pensando cómo de bien me había sentido con tan solo darle un golpe sobre su labio. Goyle estaba sentado incómodamente entre medio de nosotros, intentando prestar atención a lo que Snape estaba diciendo al frente de la clase.

Me incliné más cerca, apoyándome sobre mis codos mientras miraba el asiento vacío de Evelyn y me preguntaba dónde estaría. No había estado en la sala común cuando me obligué a mí mismo a salir de la cama diez minutos tarde, y tampoco había estado durante el desayuno. Introduje la punta de mi pluma entre mis dientes y me pregunté una vez más si aún estaría en su dormitorio.

Me sacudí a mí mismo ligeramente cuando me di cuenta en que estaba pensando, recordándome a mí mismo que ella no me importaba. Y no lo hacía.

La clase de pociones pasó mucho más lenta de lo normal, la clase entera estaba en silencio por primera vez ya que nuestra mesa no estaba hablando. Zabini y yo aún no nos habíamos dirigido la palabra después de haberle pegado, y se iba a quedar de esa manera durante un tiempo demasiado largo ya que yo no tenía nada que decir sobre eso. Todavía estando sentado en la mesa mientras Snape arrastraba las notas en el frente de la clase, sentí un calor en mi estómago cuando pensé en lo que Zabini casi había hecho la noche anterior.

Finalmente, el timbre sonó, siendo capaz de levantarme de mi silla, ya que no podía estar mucho más tiempo sentado en aquel lugar. Perezosamente recogí mis cosas, solo mirando ligeramente hacia arriba cuando Zabini abandonó la clase solo. Metiendo mis libros debajo de mi brazo, asentí hacia Goyle y nos dirigimos para la clase de Transfiguraciones.

Me pasé lo que quedaba de día de la misma manera, yendo a las clases inactivamente sin prestar mucha atención a las explicaciones, y estaba tan casando que acabé saltándome las dos últimas clases. Me dirigí de vuelta a la sala común pesadamente después de una inútil hora de Adivinación, queriendo solamente volver a la cama. No había dormido mucho después de lo que había pasado con Zabini, así que todo lo que quería era tirarme en la cama y dormir a causa del increíble dolor de cabeza que tenía.

Agradecí que el dormitorio estuviera vacío cuando subí las escaleras. Tiré los libros sobre la mesita de noche con agradecimiento y desabroché mi camiseta, sacándome desordenadamente ésta sobre mis espaldas y perezosamente tirándola junto a mis cosas para finalmente meterme dentro de la cama y permitiéndome soltar un cansado suspiro.

Solo me tomó unos cuantos segundos para caer dormido, y estaba tan cansado de estar molesto conmigo mismo que mi último pensamiento fue por qué Eve no había ido a ninguna de sus clases durante el día.

*

Me levanté sobre las tres de la mañana en un fresco sudor, completamente despierto con todas mis sábanas enroscadas a mí alrededor.

Estuve tumbado allí en la oscuridad por un largo rato, respirando pesadamente y parpadeando para alejar toda el agua de mis ojos. No podía recordar el sueño que estaba teniendo, pero mis manos estaban temblando terriblemente y ante este gesto supe que había sido bastante malo. Después de un largo minuto, mi corazón finalmente empezó a disminuir la velocidad de los latidos a la normal y ya era capaz de sentarme en la cama.

Crabbe, Goyle y Zabini estaban durmiendo pesadamente, así que exhalé silenciosamente y froté mis ojos fuertemente. No había ninguna manera de que pudiera volver a conciliar el sueño si me iba a dormir ahora.

Little BirdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora