Capítulo 33

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Capítulo 33

Punto de vista de Evelyn Hawkings

No estaba segura de cuánto rato estuvimos de esa manera, Draco sentado contra la mesita de noche y sus brazos a mi alrededor con mi cuerpo desplomado a medio camino de su regazo; pero era lo suficiente largo para que finalmente parara de llorar. La habitación de mi tía estaba completamente en silencio ahora, llena por solo una silenciosa respiración, y el aire era casi el sonar de las secuelas de mi alto sollozo. Los rayos de sol entraban a través de las ventanas de nuestro alrededor y daba una vaga luz a la habitación, pero irse a dormir era la última cosa en mi mente en aquel momento.

Draco estaba sosteniéndome cerca de su pecho, y tenía una mano vagamente colgada sobre su hombro para mantenerme a mí misma alejada de deslizarme hacia el suelo. Estaba mirando a la nada, mi mirada en blanco fijada en las perillas de la mesita de noche detrás del hombro de Draco mientras solamente me centraba en respirar para dentro y para fuera. Estaba preocupada de que, si trataba de decir algo para romper el silencio, mi voz no funcionara correctamente y Draco no fuera capaz de entenderme.

Finalmente, fijé mi mirada en los ojos de Draco, viendo que había estado mirando al frente, pero inhaló levemente y me miró como si me hubiera sentido mirándolo. Sus ojos estaban rojos y un poco hinchados, y sabía que los míos estaban probablemente mucho peor. Ninguno de los dos dijo nada por un largo rato, pero finalmente no pude evitar que me levantara levemente y rodeara mis brazos alrededor de su cuello. Draco se movió conmigo, poniéndome cerca de él mientras me sentaba con cada pierna escondida en un lado suyo.

Me sostuvo contra él, mi cabeza quemando en su hombro ante el brillante sol de la tarde atravesando por los cristales de la ventana hacia nosotros. Después de un momento, él susurró en una voz apagada a causa de mi pelo: ─¿Estás bien?

Mi voz crujió mientras mentía: ─Sí. Estoy bien.

─¿Sí?

─¿Sí?

Draco besó el borde de mi cabeza entonces, presionando sus labios fuertemente contra mi pelo por un momento más largo de lo necesario; casi como si él supiera que estaba mintiendo. Cuando se alejó y giré mi cabeza levemente para mirarlo, me preguntó silenciosamente: ─¿Quieres levantarte?

Asentí en vez de decir algo, porque sabía que mi voz no funcionaría correctamente de nuevo. Draco cuidadosamente me ayudó a pararme, pero mi cabeza aún daba vueltas cuando nos levantamos tan rápidamente y él me sostuvo derecha. Cuando finalmente fui capaz de pararme por mi misma, Draco me miró seriamente y me dijo: ─Deberíamos salir de aquí.

─Vale ─respondí en una pequeña voz que era apenas poco más que un susurro─ ¿Puedo coger alguna ropa primero? Y, ya sabes... mi cepillo de dientes.

─Bien ─Draco dijo rápidamente, empezando a dirigirme fuera de la habitación de prisa como si estuviera triste consigo mismo por no haber pensado en ello antes.

─Es la segunda puerta a la izquierda─ le dije, des de qué estaba sosteniendo mi mano fuertemente y casi rehusando a dejarme caminar delante de él. Me guio el camino hacia mi habitación, abriendo la puerta y colocándome suavemente en el interior después de él.

Soltó mi mano y miró alrededor mientras me movía hacia el armario, tomando una mirada rápida de mi habitación por primera vez. Solamente había cogido una mochila y girado levemente mi cabeza cuando vi que Draco había cogido un trozo de papel de mi cama y estaba furiosamente arrugándola hasta convertirla en una bola.

─¿Qué era eso? ─pregunté categóricamente mientras la tiraba enfadadamente a la papelera. Cuando me miró, vi que su mandíbula estaba apretada.

Little BirdWhere stories live. Discover now