Capítulo 51

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Punto de vista de Draco Malfoy

Dos noches antes de primeros de setiembre, Eve empezó a recoger sus cosas y yo intentaba ayudarla, pero rápidamente empezó a ser obvio que no era mucha ayuda.

Casi había roto una de sus camisas sacándola del armario, y algunos de sus collares se habían retorcido en un gran nudo; ninguno fue capaz de arreglarlo sin usar magia. Cuando fui a mover un pequeño manojo de ropa a la maleta, la montaña de su ropa interior cayó al suelo, y Eve gritó mientras intentaba esconderlo.

─Cierra los ojos, cierra los ojos ─dijo rápidamente, trepando para cogerlos y guardarlos en su maleta sin que los viera─ No mires...

─¿Por qué no? ─sonreí, pero automáticamente giré mi mirada hacia el techo. Descaradamente, le dije─ No es como si no lo haya visto antes.

─Voy a matarte ─Eve espetó de broma, finalmente guardando el último par y parándose de pie. Sacudió su cabeza mientras agarraba la ropa que tenía en las manos, rodando sus ojos y diciendo─ Eres un dolor en el culo haciendo maletas, ¿alguna vez te lo habían dicho?

Pretendí pensar en ello por un segundo, parado al lado de la puerta mientras ella volvía a doblar las cosas.

─No, eres la primera. De hecho, también eres la única persona que conozco que dobla todo antes de guardarlo.

─¿Qué? No puedo simplemente meterlo todo así, se arrugará.

Reí y ella me miró juguetonamente a través de la cama, cruzando mis brazos mientras continuaba doblando sus camisas cuidadosamente. La luz del atardecer se desvanecía del cielo, así que le dije después de un momento: ─Iré abajo a preparar la cena, ¿vale? Probablemente debería irme antes de que te arruine algo más.

Eve seguía sonriendo mientras decía: ─Vale. Avísame si necesitas ayuda; sé cómo eres en la cocina.

Agarré mi pecho mientras empezaba a dirigirme a la puerta, incapaz de ocultar mi sonrisa mientras decía: ─Eso duele, Eve, realmente lo hace. Estaré de vuelta en un rato cuando esté lista.

Pero cuando cerré la puerta de la habitación de invitados detrás de mí, no fui a la cocina. Me dirigí directamente a mi habitación, porque necesitaba enviar una carta a alguien, y no quería que Eve lo supiera. Escasamente había abandonado su lado des de que se había encontrado con su tía la semana pasada, así que quería que esta primera oportunidad que tenía de escabullirme y escribir la carta que había estado planeando por hacer des de hacía ya semanas.

Necesitaba escribiré a Flint sobre cuidar a Eve en el colegio este año.

Cerrando la puerta de la habitación detrás de mí, crucé la habitación y revolví mi desordenado escritorio en busca de un trozo de pergamino y una pluma decente. El vaso de tinta estaba casi vacío, así que tuve, prácticamente, que raspar el fondo con la punta de la pluma para tener suficiente. Garabateé la carta lo más rápido que pude, sabiendo que no tenía mucho tiempo. No quería que Eve supiera lo que estaba haciendo.

La hice breve, pero era difícil evitar el casi tono desesperado de mis palabras; necesitaba que Flint me dijera que vigilaría a Eve este año, especialmente con Zabini y los Carrow. Escribí que no iba a volver al colegio aquel año y que lo necesitaba para mantener un ojo en Eve ya que yo no sería capaz de hacerlo, pidiéndole que se asegurara de que nada malo le pasara de mi parte. Mientras envolvía la carta después de apenas echarle una ojeada de nuevo, me pregunté si me culparía por quedarme en casa mientras Eve volvía de nuevo a Hogwarts.

Nunca sabría lo mucho que había luchado por cambiarlo.

Me senté en el borde de mi cama mientras la negra y comuna lechuza desaparecía en el cielo, la oscuridad creciendo a mí alrededor mientras esperaba una respuesta. Flint no vivía muy lejos de la mansión, así que estaba esperando que escribiera de vuelta lo más pronto que pudiera. La última cosa que quería que Eve hiciera, era bajar, preguntándose qué me estaba tomando tanto rato, y descubrir que le había mentido.

Little BirdWhere stories live. Discover now