Capítulo 1

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Punto de vista de Evelyn Hawkings.

─ ¿Tienes todo lo que necesitas, cariño? Necesitamos ir tirando, el tren sale pronto...

─Sí, sí, estoy bajando ─resoplé, tropezando al bajar las escaleras y llevando mi maleta detrás de mí. Mi tía estaba esperando en el pie de ellas, sosteniendo en su mano las llaves del coche muggle y mirando ansiosamente en mi dirección.

Cuando finalmente llegué al pie de las escaleras, mi tía me arrebató la maleta de las manos y empezó a llevarla hacia la puerta, diciendo frenéticamente sobre sus espaldas:

─Date prisa, no podemos llegar tarde. Es tu primer día... Oh dios, ¿qué si perdemos el tren?

─Cálmate ─la interrumpí relajadamente, rodando mis ojos e intentando no dejar salir la frustración que tenía en mi interior. Mi tía se comportaba de esa forma casi cada año, pero estaba más nerviosa de lo normal porque empezaba en una nueva escuela. Honestamente, si alguien tuviera que estar comportándose así, tendría que ser yo.

Hicimos el camino hacia el coche, y nos tomó la fuerza de ambas para meter la maleta en el maletero del coche. Escalé hacia el asiento de copiloto, y mi tía empezó a conducir, nombrando un laberinto de cosas que necesitaría saber sobre Hogwarts. Miré cautelosamente hacia ella mientras continuaba hablando sobre las clases que iba a atender en aquel quinto año. Ya sabía todo aquello; y es que, por mala suerte, ya me lo había explicado múltiples veces durante el verano.

─Y recuerda, Evelyn, vas a ser sorteada en una casa porque es tu primer año en Hogwarts ─me explicó mi tía, repitiéndome las mismas palabras que me había dicho una semana antes─ Probablemente serás la única persona que será sorteada que no sea de primer año, como deberías saber. Estarás en Gryffindor, obviamente, entonces...

─No lo sabes ─dije cuidadosamente, y eso hizo que finalmente mi tía callara y mirara en mi dirección.

Mantuve mi mirada hacia el exterior de la ventana, así no era capaz de ver mi expresión mientras decía lentamente:

─Cariño, sé que estás preocupada por si te ponen en Slytherin. Pero eso no va a pasar; tu tío y yo fuimos los dos a Gryffindor, y tus padres ni siquiera fueron a Hogwarts cuando fueron jóvenes. No hay manera de que te pongan en Slytherin.

Lo que yo quería decir era: "Pero, ¿cómo estás segura? Mis padres ambos eran mortífagos... Obviamente voy a estar en Slytherin. Tengo mala sangre". Pero en vez de eso, lo que dije fue:

─Sí, espero que tengas razón.

Lo que quedaba de camino en coche hacia la estación de King Cross se pasó en completo silencio. Yo realmente lo agradecía, ya que mi tía a veces podía hacerme pasar un rato abrumador. Ella era genial y congeniábamos muy bien en nuestro pequeño piso en Londres... pero podía ser definitivamente pesada a veces.

Cuando finalmente hicimos nuestro camino entre la plataforma 9 y la 10, empecé a ponerme realmente nerviosa. ¿Con quién iba a sentarme en el tren? No conocía a nadie aquí, y había dejado todos mis amigos atrás en Beaubaxtons. ¿Qué si todos me odiaban en el nuevo colegio?

Mientras arrastrábamos mi maleta por la pared de ladrillos donde estaba colocada la Plataforma 9 ¾, me obligué a dejar de ponerme paranoica. Había hecho amigos la primera vez que había ido a Beaubaxtons, ¿verdad? Y, además, nadie sabía quién verdaderamente era. Nadie sabía que mis padres fueron mortífagos cuando estaban vivos; entonces, para ellos, era una persona completamente normal.

Me repetí eso a mí misma mientras mi tía y yo atravesábamos la pared de ladrillos que daba al interior de la plataforma; me repetía a mí misma que era normal. Eres normal, Eve. Lo eres.

Little BirdWhere stories live. Discover now