Capítulo Final

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JungKook instantáneamente tapó su boca cuándo vió entrar a JieUn al lado de su padre en un vestido blanco al jardín. Este iba decorado con pequeñas flores en los hombros, y caía sobre sus pies como también en la alfombra roja que recorría todo el lugar.

San al verla, sintió como miles de mariposas lo atacaban haciéndolo sonreír inconcientemente. Ambos conectaron miradas y sonrieron, el clima era extremadamente agrandable. Habían pajaritos cantando y las flores en plena primavera, eran hermosas.

El lugar parecía un paraíso. TaeHyung besó la mejilla de JungKook y ambos recordaron por unos momento su boda, era completamente distinta pero tenía su belleza. Todos guardaron su respiración en la sala, cuando JieUn llegó frente a San.

Mantuvieron su mirada y todos pudieron apreciar el sonrojo en las mejillas de los dos. JunMyeon le guiñó un ojo a EunBi desde ahí, mientras la castaña sostenía en brazos a SunHee con una pequeña sonrisa.

JieUn sacó el velo que tenía frente a sus ojos y San tapó su boca instantáneamente al ver lo hermosa que se veía. Sus ojos oscuros se veían brillosos, y su maquillaje natural la hacía ver preciosa.

Todos miraron emocionados mientras JunMyeon comenzaba a recitar el escrito. Hasta que todos suspiraron a la misma vez cuando la pregunta del millón llegó a sus oídos.

—Choi San. ¿Acepta a Lee JieUn como su esposa para, acompañarla en la enfermedad, en la salud, en el bien y en el mal?

San miró el brillo en los ojos de la castaña y supo que estaba con la persona que realmente amaba. Supo en ese momento, que no se repetiría, supo que ella siempre fue la indicada. Estaba seguro de que ella, era su alma gemela y lo sería por siempre. Y haría que eso perdurara hasta que sean ancianos.

—Sí. Acepto.

JunMyeon alzó su puño asintiendo, mientras festejaba internamente y todos rieron en el pequeño jardín. JungKook apoyó su cabeza en el hombro de TaeHyung, y HeeYoon miraba a todos sin entender nada.

—Lee JieUn. ¿Usted acepta a Choi San como su esposo para, acompañarlo en la enfermedad, en la salud, en el bien y en el mal?

JieUn sintió sus ojos nublarse de lágrimas y sintió tanta felicidad en su pecho, que soltó una carcajada. Haciéndole decir "aw" a todos sus amigos.

—Si. Acepto.

—A continuación, sus votos de amor.

San lentamente quitó de su bolsillo un pequeño papelito, JieUn soltó una carcajada al ver lo maltratado en el que estaba este. El castaño sonrió mirándola y aguantó sus ganas de apretujarle una mejilla.

"Supongo, que cuando te conocí pensé que te convertirías en alguien pasajero. Qué viviría sin encontrar mí camino, que seguiría rondando en un gran laberinto sin escapatoria. Pero pronto, tus hábitos, tu forma de ser me hicieron pensar que un regalo me cayó del cielo y ese fuiste tu. Pasamos cosas duras, tuvimos nuestros momentos de inseguridad pero sin embargo, quise que estuvieras ahí siempre para mí. No quería alejarte, ni tampoco lo haría ahora. Eres mí otra mitad, la mitad que siempre busqué y busqué. Amo cualquier cosa que hagas, amo que sonrías, amo que hagas tus pucheros cuando te quejas, amo como caminas, amo tus lunares, amo cada parte de ti, y podría decirlo todos los días porque ganas no me faltan. Porque eres tú y eso amo."

—Oh, mierda.— susurró EunBi y limpió una lágrima.— Eso fue hermoso.

JieUn tenía la máscara de pestaña corrida pero aún así JunMyeon le entregó su voto de amor. Era pequeño, pero decía tanto que temía derrumbarse de la felicidad ahí.

"¿Recuerdas cuando huí en el día de San Valentín? Ese día me dí cuenta lo enamorada que estaba de ti. Ese día me dí cuenta que me habías cambiado, tenía muchas ganas de llorar y abrazarte. Pero no podía verlo claramente. Te amo, Choi San. Te amo y te amaré demasiado siempre, y jamás dejaré de hacerlo. Porque no solo nos unen estos anillos próximamente, nos une un hilo rojo y eso supera todo lo que está en este mundo. Eres mí alma gemela y agradezco demasiado que te hayas cruzado en mí camino, eres la persona más amorosa, más dulce que he conocido. Y aunque esto suene muy empalagoso, podría decírtelo mil y una veces. Podría despertarte repitiendo mis votos, podría decirte lo mucho que te amo a cada hora del día. Y no me cansaría, porque cuando supe que estábamos destinados, tuve que afrontarlo. Porque no podía creer al ángel a quien estaba destinada."

Todos suspiraron y a continuación, apareció JiHyun luego de mucho tiempo en brazos de su pequeña hija recién nacida. Sonrió a todos los presentes y entregó los anillos a los comprometidos.

Ambos colocaron sus anillos en su dedo anular y se miraron a los ojos con una sonrisa. JungKook sorbió su nariz y TaeHyung lo llenó de besos en la mejillas.

—Si hay alguien que se oponga... oh quién se va a oponer, estos dos están predestinados de nacimiento.— dijo JunMyeon y todos en la salas estallaron de carcajadas.— Declaro a estos dos acaramelados, marido y mujer. Puede besar a su esposa.

Todos silbaron, gritaron alagos a la pareja recién de recién casados mientras unían sus labios lentamente. San la besó miles de veces en el rostro y luego la miró a los ojos.

—Prometo hacerte feliz.

—No prometas algo que siempre hiciste, cariño.— respondió JieUn y San la alzó en sus brazos caminando sobre la alfombra mientras les eran lanzados pétalos blancos y rojos. JieUn en el camino quitó uno de dentro de su boca fulminando con la mirada a EunBi y esta soltó una carcajada pidiendo disculpas.

—¿Ya vamos a comer pastel?— preguntó HeeYoon y JungKook soltó una carcajada con TaeHyung.





JieUn sostuvo su ramo de rosas blancas y miró a todos detrás suyo.

—¡¿Preparados?!

Al ver qué todos gritaban un si esta asintió lanzando hacía atrás el ramo de flores y hubo un silencio mientras todos buscaban a quién le caía el ramo.

Entonces de la multitud salió EunBi diciendo haciendo estallar de carcajadas a todos.

—¡A mí hija aún no!— la castaña pateó lejos como una futbolista profesional y sonrió.— Así está mejor.

JungKook tragó saliva y la curiosidad inundó su pecho mirando la mano de HeeYoon por un momento. Sus ojos se entecerraron y cuando vió un hilo rojo que iba de su dedo hacia el dedo de la pequeña SunHee pensó.


—"Oh! cielo santo abuela, sálvame de lo que acabo de descubrir".

Fin












































































¡Holass!

Sinceramente una bilogía a la cuál no le tenía fé, pero que después me dí cuenta que lo que estaba escribiendo era una joya, un diamante en bruto y sonreí internamente. ;)

Espero que les haya gustado leer esta bilogía. Nos leemos en el epílogo.

Se los ama mucho. xoxo

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now