Capítulo 12

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Otro día sentado en la oficina.

Sus ojos cansados miraron los papeles del caso que ahora debía manejar, pero al momento de pestañear sus ojos se cerraron completamente. Claro, hasta que escuchó como la puerta de su consultorio se abría.

—Perdón señor abogado, ya es hora del almuerzo.— dijo una de las secretarias llamada ChaeWon desde el marco de la puerta.— ¿Quiere que le traigamos algo?

—No se preocupen.— dijo TaeHyung refregandose los ojos.— De todas formas, gracias. Tengan una buena comida.

ChaeWon hizo una pequeña reverencia y salió del marco de la puerta cerrando esta al mismo tiempo. TaeHyung dejó los papeles sobre la mesa y estiró sus músculos un poco intentando calmar aunque sea un poco el dolor de los mismos.

Una vez que todos salieron él tomó su maletín dispuesto a ir a comer, su vista se fijó por un momento en la nueva abogada que se había integrado. Estaba acomodando unos post it detrás de su computadora, en perfecto orden. Con dos centímetros de distancia entre ellos. TaeHyung no se había dado cuenta de que sus ojos se habían entrecerrados al ver lo prolija que era esa abogada.

Tampoco se había dado cuenta de que la estaba mirando.

—¿Se le ofrece algo?— preguntó en el marco de la puerta. Y TaeHyung carraspeó negando.— Me pareció verlo mirando mí oficina.

—Me llamó la atención la manera en la que acomodaba sus post it.— dijo TaeHyung y le apuntó los mismos detrás de la computadora.— Perdón si interrumpí su trabajo, adiós.— dijo el rubio y acomodó su corbata para luego agarrar firmemente su maletín y salir por la puerta.

¿Quedó como un entrometido? Seguramente que sí.

Entró a su auto y condujo hasta el restaurante de comida rápida más cercana. Miró al interior y al ver este  con pocas personas, decidió entrar porque le gustaba la poca aglomeración. Hizo una orden y se sentó frente a esta en una de las mesas más lejanas, miró su móvil y al ver qué no tenía ninguna llamada miró hacía afuera solitario y comenzó a comer su hamburguesa con doble carne.

Abrió su maletín sacando su periódico entre muchas comillas porque en realidad eran las dos primeras páginas, había decidido dividir un grimorio al azar con EunBi y buscar la solución al problema de JungKook. Miró atentamente las páginas del grimorio mientras sentía como el tomate de la hamburguesa comenzaba a deslizarse fuera de su comida. Entonces cuando sintió una presencia frente a él, cerró rápidamente el periódico encontrándose con la figura de JunMyeon frunciendo el ceño confundido.

—Oh eres tu.

—Si. Soy yo.— respondió JunMyeon y miró a todos lados.— ¿Qué haces comiendo solo y sin tus compañeros? ¿Ya enloquesiste?

—Espero que no.— respondió TaeHyung.— Últimamente no como con mis compañeros y seguro ya me sacarán del grupo de KakaoTalk que tenemos por inactivo, esto de JungKook me tiene todo el tiempo consumido. Pero es lo más importante, JungKook es importante para mí y necesitamos sacarlo de allí.

—¿Las almas allí arriba tendrán hambre?— preguntó JunMyeon y TaeHyung quedó igual de pensativo que el mayor.— ¿Tú que crees?

—Bueno. Son almas, no pueden morir otra vez.— respondió TaeHyung rascando su mentón pensativo.— ¿Y si JungKook tiene hambre y nos está dando una señal de que está hambriento?— preguntó TaeHyung rápidamente y JunMyeon se encogió de hombros.— No creo, y si lo está... bueno, no lo sé. ¿Habrá delivery al otro plano?

JunMyeon se quedó serio y TaeHyung rió avergonzado de su pregunta.

—Termina la comida y ve a casa, HeeYoon te extraña.— concluyó JunMyeon y TaeHyung apretó sus labios algo triste.

—Olvidé que debo recoger unos papeles en el estudio, iré luego de eso.— respondió TaeHyung y JunMyeon se despidió asintiendo.









TaeHyung subió al ascensor y se dirigió hasta el estudio de abogados que estaba en el cuarto piso. Abrió la puerta de este y cuando entró sintió un sonido muy fuerte, el rubio se paralizó en la entrada y miró el escobillón que estaba al lado de esta.

Lo tomó suavemente y caminando sigilosamente esperó llegar a escuchar el mismo ruido. Entonces cuando lo sintió nuevamente, luego de dar un brinco supo que venía del cuarto de impresión. En dónde todos solían hacer copias, escaneo, etc.

Entrecerró sus ojos se apoyó al lado de la puerta mientras sus manos temblaban del pánico. Él no solía tener miedo a las almas, vamos, él fue una en sus tiempos pero ahora que estaba esto de que JungKook estaba estancado. Temía de todo, hasta de su propia sombra.

Se escuchó otro ruido y TaeHyung pateó la puerta. Encontrándose con la misma abogada pateando la impresora con expresión de confusión. Esta al percatarse de TaeHyung enarcó una ceja y el rubio tragó saliva mirando al suelo dejando el escobillón a un lado de la puerta.

—Habiendo tantas maneras de abrir una puerta...— murmuró la castaña y TaeHyung soltó una tonta carcajada.— ¿Se le ofrece algo?

—Lo mismo me pregunto.— respondió TaeHyung mirando la impresora.— Le estaba dando de patadones a la impresora que compramos entre todos aquí.

La castaña relamió sus labios e hizo una pequeña reverencia.

—¿De que año es está impresora? ¿Del paleolítico?— preguntó la castaña y TaeHyung frunció el ceño.

—En el paleolítico...

—Usted sigame la corriente, no sea tan políticamente correcto.— respondió y TaeHyung tragó saliva.— Creo que deben comprar otra nueva, es una porquería.

—Lo sé.— respondió TaeHyung palmeando suavemente la impresora.— Todos lo haremos, está vieja amiga necesita un reemplazo. Cómo sea, solo vine a investigar que era ese ruido. Hasta luego, abogada...

—No le interesa mí nombre, créame.— respondió cortante y TaeHyung apretó sus labios saliendo.

—Qué carácter.— susurró el mayor y tomó los papeles que necesitaba para luego meterse nuevamente en el ascensor y conducir en dirección hacía su casa.

Colocó su audífono cuando escuchó una llamada y contestó.

¿Qué ocurre EunBi?

Ven a casa ya, tienes que ver esto.

Entonces TaeHyung al instante aceleró esperando que era una noticia que le alegraría el día. Al momento de ver qué estaba cerca de esta sonrió ansioso y salió de su coche no sin antes ponerle seguro y alarma.

Entró a su casa y gritó el nombre de EunBi, cuando esta le contestó se dirigió hacía la cocina y la castaña le señaló los imanes del alfabeto que habían comprado hace poco.

Entonces juntos los miraron y soltaron un jadeo de sorpresa.

















































¡Holass!

Se quedan con la intriga hasta mañana, lo siento. xd

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy gracias por leerme.

Se despide Cami. xoxo

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora