Capítulo 57

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Todos se miraron en el living y JungKook hizo una línea con un cúter en la palma. Un quejido salió de sus labios y JieUn fue la siguiente en hacerlo.

—¿Van a tardar mucho?— preguntó TaeHyung alzando en sus brazos a HeeYoon.— Recuerden que la última vez...

—TaeHyung...— comenzó a decir JungKook y le sonrió exhausto.— Iré a hablar con NaeUn y visitaré a todos allí. Y luego, volveremos. Así que no se preocupen, estarémos pronto de nuevo en este plano.

JieUn sonrió adolorida y cerró sus pequeñas palmas de las manos cerrando los ojos. Al igual que JungKook, que al entrar el plano blanco, ambos abrieron la puerta encontrándose con la familiar energía de todas las almas de allí.

JieUn fue en busca de su madre y JungKook fue en busca de sus familiares, como también a los padres de TaeHyung.

—¿Cómo han estado?— preguntó JungKook y alzó la mano mostrándoles el hilo rojo, su único hilo rojo.— Volví a mí trabajo, TaeHyung al suyo y HeeYoon está próximo a entrar a la primaria. Estamos bien.

—Me alegra saber que por fin hay paz en aquella casa.— dijo EunJin acariciando el hombro del castaño.— ¿TaeHyung puede dormir bien ahora?

—Es un tronco.— respondió JungKook y soltó una carcajada mirando a su abuela.— ¿Qué pasa, abuela?

—Nada, mí niño.— respondió esta y suspiró apretujandole una mejilla.— Me alegra que nadie está sufriendo, y por cierto, ha pasado mucho tiempo desde que ningún divagante entró aquí. Al parecer, los filtros se cerraron.

—¿Se cerraron?— preguntó confundido el castaño y su abuela asintió mirando a los demás.

—Si, nadie de aquí puede entrar o salir. Los filtros se quedan dónde están, pero aún no entiendo porqué exactamente.— respondió la abuela de JungKook y este al divisar a NaeUn, se despidió de sus familiares.

Este corrió a abrazarla y cerró sus ojos.

—Nunca te lo agradecí, pero realmente, NaeUn. Gracias, gracias.— susurró JungKook y NaeUn soltó una carcajada separándose del castaño.

—Yo debería agradecerte, hiciste que mí hilo regresara.— dijo la castaña enseñándole su hilo rojo.— Volvimos a darnos una nueva oportunidad y ahora, estoy seguro de que haré las cosas bien. Creo que me merezco una última oportunidad, JungKook.

—Nadie es perfecto, NaeUn.— dijo JungKook y ambos se sentaron en un banco blanco de allí.— Tuve momentos en dónde quería tirar la toalla otra vez, aprendí mucho cuando quedé en aquella cama, cuando vi como TaeHyung suplicaba querer ayudarme y yo temía arriegarlo. Pero, NaeUn, TaeHyung siempre fue la pieza clave en mí vida. Él estaba dispuesto a salvarme, solo que yo estaba cargado por el miedo.

NaeUn asintió y respondió.

—Cuando llega tu alma gemela, significa que tendrás que llorar, sonreír, reír, y hasta chillar de la impotencia.— JungKook soltó una carcajada.— Hice mal en un pasado, y quiero tanto volver atrás para cambiar las cosas. Pero por suerte, me ayudaste a regenerar el hilo. JungKook, sinceramente estoy endeudada contigo.

—En realidad yo soy el endeudado contigo, porque descubrí cosas que no sabía. Descubrí que no debía quedarme con los brazos cruzados, y esperar que todo pase de casualidad. Y también debo ser cuidadoso con lo que dejo caer.— dijo y al final rió, rió con tranquilidad, sin ninguna angustia. JungKook estaba disfrutando de la paz, estaba finalmente en paz.

𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora