Capítulo 30

1.7K 326 198
                                    


















—¿Por qué estás diciéndome esto?— preguntó JungKook y apretó su mandíbula nervioso.— ¿Con que intensión lo dices, San?

—No vengo a pedirte que te quedes a mí lado, porque es demasiado tarde y además de un rechazo tuyo me ganaré un puñetazo de parte de TaeHyung.— comenzó a decir San y retrocedió dos pasos para no incomodarlo.— Tampoco quiero perturbar tu matrimonio con TaeHyung, ustedes realmente se aman y yo no me meteré en terreno desconocido. Solo quiero quitar este tapón que siento en el pecho desde que vine, porque realmente no vine porque terminé con mí novia como te conté.

JungKook tragó saliva.

—¿Entonces?

—Vine porque yo terminé con ella, porque después de años me dí cuenta que no te podía quitar de mí cabeza. Necesitaba que me dijeras que me amabas, aunque sea mentira. Solo una vez, de tus labios. Pero no lo haré, no quiero angustiaste con mis sentimientos no correspondidos.

—¿Esa persona estaba enamorada de ti?— solo se animó a articular JungKook y se cruzó de brazos.— ¿Estaba enamorada de ti?

—Lo estaba.— respondió San y suspiró.— Pero no le haría daño, porque no quería lastimarla más de cuando le dije que seguía sintiendo algo por ti. Así que termine con ella y vine con la excusa que ella me engañó, pero yo fuí el verdadero idiota aquí. Y créeme que lo siento tanto, me siento muy mal por dentro y no puedo con mí consciencia.

—Por eso, cuándo me preguntabas si cuando vinieses ibas a encontrar a tu alma gemela.— murmuró JungKook.— Lo decías, porque por dentro aún sentías algo por mí.

—No puedo pasar la página, JungKook.— dijo San y suspiró dificultosamente.— Y te odio por eso, te odio porque eres difícil de olvidar.

El menor vió como el bus que debía tomarse el castaño se estaba acercando así que cuando San se percató de eso, tragó saliva mirando al suelo y ante de hacer la fila para adetrarse al mismo dijo.

—Borra esto de tu memoria, porque sé que puedes llegar a sentirte culpable.

JungKook entreabrió sus labios y suspiró temblorosamente.

—Pero créeme que soy el que debería disculparme contigo por no poder superarte cuando debería haberlo hecho hace seis años, JungKook.

Entonces lo vió subirse al bus y lo vió partir, dejándolo con la palabra en la boca. Cómo siempre.

Pero lo que no supo, es que ahí San, por primera vez en su vida, sintió un tirón en su dedo meñique cuando subía al bus.














JungKook no hablaba.

Estaba tenso, y apenas escuchaba lo que le estaba contando TaeHyung.

—¿JungKook? ¿Estás bien?— preguntó el rubio y el menor pareció despabilarse.— ¿Tienes hambre? ¿Te lastimaste en alguna parte?

JungKook negó y mordió su labio inferior nervioso.

—No es nada. Y-yo...

No quería ocultarle nada a TaeHyung, porque ya no eran pareja, eran un matrimonio y trabajaban en equipo en todo, tenían un hijo pero JungKook tampoco quería contarle porque sabía que el rubio se volvería loco si lo escuchaba. No quería decirle que San se le había declarado otra vez.

Entonces el auto giró bruscamente y JungKook se sobresaltó sujetandose del cinturón de seguridad mirando en reversa.

—¿TaeHyung? ¿Qué ocurre?

—Pensaste en voz alta, JungKook.

Entonces el menor supo que la había cagado horriblemente. Pero no permitiría que le hiciera daño a San, no esta vez. Ya estaba harto de los celos irracionales del mayor.

—Frena el auto, TaeHyung.— pidió el menor y TaeHyung apretó el volante.— ¡Qué frenes el maldito auto, ahora!

Entonces el vehículo frenó, haciendo que JungKook en pantuflas, saliera del coche bruscamente, en pleno vecindario, le faltaría mucho por caminar pero lo haría solo. Ya tuvo bastante.

—¡JungKook! ¡Vuelve al auto!— exclamó el rubio y vió como este poco a poco comenzaba a caminar con dificultad en el suelo afaltado. Estaba lloviendo terriblemente mal, a penas se había escuchado el grito.— ¡Qué vuelvas al auto!

Entonces TaeHyung salió azotando la puerta y se dispuso a perseguir a JungKook. Mientras tanto este, bufaba con enojo, sintiendo como sus cabellos se pegaban a su frente.

—JungKook...— quiso decir TaeHyung intentando tomar su brazo pero el castaño se quitó bruscamente.

—¡Déjame en paz, TaeHyung!— exclamó JungKook y el rubio pudo ver cómo tenía los ojos enrojecidos. — ¡Tuve bastante de ti, vuelve al auto!

—¡No me iré sin ti!

—¡Eres un cínico, TaeHyung!— exclamó JungKook y lágrimas calientes mezcladas con gotas de lluvias caían por sus mejillas.— Me casé contigo hace seis años, seis malditos años y te amé y te amaré todos los que vengan. Pero eres un débil cuando se tratan de celos, eres increíblemente idiota cuando se trata de eso.

—¡Cómo no quieres que lo sea!— exclamó está vez TaeHyung y sintió como su corazón se estrujó, se estaba desconociendo.— ¡Ese maldito no volvió para sus negocios, vino para destruir lo único que amo!

—¿En qué cabeza cabe que vendría a perturbar nuestro matrimonio cuando te amo?— preguntó JungKook y miró herido a TaeHyung viendo como su pecho subía y bajaba en la lluvia.— ¿Debo demostrartelo de esta manera? ¿Debo demostrarlo cuando estoy en peligro, debo hacerlo cuando hay una supuesta amenaza? ¿Debo hacerlo de esta manera? ¿O prefieres que te lo demuestre como lo hice por los seis años? Tú decides.

—JungKook...

—No, ya no. TaeHyung, te amo. Te amo demasiado y eres al único que amaré siempre, pase lo que pase. Por eso estamos conectados por un hilo rojo, por eso lloré días y meses cuando despertaste de coma aunque no estuviera al tanto de eso. Por eso, supe diferenciar amor y amistad, y si, TaeHyung, yo lo supe diferenciar. Qué pena que tu no lo puedas hacer. Qué pena que cuando, eres a la única persona a la que me gustaría aferrarme por toda mí vida, me suelte de esta manera tan patética y sin sentido. ¿Por qué crees que estamos casados, TaeHyung? ¡Porque te amo, mierda! ¡Y ya no me quedan maneras de demostrartelo, TaeHyung!

—¡Yo también te amo!

—Entonces ámame bien, no así.— murmuró JungKook y soltó un sollozo.— Así no se ama a una persona, TaeHyung. Temo desconocerte.

—No lo hagas.

—Entonces hazme cambiar de opinión.— respondió JungKook y TaeHyung intentó acercarse al menor pero este retrocedió herido.— No hagas las cosas de esta manera. Porque en un jodido altar prometí amarte y no romperé esa promesa. Así que no desconfies de mí y no hagas que yo lo haga de ti.

Entonces JungKook caminó solitario hacia la casa nuevamente. Dejando ahí parado a TaeHyung.

Tragandose el orgullo.


















































¡Holass!

La discusión más fuerte que tuvieron estos dos chicos, uf.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy gracias por leerme.

Se despide Cami. xoxo

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora