Capítulo 08

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Todos miran a JungKook notablemente preocupados. Este solo se dedica a trazar con el pulso acelerado una línea con un pequeño cúter en las dos palmas de sus manos, y al momento de quejarse, TaeHyung fue el primero en hablar.

—Esto está mal.— murmuró y se arrodilló frente a JungKook para ahuecar en sus manos el rostro del menor y decir.— Y-yo puedo hacerlo, no se preocupen.

EunBi miró preocupada a JunMyeon y se acercó a TaeHyung.

—Oye, TaeHyung. Mírame.— pidió la castaña y este apretó su mandíbula nervioso hasta los callos.— Sé que te preocupa su situación, a todos nos preocupa lo que pueda pasar allí. Pero no me rendiré fácil si le llega a pasar algo a JungKook.

—Quisiera hacer algo. ¿Sabes?— dijo TaeHyung y sintió su labio inferior temblar.— Tengo mucho miedo de que no lo sé... ese lugar es muy desconocido para mi. Y temo que le pase algo a JungKook.

JungKook miró algo triste a TaeHyung e intentó acariciarlo a pesar de que sus manos ya comenzaban a derramar sangre en el suelo.

—Estaré bien y cuando vuelva, prometo que todos nos iremos de picnic.— dijo el menor sonriendo debilmente por el dolor— Vamos, no me pasará nada. Solo que estaré menos tiempo ahí, solo iré de visita.

Todos miraron a todos lados de la casa y JungKook negó confirmando de que nadie estaba allí. Al parecer el menor ya podía sentir energía mala de buena, así que era un avance para ser un velo.

—Nos vemos en un rato, chicos.— respondió el menor y apretó sus ojos cerrandolos fuertemente.










Para cuando el menor pudo sentir aquella oscuridad, abrió los ojos. Caminó algo más cómodo que las otras veces, pudo encontrar la puerta más rápido y cuando la abrió sintió algo raro, pero lo ignoró porque sabía que era efectivo de que algo andaba mal en aquel plano.

Caminó y pudo ver cómo en el piso blanco parecían caer sus gotas de sangre, pero él estaba más concentrado en otra cosa. En encontrar al culpable que estaba provocando aquella mala vibra en su casa.

Sus pies avanzaban hasta poder identificar la figura de su abuela, que esta al verlo sonrió ampliamente mientras caminaba a su encuentro.

—¡JungKook!— exclamó la anciana y este la abrazó.— ¿Qué te trae por aquí, como está mí nieto?

El menor tragó saliva y pudo ver algo distinto en la mirada de su abuela.

—Está bien. Pero no sé cuánto le durará ese bienestar.— murmuró el menor y mordió su labio inferior.— Siento una mala vibra en mí casa y algo está perturbando la felicidad de mí hijo, que es la mía. ¿Puedes ayudarme con eso?

—Supongo que sabes que la madrastra de TaeHyung falleció. ¿Cierto?— preguntó la anciana y este asintió— Ha estado muy hiperactiva últimamente, parece que se volvió loca.

—¿Puedes llevarme con ella?— preguntó JungKook y su abuela enarcó una ceja.— Necesito hablar con ella, sospechamos con TaeHyung que ella es la mala vibra y necesito confirmarlo, y decirle que no se meta con mí familia.

—JungKook, JungKook.— dijo rápidamente la abuela y este la miró.— Ella... es un poco violenta con quién se le acerca. Ten cuidado.

—Eso no me empedira que le pregunté que demonios tiene en contra de mí familia, así que llévame.— pidió el menor y la anciana solo apretó sus labios y comenzó a caminar con el menor.

A medida que caminaban, el menor pudo ver cómo las marcas de sus manos parecían cerrarse poco a poco, sacándole un pequeño jadeo de sorpresa del que no se percató la anciana.

𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now