40. ¿Venganza?

8K 401 178
                                    

40

¿Venganza?

Ryder

— Ryder, Ryder ¿Estas bien? — Podía ver a Jack haciendo muecas, pero no podía reaccionar. ¿Por qué he sido tan idiota? — ¡Oh por Dios! ¡Te pegó el VIH! ¡Esa era su venganza!

— No me jodas cabrón. — Lo alejé.

— ¿Quieres que te revise?

— ¿Quieres ver mi miembro? — Alcé una ceja.

Suspiró. — Son las cosas que los amigos hacen por sus amigos.

— ¡No tengo VIH!

— ¿Estás seguro? ¿No has sentido ningún picor? o ¿No lo has visto un poco más rojo de lo normal?

— No. — Hice una mueca, ¡Claro que no!

— Entonces si no estas enfermo... ¡Oh Joder! ¡Embarazaste a la loca!

Savannah

— Hasta que al fin te apareces. — Jenn me sonrió cuando entre en mi habitación. — ¿Donde estabas picarona?

— Te lo contaré todo de principio a fin, pero luego. — Dije recogiendo todos mis utensilios del baño. — Tengo que ducharme porque me castigaron y me toca trabajar en la cocina toda la semana.

— ¿Estuviste con Ryder? — Me detuvo antes de salir de la habitación a los baños.

— ¿Cómo lo sabes? — Me devolví.

— Había demasiada paz en el instituto. — Se encogió de hombros. — Entonces ¡Adiviné!

— Si, estaba con él. — Dije antes de salir de la habitación y dejarla con la duda de lo que había pasado, aunque no fue nada.

No podía saber con exactitud que iba a suceder con Ryder y yo, estaba claro que no podíamos ser los amigos de antes, y una relación sin confianza iba a ser un total desastre, ¿Y cómo podría perdonarlo? Lo miro a los ojos y solo recuerdo el momento exacto cuando me lo contó y sentí mi corazón romperse en muchos pedazos.

No podía negar que lo extrañaba, y que aún podía sentir ese amor por él como el primer día, Ryder siempre estuvo ahí en los buenos y malos momentos, mi único amigo real, mi único compañero. Y por eso no podía alejarse, por eso ella siempre estaba ahí para él, y estaba muy segura de que nunca podría alejarlo de su lado.

Terminé de ducharme y vestirme, y me organicé para ir a la cocina, no veía justo el castigo que nos dieron, no había sido nuestra culpa que la policía decidiera quitarnos el auto, pero según el director es sí nuestra culpa la negligencia.

Caminé por los pasillos del instituto hasta dirigiéndome a la cocina entretenida con el smalte de mis uñas que estaba casi todo descascarado. Mi cuerpo reaccionó hacía atrás cuando chocó con alguien más.

— ¡Sorpresa! — Caleb me sonrió mientras me tomaba con sus brazos. Le sonreí de vuelta y lo sostuve en un abrazo.

— Volviste. — Dije. Estaba fuera de la ciudad por unos días, tenía algo así como una pequeña gira con la banda.

— Te extrañaba. — Besó mi mejilla y me soltó. — Y me preguntaba si querías salir conmigo esta noche. — Tocó con su índice la punta de mi nariz.

— Trato. — Le sonreí. Salir con Caleb hacía que me olvidara de todo.

— Y... ¿A dónde ibas tan concentrada? — Me preguntó con curiosidad.

— Oh, cierto, tengo que irme, me castigaron. — Dije resignada.

— ¿Que hiciste chica mala? — Rió.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 12, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora