1. Primera regla.

197K 7.7K 918
                                    

Mi nombre es Savannah Jayden, tengo diesiséis años y voy al instituto Washington Irving, mi habitación es la 206 y esto es una guía de como sobrevivir a los mujeriegos sin ser su próxima victima o una mas en su lista. 

Todas las chicas de este instituto han pasado por su cama, así que creo que esto le servira a las nuevas y a las que aun se respetan aunque esten locas por el mujeriego del instituto. 

Y Hablemos concentradamentes de Ryder Adams, número uno mujeriego de nuestro preciado instituto, atrae a las chicas solo con guiñarle el ojo y peinar su cabello hacia atras de forma sexy, algo que estoy segura que trae loca a cualquiera. 

Aparte de mujerigo, es popular, narcisita, problemático, compulsivo y bastante posesivo, lleva el cuerpo perfecto de estrella porno y como capitán del equipo de basket del instituto, osea, simple y claramente hablando Ryder Adams es todo lo que una chica quiere y ninguna consigue. 

Porque el nunca se enamora, el no sabe que es eso. 

Excepto y unica excepción, fue claramente Hayley Williams, la única chica que ha tomado el corazon del maravilloso mujeriego, pero ella era una perra y le rompió el corazón. 

Y esto es un ejemplo de que nosotras las mujeres claramente somos las culpables de que los hombres nos traten de esta forma, tomandonos y abandonandonos al otro día, porque no nos respetamos. 

Así que exactamente para esto es mi guía, no caer en las manos de un mujeriego, nunca. 

Y la regla número uno y principal es: Ser la mejor amiga del mujerigo. 

¿Porque? Simple, porque el solo te verá como su mejor amiga y nunca te querrá hacer daño. 

Asi que yo, Savannah Jayden soy la mejor amiga de Ryder Adams, y con esto la chica mas odiada del instituto. 

Pero no es mi culpa, hemos sido amigos desde que tuve tres años,cuando el era mi fastidioso vecino.

— ¿Otra vez Sav? ¿Escribiendo en ese tonto blog? Puedo ver mi nombre desde aquí ¿Es que tanto me amas?

Cerré la laptop rápidamente, odiaba cuando se entraba en mi habitación a estas horas de la noche, aparte de que estaba totalmente prohibido, era mi hora de escribir en mi famoso blog.

Mi compañera de habitación gruño ella estaba intentado dormir, ademas de que es Fan número uno del grupo odiamos a Ryder Adams, y tambien una mas que pasó por su cama y fue abandonada.

Pero no es mi culpa que Ryder se colara en mi habitación como si fuera suya.

— Primero ella teclando como loca en ese computador, ahora tu con tu fastidiosa voz, esta ha sido la peor habitación que me han dado.

Jenna se paró de la cama y salió de la habitación toda enojada, por un lado la comprendía totalmente.

Ryder era un idiota sin remedio.

— ¿Que haces aquí? — Pregunté mientras iba por una bebida al pequeño refrigerador que tenía.

— Estas tan linda esta noche, Sav.

Fruncí el seño y miré mi ropa, unos pequeños short con una blusa de tirantes, medias de bob esponjas y un horrible moño en mi cabeza.

— ¿Que quieres? — El no halaga por nada.

— Que me acompañes, ya sabes, por ahí.

Una fiesta, una fiesta problemática, siempre tenía que ir con el para poder traerlo de vuelta al instituo cuando se emborrachaba demás, si yo no estaba ahí el posiblemente se quedaría dormido en el Jardín o cualquier otro lugar y tendría grandes problemas.

Como la última vez que no lo acompañé, duró tres días en prisión y tuvo que ayudar a la bibliotecaria por toda una semana.

— Es jueves, Ryder ¿No puedes esperar al fin de semana al menos?

— Si, mamá pero no quiero, así que mejor te cambias o te arrastraré fuera de la habitación como sea que estes vestida.

Crucé los brazos en mis pechos.

— Mañana tengo examén, así que no me moveré de aquí.

— Bien, tu lo pediste Savannah.

El tomó mis pantuflas de conejitos del piso y me cargó en su hombro, grité y lo golpeé para que soltara pero el no parecía inmutarse.

— Ryder Adams si no me bajas en este momento voy a dejar de ser tu mejor amiga.

El paró en seco y me alivié, pero volvió a caminar como si nada.

— Me amas demasiado como para hacer eso.

Bajó las escaleras en silencio, si nos descubrieran ahora, el castigo no sería para nada bueno.

— No estoy jugando Adams, hablo enserio. — Dije entre dientes.

Me entró en el copiloto de su Range rover y me colocó el cinturon, corrió hasta el otro lado antes de que pudiera escapar.

— Lo siento Savannah, pero no puedo meterme en más problemas.

— Claro, porque es bastante sano lo que estas haciendo ahora. — Ironicé. 

El puso el auto en marcha ignorandome subiendo la música a todo volumen.

La casa de Stevens estaba llena de personas, en todas partes, era como la fiesta del año que nadie se podía perder.

Me agarré del cinturón con fuerza para evitar que Ryder me haga salir del auto, el podía entrar y yo lo espararía sin problemas.

— Un cinturon no va a evitar que te saque del auto, Sav.

— Por favor, Ryder, puedo quedarme aquí.

— Ni lo pienses, llamame paranoíco pero alguien puede venir y violarte o aún peor asesinarte, aquí estan todos borrachos.

El salió del auto y abrió mi puerta me cargó en su hombros, pataleé en mi recaste pero no funcionó.

Me dejó justamente en la puerta, que vergonzoso, yo andaba con pantuflas de conejitos, medias de bob esponjas y unos shorts que usaba para dormir.

Traguenme ahora.

Muchos de ellos solo me miraban extraños y otros se burlaban, maldita seas Ryder.

Dí la vuelta para irme, pero los brazos de mi supuesto mejor amigo me detuvieron.

— ¿A donde crees que vas? Diviertete, estaré por ahí pero te estaré vigilando así que espero que no te atrevas a salir por esa puerta. — Besó mi mejilla y se perdió entre la gente.

Caminé entre la gente ocultando mi cara en mi oscuro cabello, procurando que nadie del instituo me haya visto aún, o si no estaría acabada.

Chillé cuando sentí un flash en mi cara, después varios de ellos, estaba hundida.

Corrí entre la gente y me encerré en la primera habitación que encontré.

Era una habitación, parece de invitados, suspiré y me acerqué hasta la otra puerta que suponía que era el baño.

Grité cuando ví la escena delante de mi, la chica me miró con los ojos abiertos y chico suspiró frustrado.

— Tira una foto que dura mas. — No había dado cuenta que había quedado paralizada hasta que el chico embestió dentro de la rubia rápidamente.

Cerré la puerta rápidamente y toqué mi corazón acelerado, me senté en la cama y traté de borrar es imagen de mi mente.

Miré la hora en el reloj de pared que había en la habitación, solo habían pasado treinta minutos y yo ya quería irme, había sido suficiente por hoy.




Esta historia es un poco salida de tono.

La público desde mi teléfono, así que no se cuan largo es el capítulo, pero como la actualizare todos los días no creo que sea de gran problema.

Gracias por votar y comentar.

Próximo capítulo mañana.

ValeRodette.

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora