Alerta Mujeriego.

15. Secuestro al estilo Ryder.

Estaba preparando mi maleta, tenía que viajar a Carolina del norte en menos de tres horas, al fin habían llegado las vacaciones navideñas.

E iba a ver mi familia, una parte de mi estaba emocionada, y la otra no quería dejar a Ryder.

Realmente estaba cumpliendo su promesa de no fijarse en ningúna chica, aveces le costaba pero lo lograba.

— ¿Como está mi novia favorita? — Mi novio, oh Dios como amaba decir eso.

El entró en mi habitación.

— Y tú única novia. — Añadí. — Bien y cansada, cuando llegué a casa sólo voy a dormir.

El se acercó a mi y abrazó mi cintura.

— Que mal que no puedas venír conmigo donde la tía Ronnie. — Sopló mi cabello.

— Olvidalo, ni sí quiera lo pienses, tú tía Ronnie me odia, me insulta en todo momento.

— Lo hace con todo el mundo, así que no sólo te odia a ti. — Me dió un pequeño beso.

— Oh gracias, eso ayuda mucho mi ego. — Ironicé.

— Creo que debemos irnos. — Dijo mirando su reloj. — Mi viaje sale en una hora y quiero que te despidas de mí.

El tomó mi maleta y salió de la habitación, me miré por última vez en el espejo arreglando mi cabello un poco y salí de la habitación.

Todos se iban a casa, así que podías ver los pasillos llenos de personas despidiendose unos a los otros.

— ¡Savannah! ¿Que no te vas a despedir de mi? — Jenn corrió tras de mi.

Me volteé abrazarla con toda mi fuerza.

— Voy a extrañarte.

— Sólo son veintidós días contados, nada del otro mundo, pero yo también voy a extrañarte. — Beso mi mejilla. — Y a ti que te muerda un perro, gato. — Le dijo a Ryder.

— Y tú trata de que no te peguen enfermedades, gata. — Gruño.

— Sí, creo que es hora de irnos. — Los interrumpí, enlace mi mano con la de Ryder. — Saludame a tú familia.

— Lo haré. — Me guiño el ojo. — Y tú cuídate de las garras de tú novio.

Negue con la cabeza, esto era imposible.

Unos minutos luego estábamos en el aeropuerto, Ryder había llevado mi maleta donde tenía que ir, mientras yo iba a por un café para ambos.

Nos sentamos a esperar en vuelo de cada uno, iba a extrañarlo mucho.

— Me encanta tú cabello. — Dijo enredando su dedo en mi cabello. 

— Vas a enredarlo. — Hice que lo dejara.

— Pasajeros con destino a Tahití, Francia, por favor abordar por la puerta 32.  — Dijo la chica dos veces.

— Es hora de irnos. — Ryder tomo mi mano.

— ¿Qué? — Abrí los ojos. — ¿A donde me llevas Ryder?

— A Tahití.

— No no no. — Comencé a removerme como loca en sus brazos.

El me cargo en su hombro y comenzó a caminar como sí nada, lo golpee con todas mis fuerzas, estábamos haciendo un espectáculo en medio del aeropuerto.

— Savan...

— ¡Axulio! ¡Están secuestrandome! ¡Están secuestrandome! — Grité con toda mi fuerza. Las personas nos miraban como locos y yo estaba boca abajo con toda la sangre en mi cabeza.