11. Nadar, llorar y un concierto.

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Lunes en la mañana después de un domingo agotador, estaba en las piscinas, el entrenador de natación querías probarnos a ver sí entrábamos a la competencia de este año.

Me coloqué en la línea de meta, y respiré hondo, el silvato del entrenador sonó y salté a la piscina.

Mis brazos se movían rápidamente y mía pies actuaban en el agua, al llegar dí la vuelta bajo el agua y volví a mis abrazadas.

Llegué en tercer lugar, algún día mejoraría y sería una de las primeras.

— Sigue así Savannah — Me felicito el entrenador.

Asentí sonriente  y salí de la piscina, sacudí mi cabello mojado y lo hice un cola.

— Cada día te ves más sexy nadando, princesa. — Ryder besó mi frente.

— ¿Es que acaso no vas a clases? — Recogí mi mochila.

— Baaah... aburrido.

— Vas a tú último año, vas a reprobar.

— Mejor así, otro año más contigo.

El me siguió hasta el vestidor de chicas y lo miré con el ceño fundido, el no podía estar aquí.

Muchas de las chicas gritaron en la presencia de Ryder y se cubrieron rápidamente.

— ¿Quieres irte? Molestas.

— Como sí no he visto a todas ya antes. — Gritó para que todas lo escucharan.

Negue con la cabeza. 

— Que ni se te ocurra reprobar el año.

Lo saqué del vestidor de chicas, fui a por una ducha y me cambié con mi ropa.

Camine por los pasillos del instituto, hasta mi habitación estaba casi en el final de bajo la misma estrella y estaba dispuesta a terminarlo.

Me senté en mi cama como indio con el libro en mis piernas, y una barra de Kit kat en mi mano.

No te atrevas a morir Augustus Waters.

Me eché hacia atrás en la cama para llorar, no podía estar pasando, pedazo de inútil revive.

La puerta de mi habitación se abrió mientras estaba en pleno sufrimiento, la vida es cruel.

— ¿Por que lloras? — Ryder se acercó abrazarme, lo mostré el libro y el se echó a reír.

— ¡No es gracioso! Joder, fue muy triste.

— Es que te ves graciosa, lo siento. — Dijo tratando de dejar de reír, lo golpeé en el hombro.

Tenía una gran depresión en este momento y el se echaba a reír.

— ¿Por que no lees el libro?

— Estas loca, no voy a leer esas gilipolleses.

— Y tanto que te gustó 50 sombras.

— Oh vamos, ese sí es un buen libro, estoy de acuerdo con que todo el mundo debería leerlo.

Me paré de la cama por una botella de agua, Ryder era un pervertido idiota.

— Eres idiota.

— Pues este idiota no te llevará al concierto de Maroon 5.

— ¿De que estas hablando? — Lo miré con los ojos abiertos, Maroon 5 es mi banda favorita en el mundo.

— Pues que ellos darán un concierto privado en el hotel Libanessa, y gracias a mis contactos he conseguido dos entradas —Las sacó de su bolsillo. — Pero como soy idiota nos quedaremos aquí.

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora