En la noche entré nuevamente en mi habitación, después de clases me la había pasado en la biblioteca y perfeccionando mi blog.
Me eché a reir cuando ví a Ryder amarrado a una de las mesitas de noches con unas esposas y solo en pantalones.
¡Eso es Jenn, respeto a la mujer!
— No te rías de mi, que no es gracioso. — Gruño.
Me senté en la cama apretando mi estomago adolorido de tanto reir.
— ¿Jenn te hizo esto?
— La muy hija de su mami me las va a pagar. — Golpeó la mesita de noche. — Solo trataba de disculparme.
— Si, se nota. — Torcí los ojos.
— La llave esta dentro de mis boxers.
— Tienes que estar bromeando. — Dejé de reír.
— ¡Joder que hablo enserio! ¡Sacalas de ahí!
— No voy a meter mis manos dentro de tus pantalones. — Negué con la cabeza. — No no, lo siento.
— ¿Piensas dejarme aquí atado? — Levantó una ceja.
— No, iré en busca de alguien que si quiera meter su mano ahí. — Señale su entrepierna.
— Savannah no seas infantil y entra tu jodida mano en mis pantalones. — Gritó frustrado. — Llevo todo el maldito día aquí y necesito ir al baño o mi vejiga explotará.
— Esto me pasa por ser tu amiga. — Gruñí y me senté a su lado.
Quité el botón de su pantalón y suspiré cerrando los ojos antes de entrar mi mano en sus boxers.
Y lo toqué, lo sentí, tragué en seco al notar lo grande que era, al parecer por eso todas querían a Ryder Adams.
Sentí el metal en mi dedos y me alivié por no tener que tocar mas su gran parte.
Abrí las espojas, y Ryder corrió al baño, negué con la cabeza sonriendo.
Me senté en mi cama y abrí mi portatil, tenía varias cosas arreglar en mi blog y terminar el libro que estoy leyendo hermoso desastre.
— Listo. — Dijo Ryder mientras se arreglaba el pantalon. — Ahora ¿Quieres hacerme una paja? Tu mano se sentía tan bien ahí.
— Claro, mientras tu me la devuelvas luego.
— Trato hecho. — Sonrió.
Me paré de la cama y fuí hasta la puerta donde la abrí.
— Adiós Ryder. — Le señalé el pasillo. — Vete antes que venga Jenn.
— Solo me voy porque tu amiga esta desquiciada. — Se acercó a mi y besó mi frente. — Nos vemos mañana, te llevaré a la playa.
— Adiós — Dije alargando la palabra.
Volví a mi comoda posición en la cama y pegué mis ojos en el maravilloso libro, ojala poder yo encontrar alguien como Travis, y que me ame de verdad.
Media hora luego Jenn entró en la habitación, y cinco minutos más me había quedado dormida.
***
Ryder conduce como un loco desquiciado, así que rezaba por mi vida mientras clavaba mis uñas en el cinturón.
— ¿Puedes conducir más despacio?
— Siente la briza en tu cabello nena, la velocidad es lo mejor. — Bebió de su cerveza.
El Ferrari descapotable rojo que tenía había sido su regalo de diecisiete de su famoso papi.
ESTÁS LEYENDO
Alerta Mujeriego.
Teen FictionRyder Adams era el chico más mujeriego en mi instituto. Y yo Savannah Jayden voy a enseñarte como tratar de no ser una más en su lista o su próxima victima. Pero tal vez no todas mi teorías funcionen y todo se vuelva un desastre como por ejemp...