22. Christmas Day.

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Christmas Day.

Abrí los ojos, la música navideña invadió mis oídos, la risa de mis padres y tío solo nos decía una cosa, es...

— ¡Feliz Navidad! — Val saltó a mi cama haciéndome saltar un poco.

Tomé mis sábanas y volví a taparme, era navidad pero también era mi último día en casa.

— ¡Sav despierta! — Gritó Lind. — Tenemos un problema.

— Con todo lo de los retos, hemos olvidado comprar los regalos de navidad. — Dijo Melany.

Abrí los ojos rápidamente y salí debajo las sábanas y todas y cada una de mis primas estaban mirándome atentamente.

— ¿Qué? — Pregunté.

— Nada. — Val rió y las demás la siguieron.

Me levanté de la cama y corrí al espejo, había un miembro mal dibujado en mi mejilla izquierda y más arriba decía Ryder estuvo aquí.

Salí de la habitación hecha furia hasta la habitación de mi hermano donde dormían todos ellos.

Ryder reía desde el sillón y cuando me vio se calló rápidamente.

— ¿Quieres explicarme esto? — Gruñí enseñándole mi mejilla izquierda.

— Solo marcaba mi territorio. — El se encogió de hombros y todos mis primos se echaron a reír.

— ¡Voy a matarte!

— Ay no. — Dijo y se levantó antes de que lo atrapara y me sentó en el sillón sosteniendo mis manos.

Forcé para soltarme pero él se subió encima de mí y me prohibió moverme.

— Feliz navidad voladora. — Dijo besándome mi mejilla.

— Estoy enojada todavía.

— Lo sé, lo sé, pero... te encantará tu regalo de navidad.

— Aún sigo enojada.

— ¡Todos fuera de sus habitaciones, es navidad y tendremos un desayuno familiar! — Gritó mi madre por el pasillo.

Ryder me dejo libre y me levanté del sofá arreglando mi cabello.

— Eres tan hermosa, mi amor. — Dijo recostándose en el sofá.

Traté de no sonreír mirando a todos lados en la habitación.

— ¡Dios! Si que son cursis. — Dijo Stefan saliendo de la habitación. 

Lo seguí fuera de la habitación y me encerré en el baño, lo primero que hice fue lavar mi cara y luego todo lo demás.

***

Habíamos caminado por tres horas en el centro comercial buscando regalos para la familia, habían conseguido casi todos solo me faltaba uno de los mas importantes.

Ryder.

Pero él parecía no querer soltar mi mano en ningún momento y eso me frustraba además de que tampoco tenía algo mente para comprar.

Él tenía todo lo que quería o sea ¿Que podía darle yo que realmente valga la pena?

— ¡Lo tengo todo! Les encantará sus regalos. — Dijo Val toda emocionada.

— Oye Ryder ¿Me acompañas a comprar lencería para las chicas? — Dijo Markus.

— Claro que sí. — Besó mi mejilla y desapareció con mis primos.

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora