La mañana siguiente estaba en mi clase de literatura, Dustin mi compañero de clases estaba muy atento a ella.
No era un nerd, pero tampoco era de sacar malas notas, el sólo era un chico normal, y para nada mujeriego.
— ¿Necesitas ayuda Savannah? — Me preguntó y ahí me di cuenta qué me había quedado mirándolo, lleve mi vista a mi cuaderno y trate de ocultar mi sonrojo.
— Su trabajo antes de las vacaciones navideñas será con su compañero de asiento, el tema está en el pizarrón, y por favor qué el trabajo valga los diez puntos qué le tocan.
El timbre sonó al instante.
— Pues seremos compañeros de trabajo también.
— Podemos juntarnos en la semana, ir a biblioteca y demás.
— Me parece bien, te veo más tarde en la biblioteca.
— Bien.
Recogí mis útiles y lo entré en mi pequeña mochila, salí del salón de clases y camine hasta encontrar a Jenn.
— ¿Como te ha ido? — Pregunté.
— Cansada, me han puesto millones de trabajos ya qué se acercan las vacaciones, ya estoy deseando ver a mi familia.
— Pues somos dos.
Salimos al campus, para caminar hasta nuestra habitación.
— Adiós chica ave. — Los amigos de Ryder se despideron de mi, al parecer los habían castigados con ejercicios.
Sentí como me tomaron de la cintura y besaron mi mejillas rápidamente, y luego vi a Ryder seguir corriendo por todo el campus detrás de sus amigos.
— Te ama. — Dijo Jenn.
— Claro, voy su mejor amiga.
— Sabes qué no hablo de esa forma.
— Jenn, sólo somos amigos, nada del otro mundo, nos amamos de esa forma.
— Claro, el amor es ciego, no cabe duda.
Negué con la cabeza y abrí la puerta de nuestro dormitorio, dejé mi mochila en mi cama y fui a ducharme rápidamente para mi cita en la biblioteca.
Me puse unos jeans degastados y una blusa de tiros, hice mi cabello una trenza y busqué mi cuaderno de apuntes y algunos libros qué quizás nos servirian.
— ¿A donde vas?
— A la biblioteca.
— ¿Tan arreglada?
— Así es. — Colgué la mochila en mi hombro y salí de la habitación.
Camine hasta la enorme biblioteca donde amaba pasar el rato porque habían todos mis libros favoritos, como divergente y otros qué ya había leído.
Al entrar Dustin estaba sentado en una mesa leyendo algunos libros, me senté al frente colocando mi mochila en la silla de al lado.
— Hola ¿Ya haz encontrado algo?
— Casí, no soy muy aficionado de la mitología griega.
— Pues a mi me encanta, la historia es genial, Los Dioses poderosos del Olimpo.
— Pues haz de leer Percy Jackson.
— Es mi libro favorito. — Dije. — Lo encontré aquí en la biblioteca, por sí te interesa.
— Ya lo he leído y no me ha gustado del todo, pues como te he dicho no soy muy aficionado a la mitología griega.
Asentí.
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Alerta Mujeriego.
Teen FictionRyder Adams era el chico más mujeriego en mi instituto. Y yo Savannah Jayden voy a enseñarte como tratar de no ser una más en su lista o su próxima victima. Pero tal vez no todas mi teorías funcionen y todo se vuelva un desastre como por ejemp...