34. ¿Quién es ese chico?

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       ¿Quién es ese chico?

Ryder.-

Pinché la carne en mi plato como si quisiera matarla con mi tenedor, sentía que mi mandíbula se iba a desencajar en cualquier momento, ¿Quien mierda era ese tipo que estaba con Savannah? Levanté mi vista para verla con aquel idiota que la rodeaba con los brazos enseñándole a tocar una guitarra, aunque sabía que era una simple excusa para tocarla. 

Dejé mi plato y me levanté caminando cerca del mar, ojala las olas me tragasen y no me devolvieran nunca, mierda ¿Que se supone que estoy pensando ahora? Me senté a observar las olas frustrado de todo lo que sucedía a mi alrededor, estaba empezando a odiar las playas, estaba seguro que esta era la última vez que vendría a una.

— Ella volvió. — Loren se sentó al lado de mi y acarició mi espalda. — Y ella realmente luce bien Ryder, parece una chica dispuesta a seguir adelante.

— ¿Quién es él? — Pregunté gruñendo.

— Caleb Wright, el guitarrista de Red Band. — Ella suspiró. Apreté mis puños. — Ríndete Ryder, no le vayas a dañar, no trates de intentarlo, deja que sea feliz, que siga adelante, que conozca alguien más, alguien en quien si pueda confiar. — Ella tomó mi mandíbula haciendo que la mirara. — Sabes que si llegas a intentarlo todo será peor de lo que ya es, tu también mereces ser feliz hermano, solo tienes que seguir buscando. — Ella besó mi mejilla y se levantó para irse.

Debería dejarla ser feliz, debería dejarla conocer nuevas personas, debería dejar que me olvide para siempre y me entierre en su pasado, pero era demasiado egoísta para eso, no iba a rendirme, iba a tener a Savannah devuelta aunque sea lo último que haga.

*

Caminé por los pasillos del instituto hasta química avanzada, había estudiado todo este mes para poder llegar ahí. La noche anterior el capullo se llevó a Savannah consigo, no pude quedarme de brazos cruzados así que solo los seguí, él la trajo de vuelta al instituto, y estaba seguro que si le ponía una mano encima iba a salir de mi escondite y golpearlo hasta no poder.

Entré en el aula y lo primero que busqué fue a Savannah, estaba allí en una de la mesa de la ventana con unos lentes transparente mirando algo en un vaso de cristal, caminé hasta ella y me senté en el asiento de al lado, ella ni siquiera alzó la cabeza solo se quedó mirando el líquido mientras lo removía.

Me coloqué mis lentes y fingí que sabía lo que estaba haciendo, tomé uno de los frascos que estaba lleno de algo que parecía sal pero mucho más gordo, y después tomé una mezcla verde pensaba unirlo a ver qué pasaba pero su mano me detuvo y sentí que me iba a desmayar.

— Si unes eso todo el salón va a explotar. — Murmuró y retiró sus manos de la mía y luego volvió a observar sus frascos, alcé una ceja ella ni siquiera parecía importarle que estaba allí, como si fuera alguien más.

Miré el profesor que miraba el periódico sin prestar atención a nadie.

— Soy Ryder. — Murmuré y tomé su cabello entre mis dedos, estaba tan nervioso que sentía que iba a vomitar. Ella me ignoró totalmente y siguió observando su trabajo, se veía tan caliente cuando era inteligente, enredé mi dedo en su cabello y ella ni siquiera se inmutó. — Es agradable conversar contigo.

— Tienes que estar bromeando. — Dijo, no sé si se refería a mi o a la mezcla que no dejaba de mirar.

— Yo solo trataba de presentarme. — Me encogí de hombros. — Podemos empezar a ser desconocidos por lo menos.

— Ryder, basta, no estoy jugando. — Dijo ella sin dejar de mirar la mezcla que empezó a hacer burbujas.

— Savannah... — Empecé a decir pero ella se levantó de su asiento tomando su frasco y caminando hasta el profesor, el profesor le prestó atención mientras ella le hablaba y el asintió sonriendo y después anotó algo en su libreta. Ella dejó los lentes y salió del salón de clases.

Me levanté de mi asiento y salí del salón ignorando las llamadas del profesor para ver mi trabajo, la seguí y la tomé de la cintura para estamparla en los casilleros, llevé mi boca hasta sus labios que ya extrañaba con ansias, moví mi lengua buscando la suya, sus manos se movieron hasta mis hombros y me empujaron lejos de ella, su palma impactó contra mi mejilla.

Joder, debería dejar de ser tan impulso, la he jodido bien a lo grande.

— No vuelvas a besarme, jamás. — Escupió ella en mi cara y luego se alejó sin mirar atrás, golpeé los casilleros en donde la habían apoyado haciendo mis nudillos sangrar, me recosté de estos gimiendo y me deslicé hasta llegar al piso.

Ella me odiaba y me estaba doliendo en lo más profundo.



Savannah.-

Caleb y yo habíamos salido varias veces en toda la semana y estaba empezando a gustarme, era tan dulce y estaba enseñándome a tocar la guitarra, Jenn se pasaba diciéndome que era el chico perfecto, y que no perdiera la oportunidad yo solo sonreía e ignoraba la larga charla acerca de lo perfecto que es Caleb Wright.

Caleb me sonrió y me tomó una fotografía con su teléfono, estábamos en mi habitación viendo High School Musical, pero él se había subido encima y empezó a tomarme fotografías, tomé una almohada y la coloqué encima de mi cara.

— Basta Caleb. — Me eché a reír.

— Vale, pero solo si me das un beso. — Me senté en mi cama aún con él encima de mí y besé su mejilla.

— Listo. — Me acosté nuevamente en la almohada. Él se agachó rápidamente y sin darme tiempo a respirar pegó sus labios con los míos, era la segunda vez que nos besábamos en realidad, siempre cuando salíamos estaban los demás chicos y no había oportunidad. Su beso se intensificó y estaba gustándome, sus manos abrieron mis piernas y él se colocó rápidamente entre ellas, él mordió mi labio inferior y gemí, entré mis manos bajo su camiseta y acaricié su pecho el cual estaba muy bien marcado.

— Tranquila bonita, soy un poco difícil, primero llévame a cenar. — Me sonrojé y el volvió a besarme con una sonrisa en sus labios y luego se levantó para acostarse a mi lado en la cama. — Terminemos la película y después vayamos a cenar. — Llevó su mano hasta mi estomago haciendo círculos y asentí.

En la noche todos decidieron también ir a cenar al mismo lugar, estábamos Loren, Jenn, Jack, Red band y yo, Matías no pudo venir pues tenía entrenamiento en el equipo de básquet. Enredé mi tenedor en el espagueti tratando de que no vaya a caerse y lo llevé hasta mi boca.

Los chicos hablaban sobre el tour que tenían planeado hacer, mientras yo trataba de no ser un desastre con mi comida, pedí espagueti pensando que no me vería tan mal comiéndolo, ahora no sé qué pensar, soy un completo desastre.

— Recuerdo esta vez cuando apostamos con cuantas fans nos acostábamos. — Dijo Jared bebiendo de su cerveza.

— ¿Quien ganó? — Preguntó Loren mirándolos a todos.

— Allen. — Dijeron los tres al unísono.

— No sé como conseguía tener tres al mismo tiempo. — Dijo Artie negando con la cabeza y Allen solo se encogió de hombros y sonrió.

— Sé como complacer a las damas. — Y todos en la mesa se echaron a reír.

Un artista subió a la pequeña tarima y empezó a cantar canciones suaves, todos en la mesa la escuchaban y hasta se movían de lado a lado suavemente, varias parejas se levantaron para ir a bailar.

— ¿Bailas? — Me preguntó Caleb.

— ¿Sabes bailar? — Sonreí.

— Te sorprendería todo lo que puedo hacer. — Me levantó y me encaminó hasta la pista de baile tomando mi cintura. — En especial con mis dedos. — Susurró en mi oído. Me sonrojé no sabía en qué sentido lo estaba diciendo, él tocaba la guitarra.

Enredé mis manos en su cuello y él tomo mi cintura acercándome a su cuerpo, comenzó a moverse de aquí para allá, amaba bailar, y sabía hacerlo, incluso le había dado clases a... Bueno, entonces, lo que quiero decir es que parecía inexperta delante de él, sabía cómo mover los pies.
— Me has sorprendido. — Le sonreí.

— Te lo dije. — Me guiñó el ojo. — Hice que mi madre me enseñara a bailar para enamorar una chica, me enseñó muy bien.

— Que romántico. — Dije y él se echó a reír.

— Luego descubrí que la chica estaba casada, y era lesbiana.

— Ouch, debió dolerte. — Me reí, y el tomó mi barbilla entre sus dedos.

— Solo un poquito. — Susurró. — Estás muy hermosa Savannah, por favor no me rompas el corazón. — Dio un beso en mis labios justo cuando terminó la canción.

Ni siquiera sabía que responder a eso, así que solo me quedé callada y lo seguí devuelta a la mesa. La conversación entre los chicos siguió toda la noche, lo estaba pasando mejor que nunca, y los chicos de la banda se estaban convirtiendo en mi nueva familia.

Mi teléfono vibró dentro de mi bolsillo y miré un número desconocido.

Me levanté de la mesa para buscar un lugar un poco más silencioso y descolgué.

— ¿Hola?

— ¿Savannah Jayden? — Escuché la voz de una chica en la línea.

— Si soy yo.

— Te habla Susanne, parte de la administrativa de Illuminate Night, tenemos un chico aquí que no para de gritar tu nombre y se ha negado a irse, no queremos ningún problema, por favor ¿Podrías venir por él?

— Yo... Ahm. — Miré a la mesa donde estaban todos mi amigos charlando. ¡Dios Ryder! ¿Por qué eres tan imbécil? — Estaré ahí en un momento.

— Gracias. — Ella colgó el teléfono.

Suspiré.



        *
Lalala
Pobre Ryder...
Preguntaa!
¿Como quien se imaginan a Savannah, Ryder, y todos los demás? 
Caleb en la imagen. 


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Vale Fuera. 

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora