24. Año nuevo

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24.

Año nuevo.

La tía Ronnie parecía muy disgustada a la hora de marcharnos, incluso me dio algo de pena, seguro si yo no hubiera estado allí, ella habría podido disfrutar de su sobrino favorito.

Pero no es mi culpa, Ryder no quería dejarme ir.

Abrí la puerta de mi habitación y por fín me sentí sin tanta presión encima, igual fueron las mejores vacaciones de mi vida, Jenn estaba sentada en su cama revisando su teléfono mientras se mordía una uña.

— ¡Volví!

— ¡Mi gorda amiga! — Jenn se abalanzó encima de mí haciendo que mis maletas cayeran al piso.

— Oye, no estoy gorda.

— ¿No? ¿Segura? Parece que Ryder te embarazó. — Rió y la golpeé en el brazo.

— Que graciosa. — Tomé mis maletas del suelo y caminé hasta mi cama. — Y para tu información nos protegemos muy bien.

— ¡No quería tanta información! — Se tapó los oídos. — Aposté que ibas a ser virgen hasta el matrimonio ¡Dios! ¿Por qué me haces perder? — Suspiró. — Ahora me toca pagarle a los chicos.

— ¿Apuesta? ¿Chicos? ¿Qué? — Pregunté confundida.

— Jack, Finn, Tyler, Liam y Jai, todos apostamos a que edad perdías tu virginidad, Jack fue el único idiota que apostó que ya la habías perdido y lo estaba escondiendo para parecer santa. — Jenn se echó a reir y fruncí el ceño.

— ¿Ustedes hablan sobre mi vida sexual? — Gruñí.

— Como si tuvieras una, si no fuera por Ryder. — Se encogió de hombros.

— ¡Vaya! Gracias. — Me senté en la cama suspirando.

— Sabes que te adoro, mejor amiga. — Desordenó mi cabello. — ¿Que te vas a poner para esta noche? Hay rumores de que entraron chicos nuevos, y sexys. — Se mordió el labio.

— ¿Que pasó con Matías? — Dije abriendo la maleta para sacar toda mi ropa.

— ¿Qué? Nada, seguimos en lo mismo, ya sabes. — Dijo revisando en el armario.

— En lo mismo ¿Te refieres a?

— Sexo sin compromiso. — Se encogió de hombros y sacó una blusa para mirarse en el espejo. — Igual, no quiero hablar de eso, cuéntame de tus vacaciones con el playboy. — Me guiño el ojo.

Sonreí y empecé a contar toda la historia desde el día en que me secuestró hasta el día de hoy.

Normalmente, algunos estudiantes realizan una fiesta con la intención del año nuevo, lo cual es hoy, así que todas la chicas iban de aquí para allá buscando sus mejores atuendos, mientras yo solo estaba en la biblioteca buscando algún libro para leer en este año nuevo.

Recorrí todo el pasillo de romance y drama y aún no encontraba algo que me llamara mucho la atención.

— La luz de mis ojos. — Volteé a ver a Jack que venía caminando hasta mí.

— Jack. — Sonreí y lo abracé cortamente.

— Estás hecha un ángel, mi amor. — Besó mi mejilla.

— Se va a agotar mi jodida paciencia capullo, y voy a enterrarte vivo, aleja tus sucias manos de ella. — Escuché el gruñido de Ryder, y Jack se alejó instantanéamente.

— Paz en el océano. — Dijo Jack alzando ambos brazos en forma de paz y me eché a reir.

— ¿Que haces aquí? — Ryder me preguntó acariciando mi mejilla, para después llevar su dedo para enrredarlo en mi cabello.

— La pregunta es qué hacen ustedes dos aquí. — Ellos literalmente no vendrían a la biblioteca si no fuera por un castigo.

— Vinimos a buscar el segundo libro de las cincuenta sombras de grey, queremos terminar la triología. — Jack se encogió de hombros. — Hemos aprendido mucho de ese libro. — Me guiño el ojo. — Podemos intentar alguna que otra posición.

Mis mejillas se tornaron roja al instante y Ryder apretó los puños y respiró tratando de controlarse.

— ¿Pasas por mí esta noche? — Le pregunté a Ryder para que se calmara y no golpeara a Jack como sabía que estaba pensando.

— Claro que sí, hermosa. — Sonreí y la risa de Jack interrumpió el lindo momento.

Ryder lo miró con el ceño fruncido.

— Lo siento, lo siento. — Dijo tratando de respirar y secándose las lágrimas. — Es que el Ryder cursi me mata.

Ryder volvió apretar los puños y dio un paso adelante haciendo que Jack retrocediera y dejara de reír mirando a Ryder con los ojos bien abierto.

— Ryder. — Lo llamé.

— Calma hombre, guarda tus pezones, no es momento de pelea, estamos en la biblioteca y si aquella anciana nos ve, posiblemente le de un infarto y morirá ¡Por nuestra culpa!

Me eché a reir como loca, lo siento no lo aguanté.

Ryder suspiró y retrocedió colocando uno de sus brazos en mi hombros, besó mis labios cortamente haciendo que dejara de reír.

— Te veo esta noche. — Volvió a besar mis labios. Se acercó a Jack y lo tomó del brazo arrastrándolo con él. — Camina gilipollas.

— ¡Adiós mi amor! — Dijo lazándome un beso. Ryder lo golpeó en la cabeza y siguió arrastrándolo fuera de la biblioteca.

Sonreí, estas simples cosas no la cambiaría por nada. 



Alerta Mujeriego.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن