20. El nuevo vecino.

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Capítulo 20

El nuevo vecino.

A la mañana siguiente desperté un poco incómoda, Val se había quedado durmiendo en mi cama.

Bajé de la cama como pude sin aplastarla, y tomé la toalla y ropa interior para ducharme.

Eso era algo más que odiaba de mi habitación, no tenía baño propio así que tenía que compartirlo con toda la familia.

Salí de la habitación justamente cuando Ryder venía por el pasillo con una toalla en su hombro, me miró y sonrió.

El corrió y me tomó de la cintura y nos enserró a ambos en el baño.

— No podemos hacer esto, si mamá nos descubre estaremos en problemas. — Susurré.

— Eso no va a pasar, tranquila.

El se alejó de mi y comenzó a desnudarse dejando su ropa por todo el baño.

Torcí los ojos e hice mi cabello un moño, y tomé mis cepillos de dientes, le puse la pasta dental y empecé a cepillarme, mientras Ryder orinaba a mi lado como si nada.

Terminé de cepillarme los dientes y ví hacía la bañera, donde las cortinas estaban cerradas y Ryder dentro de este, podía escuchar el sonido de la regadera.

— ¿Vas a quedarte ahí todo el día?

— Ryder asomó su cabeza por la cortinas.

Sonreí, y empecé a devestirme, y rezando a mis adentros que mamá no nos descubriera.

Entré en la bañera y Ryder sostuvo mi cintura, mientras el agua caía sobre mi mojando mi cabello.

— Ven, voy a bañarte.

Ryder cambio de la lado, y tomó el jabón entre sus manos.

Escuchamos la puerta ser tocada y mis ojos se abrieron de repente.

— Savannah ¿Estas ahí? — Escuché la voz de mi madre detras de la puerta.

Ryder me miró mordiendose el labio y continuó enjabonando mi cuerpo.

— Si, mamá. — Grite devuelta.

— ¿Haz visto a Ryder cariño?

— No, acabo de despertar, quizás este corriendo, lo hace todas las mañanas.

— Oh, esta bien.

Escuché los pasos de mi mamá alejarse y Ryder comenzó a reirse, tapé su boca para que no vaya hacer mucho ruido.

— Eres una mala mentirosa. — Dijo acercandose a besar mis labios.

                      ***

Bajé las escaleras, y caminé hasta la cocina, no había nadie en ella, tomé el cereal y me serví en un plato.

Salí de la cocina con mi plato en mano.

— Un poco más alto. — Escuché el grito de mi madre.

Deje el tazón de cereal en una mesa y salí de la casa. Había un chico subido en la escalera de madera de mi padre tratando de poner la luces navideñas en el techo de la casa.

— Hola mamá ¿Que haces? — Pregunté mirando la espalda del chico.

— Hola cariño, él es Connor, el vecino, me esta ayudando con la luces.

— Ah.

— Creo que ahí esta bien, señora Jayden. — Él empezó a bajar las escaleras.

Escuché las risas de mis primas, y las ví acercandose mientras se arreglaban el cabello.

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora