47. Un recibimiento inesperado, muestras de cariño y la mosca puñetera

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—¿Creéis que Zuro ya se ha olvidado de nosotros? — preguntó Diol mientras que la furgoneta se dirigía hacia la casa de Ferlu.

—¿Pero qué dices? — frunció Ferlu el ceño.

—¡No sé! — se llevó las manos a la cabeza— se me hace raro que nos vayamos a separar.

—Iba a pasar de todos modos— le dijo Neol mientras que le acariciaba la espalda.

—Ya sabéis que él echaba de menos a su madre— habló Sanji— ahora estará con ella— se encogió de hombros.

—Y a mí me toca estar con la mía— dijo Ferlu en voz alta al ver que el barrio por donde andaban se le hacía familiar.

Por una parte si la echaba de menos y por otra le daba igual, ¿cómo reaccionaría al verle? Seguro que le mandaba a cocinar o a limpiar la casa o volverían a pelearse como siempre... ¿había opción de seguir fuera cumpliendo otro tipo de misión?

—Tío que es tu madre— le dio Neol un codazo.

—Ya lo sé— suspiró— cuando lleguemos, ¿podrías dejarme un poco más arriba de la puerta de mi casa? — le preguntó al conductor y este alzó una ceja, pero aun así asintió.

Necesitaba algo más de tiempo para hacerse a la idea de que había vuelto a casa y que vería después de tanto tiempo a su madre.

¿Habría cambiado algo? ¿Se había quitado de puta? ¿Había vuelto su padre? Bueno, aquello último era algo ya imposible, pero, ¿qué más da? Soñar era gratis.

—Ya hemos llegado— le avisó el conductor y Ferlu se mordió la lengua nervioso— estamos un poco más arriba de tu casa, como has pedido— le informó.

—Vale, gracias— asintió— bueno tíos...— se dirigió a los demás— ha sido un placer— se chocó la mano con todos para despedirse.

—Tío, ha sonado a que no nos vamos a ver más— dijo Sanji cuando se estaba chocando la mano con él y se daban un abrazo.

—Seguro que nos veremos— le restó importancia a su tono de voz de antes— no os podréis liberar de mí— bromeó mientras que se despedía de Arlong y salió por la puerta.

—Qué lástima...— ironizó Neol y Ferlu se rio.

Al bajar de la furgoneta, se palpó los bolsillos pensando que tenía las llaves de casa, pero dio con su paquete de cigarros, lo cogió y antes de que Neol cerrase la puerta, se giró y se los tiró a Sanji quien lo cogió sin entender nada.

—Es para que te acuerdes de mí— se encogió de hombros y este negó con la cabeza.

—De esta manera se me va a hacer más difícil olvidarme de ti— fingió estar frustrado.

—¿Y para los demás no hay nada de recuerdo? — preguntó Diol entre risas.

Ferlu les lanzó un beso mientras que se metía la mano izquierda en el bolsillo del pantalón y estos fingieron estar enamorados. El conductor pidió que alguien cerrase la puerta y finalmente, se fueron de allí.

—Qué cabrones...— susurró entre risas mientras comenzaba a caminar hacia su casa— cómo los voy a echar de menos...

Mientras pensaba en cómo iba a ser todo en cuanto entrara a la casa un estruendo y un par de voces lo sacaron de sus pensamientos.

—¡No eres nadie para echarme de aquí! — gritó un hombre.

—¡HE DICHO QUE TE LARGUES! — esa voz...

Apresuró sus pasos para ver, que de donde provenía todo aquel alboroto era en su casa.

El hombre comenzó a forcejear contra su madre para que le dejase entrar, esta al ver que iba perdiendo, le aruñó la cara para poder cerrar la puerta de casa.

SEIS DEMONIOS  [TERMINADA]Where stories live. Discover now