44. Hola papi

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Rubí.

Abrí los ojos lentamente cuando comencé a sentir que partes de mi cuerpo empezaban a revivir y me sentía capaz de abrir mis ojos; justo cuando los abrí, grité por el susto.

—¡Joder! —me llevé la mano al pecho.

—Veo que te encuentras mejor— sonrió de lado sin tan siquiera mirarme.

Miré a mi alrededor algo desorientada, estaba claro que me encontraba como en una especie de celda, pero los muebles vacíos llenos de telarañas que se repartían por mi alrededor me hicieron entender que más que una celda, era como un sótano. Me incorporé mejor donde estaba y al hacerlo, observé que estaba sobre un colchón que para nada era viejo.

Confirmamos, esto no es una celda, en ninguna celda hay colchones mullidos y cómodos como donde estaba mi trasero posado.

Negué con la cabeza un poco al ver que me comenzaba a ir por otro lado, me tenía que centrar, ¿por qué cojones estaba mi tío Mike aquí? ¿No me había comprado alguien en una subasta?

—¿A ti también te han vendido en una subasta? — le pregunté riéndome un poco, ¿qué le iba a hacer? Estaba ya un poco harta de la situación en la cual me encontraba y de nada servía llorar más de lo que había llorado.

—Rubí— me llamó— estás en el sótano de tu casa— me informó y le miré un poco perpleja.

—¿Qué? — le pregunté sin entenderle y esta vez me levanté del colchón, las piernas las tenía dormidas, al igual que los brazos un poco, así que comencé a caminar de un lado a otro pisando fuerte mientras que me estiraba y agitaba mis manos.

—Tu padre te ha encerrado aquí— señaló el suelo de donde estábamos.

—¿Entonces mi padre me encontró? — pregunté con un atisbo de ilusión.

—No te enteras— negó mi tío con la cabeza— tu padre, nos ha encerrado a ti y a mí aquí porque le estorbamos— hizo como un resumen que no me lo creí del todo.

Me dirigí hacia la puerta de metal y la empujé, pero estaba cerrada a cal y canto. Vale, estábamos encerrados, era verdad.

<<Menuda pasta nos hemos dejado en ti>> una voz masculina me vino a la cabeza <<Creo que con esto ya habrás aprendido la lección, ¿no?>> <<Nos pidió que hiciésemos como si fuese real>>

Tras aquellas voces masculinas, me vino a la mente aquella cabellera rubia que veía borrosa cuando no podía apenas moverme, forcé a mi propio cerebro que enfocase aquel recuerdo, pero no pude distinguir su rostro. De pronto, todo se remolinó en mi mente y acabé deduciendo algo que realmente me dejó en shock.

—Por tu cara deduzco que lo has averiguado tú solita— se levantó del suelo y se sacudió los pantalones.

—Fui a una fiesta— comencé a hacer recuento de todo lo que recordaba en voz alta— conocí a un chico, al día siguiente fui a una entrevista de modelo que me propuso aquel chico, me pincharon algo, desperté en una habitación oscura, me hicieron pasar por una "pasarela" — hice comillas con los dedos— cuando en realidad era una puñetera subasta— me quedé en silencio— me sacaron, dijeron que si había aprendido la lección y después solo recuerdo no poder moverme y que alguien con el pelo rubio me cuidaba— suspiré realmente frustrada.

—Mónica— nombró mi tío a mi mejor amiga.

—¿Mónica? — dije confusa.

—Tu amiga te estuvo cuidando todo este tiempo antes de que...— carraspeó un poco y bajó su vista al suelo.

SEIS DEMONIOS  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora