5.- NEOL Y DIOL

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Nombres: Neol y Diol
Edades: 16

Neol.

—¡Venga!— oí de repente casi en mi oído, lo que hizo que me levantara de golpe— ¡levantaros gandules!— volvió a gritar, pero esta vez más fuerte.

Miré a mi hermano quien estaba igual de despierto que yo, los dos a la vez rodeamos los ojos.

Se suponía que cuando cumplías años en el centro, iba a ser tu "día especial" y podías hacer lo que quisieras, como por ejemplo, lo que nos vendría muy bien ahora: dormir.
Pero no, desde que la directora del centro, por asuntos desconocidos, le cedió su puesto a un hombre que nadie ha visto aún, ya nada era como antes y encima la megáfono en persona nos levantaba más temprano de lo normal. ¿Cinco de la mañana? ¿¡Qué demonios vamos a hacer despiertos a esta maldita hora!?

Esto pasó de ser un centro para niños huérfanos, a una cárcel literalmente.

Y como si de una película de zombies se tratase, con pasos lentos y algunos chocándose con otros por culpa de la falta de sueño, nos dirigimos al gran comedor.
Cada uno cogió una bandeja de metal y en fila, pasamos por delante de lo que antes era un bufet libre, ahora te echaban la comida que les convenían, por no deciros que la mayoría de las veces estaba caducada y más de uno caía enfermo.

—Buag— exclamó mi hermano cuando la cocinera le echó una cucharada de algo espeso en un hueco de su bandeja.
—Son proteínas niño— le regañó la mujer con una berruga con pelos justamente en la barbilla. Me estremecí de tan sólo mirarla.
—¿Y no puede hacer una excepción para los cumpleañeros?— le dijo Diol con una sonrisa amable.
—Claro, ¿por qué no?— se encogió de hombros la cocinera.

Y de nuevo con otra cucharada con esa cosa espesa que llamaba "comida" nos llenó aún más el plato a ambos.

Diol miró a la cocinera con odio y asco y yo símplemente lo agarré del brazo ya que seguramente estaba a punto de explotar, cosa que hizo tras oírla hablar.

—Que os aprobeche cumpleañeros— se rió a carcajadas aquella bruja en persona mientras le daba de esa mierda a otro niño.
—Es normal que esté así de amargada— hizo como si estuviese susurrándome en voz alta a conciencia— con esa berruga más grande que su cabeza y esos pelos incrustados en ella acechando, es normal que nadie se le acerque.

No pude evitar reírme a carcajadas y conmigo se unieron casi todo el comedor.

—¿Qué has dicho niñato?— dijo la cocinera saliendo de su puesto para encararse con Diol.
—Perdona señora, no hablo con gente tan maleducada como usted— se miró las uñas indiferente.
—Pero serás...— gruñó entre dientes.

Iba a coger a mi hermano por el cuello con muy malas intenciones, pero la empujé haciendo que aquella mujer cayese al suelo de culo provocando que el suelo temblase bajo mis pies.

—Hostias, un poco más y hay un terremoto— dije pensando en voz alta.

La mujer gritó el nombre de la megáfono enfurecida y ella apareció dando un portazo igual de fuerte que las voces que pega por la mañana.

Y como alma que lleva al diablo, la cocinera contó lo que se le antojó e incluso mintió en la mayoría de las cosas que habían sucedido. Ahora, nos encontrábamos en nuestra habitación, moribundos, sólo se oía la melodía de nuestras tripas pidiendo a gritos algo de comer.

Diol.

—Ya no aguanto más— dije cuando abrí los ojos.
—¿Y qué quieres hacer?— suspiró Neol sin abrir los ojos.

Me quedé pensativo y miré la hora, aún era por la tarde...
Y como si una bombilla apareciese sobre mi cabeza, chasqueé los dedos y Neol automáticamente me miró.

—Vamos a colarnos en la despensa— sonreí.
—¿Qué?— se levantó Neol de la cama.
—Seguro que todo lo bueno lo tienen guardado en la despensa— pensé en voz alta.
—Diol, no lo veo una buena idea— se racó la nuca.
—Venga ya Neol — fruncí el ceño— no es la primera vez que robaremos algo— me senté de nuevo sobre la cama.

Él tan sólo suspiró.

—Venga, ¡será divertido!— me levanté de la cama de un salto— será recordar viejos tiempos— sonreí.
—Sólo esta vez— me advirtió señalándome con el dedo.
—Que sii...— rodé los ojos— tu sólo duermete, está noche nos daremos un festín por nuestro cumple— di una palmada en el aire ilusionado, Neol sólo sonrió y volvió a acomodarse en la cama.

SEIS DEMONIOS  [TERMINADA]Where stories live. Discover now