7. Adiós papá.

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Ferlu.

Flashback.

—¿Cuándo tendrás tiempo para jugar conmigo papá?— le pregunté cuando lo vi arreglarse para irse al trabajo.
—No lo sé Ferlu— se rascó la nuca— sé que te prometí aquella partida a la play, pero últimamente tengo demasiadas reuniones y trabajos que entregar— suspiró.
—De acuerdo— suspiré apenado.

Y sin más me dio un beso en la frente, otro a mi madre y desapareció por la puerta.

Más tarde, mi madre se fue de casa y me dejaron de nuevo solo. Otro día más acompañado por mi amiga la soledad, donde con tan solo su silencio me estremecía y me abrazaba a mi mismo mientras elegía un juego al que jugar.

Mi vida había cambiado completamente no hace mucho, antes mi padre tenía más tiempo para mi ya que su antiguo trabajo se lo permitía, pero desde que lo ficharon en una gran empresa ya no tiene apenas tiempo y apenas lo veo por la casa. Con mi madre también las cosas cambiaron, antes cuando mi padre no estaba, ella me animaba a hacer una tarta para cuando llegase mi padre o símplemente por diversión y para pasar el rato, desde que mi padre cambió de trabajo, ella estaba más desanimada y símplemente se hinchaba a beber latas de cerveza y a salir a la calle dejándome sólo en casa, ahora, dice que tiene trabajo, cosa que no hace falta ya que llega el dinero de papá a casa, pero aún así mi madre trabajaba.

La tarde se me hizo larga y aburrida, por mucho que jugase a los juegos, todos me acababan aburriendo y terminé durmiéndome en el sofá hasta que oí un portazo.

—Me parece increíble Maribel— entró mi padre cabreado.

Mi madre entró tras él y cerró la puerta de un portazo.

—Ya te he dicho que lo he hecho porque no llega el suficiente dinero a la casa— sonó cansada.
—¿Que no llega suficiente dinero a la casa?— la miró mi padre incrédulo— ¡trabajo en una de las más grandes empresas que hay en esta mierda de ciudad!— tiró el maletín al suelo— ¿¡y tienes la decencia de decirme que no llega dinero a casa!?— alzó los brazos para después dejarlos caer.
—Richard, no llega el suficiente— insistió.
—Estás loca— dijo mi padre cogiendo de nuevo el maletín que había tirado— tú tienes un problema en la cabeza— se masajeó la sien— y no tienes otra cosa que hacer que meterte a puta.
—Cuando cambiaste a este dichoso trabajo dejaste de darme lo que yo necesitaba— dijo mi madre con los ojos llenos de lágrimas.
—Déjate de historias Maribel, ya he tenido bastante con esto— y sin más mi padre salió de nuevo de casa.

Me quedé en el sitio sin mover ningún músculo y con las lágrimas amenazando por salir de mis ojos.
Mi madre me miró y sin decirme nada se subió a su habitación.

Finalmente mi cuerpo reaccionó y salí de casa tras mi padre.

—¡Papá!— le grité.

Él siguió adelante.

—¡Papá!— le volví a gritar.

No sabía qué había pasado entre mis padres, pero si sabía que la culpable de todo aquello había sido mi madre, aún así se me partía el corazón que mi padre se fuese dejándonos así sin más.

—¡Me prometiste que jugarías conmigo a la play!— chillé con todas mis fuerzas.

Mi padre se paró y pude acercarme a él para agarrarle de la chaqueta del traje.

—Por favor papá, no te vayas— le supliqué.

Él se giró y se agachó a mi altura para darme un beso en la frente, un beso que sabía muy amargo, un beso de tristeza, de despedida.

—Lo siento Ferlu— dijo al besarme.
—Papá...— quise volver a agarrarle de la chaqueta, pero él entró al coche.

El coche arrancó y tardó un poco en salir del aparcamiento, pero finalmente a toda velocidad, desapareció de allí.

—Adiós papá...— gimoteé.

Fin del flashback.

—Ferlu,  ¿hay algo para comer?— oí la voz de mi madre sacándome de mis recuerdos.
—Si quieres algo, ve tu a comprarlo— le contesté sin quitarle la vista al televisor.
—¿Por qué eres tan borde?— me preguntó enfadada.
—¿Borde?— la miré de reojo— si te conseguiste este trabajo porque supuestamente no llegaba el suficiente dinero a casa, búscate también la vida para la comida— me levanté del sofá.
—Eres un desagradecido— soltó.
—Ya veremos a ver quien es el desagradecido aquí— me reí y me encerré en mi cuarto ya que no aguantaba hablar más con mi madre.

SEIS DEMONIOS  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora