SEIS DEMONIOS [TERMINADA]

9. Ella

Arlong.

Flashback.

—Vamos Arlong, que llegamos tarde— me cogió mi hermana de la mano para arrastrarme fuera de la casa— ya casi va a empezar la película y no me la quiero perder— aseguró mientras cerraba la puerta y tiraba de nuevo de mi.

Corrimos hacia la parada de autobuses que teníamos casi al lado de casa y justamente cuando el autobús estaba dispuesto a partir de allí, mi hermana se puso delante para pararlo y finalmente entramos bajo las miradas de los que estaban en el interior del vehículo.

—Hemos tenido suerte Eli— le dije mientras me sentaba en un sitio que vi libre.
—Es cierto— me acarició la cabeza— ¿qué te parece si después de la película vamos a los recreativos?— me sonrió.
—¡Si!— dije emocionado.

Ella me besó la cabellera y se pegó más a mi abrazándome ya que ella se quedó de pie en el autobús al no haber más sitio para sentarse.

El autobús finalmente nos dejó en nuestro destino y como la parada estaba algo lejos del cine, mi hermana me cogió a caballito y a toda velocidad, como si fuese una pluma, entramos dentro del cine y mientras me dejaba en el suelo en frente de la taquilla, le pidió a la mujer que había tras el cristal las entradas, le dio el dinero y rápidamente entramos.

La sala estaba completamente llena, así que fue difícil encontrar dos sitios juntos para no separarnos, dimos vueltas por la sala mientras mirábamos atentos algún sitio de dos libre y cuando veíamos uno, la persona que había al lado nos decía que estaban ocupados.

—Cabrón— dijo mi hermana cuando a la tercera le dijeron que los sitios estaban ocupados.

Por suerte, vimos un sitio algo escondido, así que mi hermana me cogió de la mano con firmeza y delicadeza y, obligando a que la gente se levantara para poder pasar, acabamos al fin en el sitio acabando yo sentándome sobre ella, ya que no se podía hacer otra cosa.

Justamente cuando nos acomodamos, se apagaron las luces y todos expectantes miramos a la gran pantalla.

Por aquel entonces yo tenía seis años y no tenía padres, pero si una hermana genial. Era el pilar de mi vida, era mi alegría, era todo para mi... Ella es primordial en mi vida.

Cuando en la película aparecía escenas algo tensas, mi hermana me abrazaba como si fuese un oso de peluche y cuando la cosa se relajaba, me besaba la mejilla y se abrazaba más a mi.

Finalmente la película acabó recibiendo el aplauso de los aquí presentes y como si una hilera de hormigas fuésemos, acabamos saliendo en fila de la sala, estirando por fin las piernas después de haber estado sentados dos horas seguidas.

—Arlong, voy al baño— me avisó— no tardo, te lo prometo— me besó la cabellera y se adentró al baño haciéndome esperarla frente a la puerta.

Las chicas que entraban me miraban raro, pero no me importaba, yo estaba esperando a mi hermana la cual salió minutos después con lágrimas en los ojos.

—¿Qué te pasa?— me alarmé.
—Nada, nada— me sonrió— se me ha metido algo en el ojo— me tendió la mano la cual cogí sin dudarlo— ¿nos vamos?— me preguntó y yo asentí aún entristecido por verla así.

Esta vez no cogimos el autobús para volver a casa y fuimos andando.

—Arlong, ¿te acuerdas del chico que vino un día a casa?— me dijo de repente.

Fruncí el ceño.

Recordaba a un chico alto mirarme por encima del hombro con superioridad, también recuerdo como besaba a mi hermana, por lo que deduje que se refería a su novio.

Finalmente asentí.

—Hemos roto— se sorbió la nariz.

Automáticamente le corté el paso y le abracé la barriga, ya que era por donde llegaba y ella se agachó para poder corresponderme el abrazo.

—No llores Eli— hundí mi cara en su cuello.
—No voy a llorar más— se separó un poco de mi— te lo prometo— me besó la nariz.

Tras esto volvimos a la caminata hacia nuestra casa, al llegar, abrimos la puerta y al encender las luces vimos que estaba todo desordenado, estaba todo por los suelos, la mesa, los muebles, incluso las cosas frágiles se hallaban rotas por el suelo.

—¿Qué demonios ha pasado?— dijo mi hermana sorprendida.

En un visto y no visto, el chico del quien estábamos hablando antes, su ahora ex novio, apareció de la nada con risa de psicópata y en un acto reflejo, en un segundo apenas palpable, vi a mi hermana en el suelo rodeada por un charco de sangre, el chico tiró el arma blanca que había utilizado para aquel acto tan atroz, después al verme, sin pensarlo me dio un golpe en la cabeza el cual no pude esquivar ya que me encontraba helado al ver a mi hermana moribunda en el suelo, intenté abrir los ojos al caer al suelo, pero por último sólo pude oír unas pisadas apresuradas pasar por mi lado y un portazo.

Fin del flashback.

—Te echo de menos— me arrodillé ante su tumba para poder colocarle las flores nuevas que había recogido por mi mismo— no sabes lo solo que me siento sin ti...— acaricié la lámina de la tumba con delicadeza sintiendo una corriente eléctrica helada dejándome congelado en el sitio mirando fijamente una y otra vez su nombre.

Me quedé allí arrodillado hasta que un hombre que pasaba por allí con una linterna me iluminó ya que había caído una noche muy oscura y me avisó de que ya iban a cerrar.

No quería marcharme, quería quedarme allí con ella aunque sólo fuese una lámina de mármol la que la representaba, pero no me quedó otra que irme de nuevo de allí.

—Te prometo que encontraré a ese hijo de puta—le juré— para que puedas descansar en paz— acaricié de nuevo la lámina y finalmente le di un beso yéndome de allí.

'Te lo prometo Eli', pensé mientras cogía de mi bolsillo las llaves de mi coche, 'no descansaré hasta que lo vea muerto', arranqué y desaparecí entre la oscuridad de la noche.