Josh entra a la casa y lo sigo hasta su cuarto. Le voy gritando pero no se voltea para verme hasta que lo jalo del brazo y se gira para verme.
- ¡Qué! - su tono fuerte de voz me sobre salta y suspira antes de comenzar de nuevo a hablar. - ¿Qué? - Ahora suena un poco más calmado.
- ¿Por qué ese tipo vino a la casa a preguntar por ti? y ¿en dónde has estado todo el día? - sueno calmada y me sorprendo a mí misma.
- No es nada importante, en verdad, Sam. Ve a dormir - abre la puerta de su cuarto, y antes de que la cierre yo lo detengo.
- Dime, Josh.
- Hubo un problema que no vas a entender.
- Entonces explícame.
- No, ve a dormir. - Ahora me dice con dureza y cierra la puerta en un gran portazo.
Bufo y me voy directo a mi cuarto.
[...]
- ¿Y qué pasó con Josh? - me pregunta mi amiga mientras descansamos en unas bancas del patio de la escuela. No hemos tenido clase de cálculo.
- Solo me dijo que era un problema que yo no voy a entender - digo y suspiro. ¿Por qué no querrá decirme qué fue lo que pasó?
- ¿Qué pasa con él?. Tú solo quieres ayudarlo pero él no se deja.
- ¿En qué puedo ayudarlo? Solo tengo diecisiete años - tapo mi cara con ambas manos.
- Puedes darle consejos o algo ¿no? - ella propone.
- Pero él se enoja en cuanto le dirijo la palabra. A veces me da miedo hablar con él. - Ella sabe muy bien como es Josh y aún así me dice esas cosas.
- ¿Ni te dijo la razón del porque ese chico fue a tu casa?
- No, no me dijo nada. Sólo que fuera a dormir - suspiro.
- ¿Es el chico al que le quitó Josh su carro? - pregunta.
- Sí.
- ¿Crees que se haya enojado con Josh por el hecho de que perdió?
- Eso es ridículo, si él perdió que lo acepte ¿no? - ruedo los ojos.
- Pero hay personas que no son así.
- Lily, en verdad ya no quiero hablar de eso.
- Bien, lo siento.
- ¿Ya nos vamos al salón? El maestro no tarda en llegar. - Le digo. Nuestro pequeño descanso se pasó muy rápido y no quiero seguir aquí hablando sobre ese tema. Veo que asiente con su cabeza y nos ponemos de pie. Agarramos nuestras mochilas y nos vamos directo a salón.
Vamos Lily y yo por el pasillo directo a nuestro edificio.
A lo lejos puedo identificar a ese tipo llamado Zayn y al otro, Styles. ¿Qué hacen aquí?.Ambos están recargados en la pared y viendo a lo lejos. Zayn lleva lentes de sol y el otro no. Él nos voltea a ver, o quizá solo me ve a mí. EL chico que se llama Harry Styles lleva un cigarrillo en su mano y le da una calada.
Él sonríe de lado, pero es una sonrisa que amenaza. Que dice que vayas con cuidado porque te vigilo. Esa mirada logra ponerme nerviosa.
- Apresúrate, Lily - Miro para el suelo y tomo de la mano a mi amiga. Y literalmente corremos.
Miro hacia atrás en dirección a ambos chicos, Zayn mira aún al frente mientras fuma un cigarrillo de tabaco que el otro chico ya no lleva en su mano y me sigue viendo con esa sonrisa en sus labios.
Apresuramos aún más el paso Lily y yo.
[...]
Estamos ahora en la última materia de día, con la señorita Smith. Maestra de Psicología.
Nos la pasamos hablando todo el grupo y ella sobre las personas que tienen problemas con el carácter, que llegan a hacer tan violentos por razones no tan importantes.
Y que esas personas a veces pueden llegar a hacernos daño tanto físico como verbal.
Al terminar la clase me quedé un momento con la maestra, Lily no podía quedarse por un compromiso con su madre, así que voy a regresar sola a casa.
- ¿Cómo has estado, Samantha? - me pregunta la maestra mientras guarda sus papeles dentro de su maletín.
- Bien, algo así. Mi papá aún no regresa de Holanda. - Le digo.
- ¿Acaso no recuerda que tiene hijos? - la maestra niega varias veces con la cabeza.
- Él nos ha dicho que regresa en esta semana, y eso estamos esperando Josh y yo.
- ¿Su padre les manda dinero? - me pregunta mientras vamos saliendo del aula.
- Sí, claro que nos manda. Le manda una parte a Josh, y a mí otra. Y una tercera para que yo pague los gastos de la casa.
- Al menos eso recuerda. - La maestra y yo vamos bajando las escaleras, y al final está Styles, recargado en el barandal de las escaleras viendo a lo lejos, como si estuviera esperando a alguien.
Escucha los tacones de la maestra bajar y gira su cabeza hacia nosotras, me mira y sonríe de la misma forma en la que me sonrío hace horas.
La maestra no se da cuenta de nada y sigue bajando las escaleras con la vista baja para procurar no caer.
Él se humedece los la labios.
- Sí, al menos recuerda eso. - Le contesto a la maestra mientras vamos pasando por un lado de él.
Quito la vista de él y ahora veo a la maestra.
- Tu papá debe de saber que no es bueno estar alejado de sus hijos por mucho tiempo, puede llegar a dañarlos. - Nos vamos alejando cada vez más de él y siento aún su mirada en mí.
Llegamos a la sala de maestros.
- Bueno, gracias por acompañarme hasta aquí, Samantha. - Ambas soltamos una pequeña risa.
- No fue nada, maestra.
- En cuanto llegue tu padre házmelo saber, ¿sí? - asiento y ella sonríe. - Bien. Nos vemos la próxima semana.
De igual forma me despido de la señorita Bach. Lo malo de esta materia es que solamente me toca tres horas a la semana, y esas tres horas solo es en un día.
Veo a la maestra entrar a la sala de maestros y ahora yo voy caminando sola por el pasillo.
Tengo que ir al casillero por mis cosas de mañana.
El pasillo está prácticamente solo, la preparatoria se ha quedado sola de a poco.
Solamente escucho mis zapatos deportivos golpear el azulejo beige y el de alguien más que está caminando detrás de mí.
Quizá sea un alumno que también se ha quedado solo igual que yo a estas horas.
Por fin llego a mi casillero. Pongo de lado mi mochila y de soslayo veo el pasillo.
Hay una figura de una persona recargada en los casilleros a lo lejos, a unos veinte pasos de mí y me está volteando a ver. Decido no ponerle atención y abrir mi casillero. Trato de dedicarme solamente a sacar mis cosas que necesito pero aún siento la mirada de esa persona puesta en mí. ¿Quien será?
Cuando oigo sus pasos acercarse me pongo nerviosa y cierro de golpe mi casillero.
Cierro mi mochila y la acomodo en mis hombros para irme de ahí.
Voy caminando bastante rápido y los pasos de la otra persona igual.
- Samantha. - Puedo decir que si voz es conocida, es igual de fría. Dios mío ese acento. Yo sigo caminando sin detenerme. - ¡Samantha! - Esta vez me grita y lo oigo correr hasta conmigo. Me arrebaza y se pone en frente de mí para impedirme el paso.
Levanto la vista para verificar que es él y sí, es él. Harry Styles.
![](https://img.wattpad.com/cover/13731353-288-k453582.jpg)
YOU ARE READING
Black | H.S.
Fanfiction" - No te enamores de mí - me dice sin dejar de verme con aquellos ojos verdes que no muestran ningún sentimiento. En aquellos en donde sus demonios se esconden. ¿Cómo una persona puede tener los ojos más lindos del mundo y que en ellos no muestren...