XXXVIII

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Está claro que no me va hacer mención del nombre de ese tal "viejo amigo", y así que solamente asiento. Quisiera saber quien es ese chico que sabe tanto sobre mí.

        - ¿También consideras a un hermano a quien te esconde todo, Samantha? - me pregunta, aún viendo hacia el exterior.

Puede que Josh a veces me mienta, pero estoy segura de que nada me escondería. Yo no le escondo nada. Bueno, sólo las veces en las que he salido con Harry se lo he ocultado, pero no es un crimen o algo parecido.

Quisiera atacarlo de la misma forma, pero simplemente no tengo argumentos y no sé mucho sobre él para herirlo de la misma forma que lo está haciendo ahora mismo.

         - ¿Por qué no consideras a tu padre uno? - le pregunto, mirándolo a los ojos.

Tengo que reprimir las ganas de llorar.

Su mandíbula se tensa en cuanto termino la pregunta. Juega más constantemente con los anillos que están en sus dedos. Hacemos un debate entre ojos color café y verdes. Su mirada es profunda, seria, oscura... negra. En cambio, la mía podría jurar que se ve débil, triste y quizá con miedo.

         - Porque ni siquiera tuvo la conciencia cuando se acostó con mi madre - dice, entre dientes -. Porque quería hacer de mí lo que él deseaba, pensaba que podría crear una pequeña copia de lo que él era. Era su puto experimento - me dice, y no aparta la mirada.

          - Quizá lo hizo porque quería lo mejor para ti - le digo, tratando de cambiar las cosas.

          - No, Samantha - se acerca un poco más encima de la mesa -. A él le importaba más sobre lo que yo aprendiera, en vez de preocuparse por mis sentimientos. Nunca supe, de niño, lo que era hacer cosas de mi agrado. Si supieras cómo se puso cuando dejé la escuela cara que él me pagaba - bebió el último trago de su cerveza, y se recargó en el respaldo de la silla, nuevamente.

No se ve triste. Se veía enojado ahí sentado en frente de mí. Lleno de rencor hacia ese hombre.

           - Cuando regresamos a Londres - continúa -, cambió demasiado.

Ahora sonaba triste. Su voz se escuchaba débil, a comparación de como estaba hablando.

          - Pero cuando regrese a Londres ese maldito me las va a pagar - agrega, ahora diciéndolo entre dientes, y nuevamente cambiando su tono de voz.

           - ¿Él te golpeaba, Harry? - le pregunto, y mi voz se escucha frágil. Con mucho trabajo había hablado.

            - Aún me sigo preguntando el porque mi madre se había juntado con ese tipo - dice, con la mirada perdida.

No respondió mi pregunta, pero lo más seguro era que sí. El padre de Harry lo golpeaba, y no hay duda en que también a su hermana y su madre.

           - ¿Siguen juntos? - pregunto.

Ahora que me está respondiendo y contando sobre él, tengo que aprovechar para que me responda todo lo necesario.

          - No - niega con la cabeza -. Ellas viven en Londres, y él... No lo sé, simplemente se fue un par de meses después de que hayamos regresado de Los Ángeles. Claro, después de habernos hecho daño a los tres.

Todo lo que me ha dicho, ninguna palabra la había dicho con tristeza, las había dicho con enojo. Existía un enorme rencor en sus palabras... En él.

           - ¿Harry?

           - ¿Mmm? - me mira.

Es como si me estuviera diciendo que tuviera cuidado con la siguiente pregunta que saliera de mi boca.

Black | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora