Black | H.S.

LXXIX

Pongo mi vista en la persona que está sentada en uno de los sillones en mi sala de estar.

Él mantiene su cara oculta tras las palmas de sus manos. Con los nudillos rojos de haber golpeado a mi hermano hace un par de minutos. Teniendo su cabello un desastre y la camisa manchada, al igual que sus jeans ajustados.

Doy algunos pasos hacia él y ya estoy lo suficientemente cerca como para que sienta mi presencia y levante su rostro para poder verme.

Sus ojos se conectan un par de segundos con los míos para después desviarlos hacia algún punto sin importancia.

        - ¿Qué haces aquí? - le pregunto, y mi voz casi es audible. Es como si nunca hubiera, aunque sea, pensado la pregunta, sólo haberla dicho por impulso, y porque en verdad anhelo saber su respuesta.

        - No podía dejarte ir de Londres así, Sam - responde, pero aún no me mira a la cara.

Suspiré fuerte. 

Tengo que sacarle toda la verdad de una vez. No puedo seguir así,  eso que sólo han pasado horas y no días. Y se siente todo lo contrario.

Camino hasta la cocina por un vaso de agua. Me lo tomo con calma, y cuando estoy con el propósito de regresar a la sala de estar. Harry está de pie y está caminando hacia mí.

Extiende sus manos para así agarrarme entre él y acercarme a su cuerpo, pero los esquivo.

        - Necesito saber todo - le digo, repitiendoselo.

Harry peina su cabello hacia atrás. Relame sus labios.

        - Y yo necesito que confíes en mí - responde.

        - Volvería a confiar en ti pero es que la verdad ya no me quedan las fuerzas de hacerlo cuando, lo único que haces, es hacer tu típico juego de palabras.

Agacha su cabeza y peina su cabello hacia atrás. Relame sus labios,nuevamente, antes de hablar.

       - Desearía tener la misma confianza que tenía contigo, Sam.

Suena tan tranquilo, se me hace chiquito el corazón, pero no me tengo que dejar llevar por su tono hacia mí, por sus ojos que están tristes y miran hacia sus pies, ni siquiera me mira, y eso es nuevo, siempre es él quien me intimida con su mirada, pero presiento ahora que es él el que siente mi mirada pesada.

         - Yo también lo deseo, Harry, pero después de escuchar todo lo que escuché, ya no me debo dejar confiar a lo que me dices.

Suspira, y esta vez levanta su mirada hacia mí.

         - Dime qué es lo que escuchaste.

No pienso decirle a detalle lo que escuché entre él y su hermana, solamente le diré mis deducciones para que él también dé su parte.

        - Sé que te estás vengando de mi hermano - lo miro, para ver qué reacción tiene, pero nada sale de él, ni siquiera frunce las cejas cuando lo digo, así que decido continuar -, y quiero saber si yo soy parte de esa venganza. 

Ya está, ya lo dije y no hay vuelta atrás.

Ésta vez sí se tensa. Mira a varios puntos detrás de mí para después regresar su vista a mis ojos. 

         - ¿Por qué crees eso? Te he dicho que si yo me hubiera querido acostar contigo, lo hubiera hecho desde la...

         - ¡No es eso! - lo interrumpo con un tono alto de voz.