XLV

29.3K 2K 365
                                    

Llegamos primero a mi casa para poder guardar todos los víveres. Él me estaba ayudando a bajarlas de su automóvil y las traía dentro de la casa, para que yo las comenzara a acomodar. No había comprado mucho, y supongo que con todo esto sí podía sobrevivir por lo menos un mes.

Harry había puesto la caja de donas en la encimera, para verlo de nuevo salir por la puerta para ir por más bolsas, y decidí tomar una. Juro, desde ese momento, que nunca volveré a no desayunar. Es lo peor no sentir nada en tu estómago. 

Vi a Harry entrar con las últimas bolsas de comida y cerró la puerta. Me vio comer una dona y sonrió.

            - Te dije que sería buena idea - lo dice con un tono victorioso.

Le sonreí de vuelta. 

Dio los pasos necesarios para poder estar cerca de mí. Pasó una de sus manos por un lado de mi cuerpo, sintiendo demasiado cerca su mano rosar mi cintura. Sacó una dona de la caja mientras no dejaba de mirarme a los ojos y una sonrisa en sus labios. Abrió la boca para darle un gran mordisco a su dona. 

           - Entonces... - comenzó a decirme -. ¿Vas a aceptar mi invitación a comer en mi casa? - pregunta.

Luce feliz. Esa sonrisa con la que llegó desde la mañana no se había apartado. Solamente desapareció cuando por poco me atropellan, pero volvió a aparecer, y eso era encantador.

            - ¿Tú vas a cocinar? - le pregunto cuando terminé de comerme mi dona.

Reí por lo bajo cuando comencé a acomodar los víveres que faltaban.

            - Por supuesto - lo oigo decir -. Es hora de que pruebes mi comida - dice -. No es por presumir pero hago una pasta que hasta vas a desear no haberte burlado de mí.

Vuelvo a reír.

Harry terminó también en ayudarme a terminar de acomodar todo. Una vez que terminamos, tomé de regreso mi morral y ambos salimos de mi casa para irnos a la de él.

No puedo creer que esté a punto de ir otra vez a la casa de Harry, y mucho menos puedo creer que él vaya a cocinar algo... para mí.

Se está comportando de una manera tan agradable. De una manera que nunca antes me había tratado. Cada vez más me siento mucho mejor de haber perdido la apuesta en los bolos. Quizá si yo haya ganado, aunque era imposible, a lo mejor Harry ya no siguiera tratándome, o puede que sí. Nunca lo sabré. Lo único que importa es que él y yo ahora estamos tratándonos mucho mejor, y eso está muy bien.

Aún sigo pensando en si somos amigos o no. Claro, nadie, jamás, va a llegar a ser un gran amigo como lo es Lily conmigo. 

Pero no puedo no llamar a Harry amigo, porque he estado contado sobre mí. Yo no tengo más amigos que sepan algo de mí, mas que mi nombre, y Harry sabe mucho más que eso.

Yo lo considero uno amigo para mí aunque él no lo haga conmigo.

[...]

Le dije que yo podría ayudarlo en cocinar, pero me dijo que sólo me quedara ahí viendo cómo lo hacía o que simplemente me fuera a la sala de estar a esperar a que estuviera lista la comida. Tampoco quiso decirme cómo se llamaba su platillo, que según él, es "único".

Así que decidí por estarlo viendo mientras cocinaba.

Mientras él se dedicaba a hacer lo necesario en silencio, yo me dedicaba a ver cada acción de él. 

Sus labios los aprisionaba en sus dientes, mientras que sus cejas las juntaba y miraba fijamente lo que hacía. Lo hacía relajadamente y se veía que en verdad le gustara. 

Black | H.S.Where stories live. Discover now