LXXV

31.2K 1.8K 682
                                    

Harry y yo llegamos a su casa después de haber comido un par de galletas que había hecho su abuela.

Habíamos quedado todos que mañana íbamos a ir a la casa de su abuela a desayunar, por lo menos a las once de mañana, para el anuncio o sorpresa que nos tenía Lorraine. Igual yo estaba segura de que iba a anunciar su matrimonio, y aprovechando que ahora está Harry con mayor razón lo quiere hacer.

Harry me ha dicho que él no conoce a ese chico, y que se le ha olvidado el nombre. Dice que por lo menos tienen un año de haberse conocido, y no le ve la urgencia a su hermana de casarse. Tampoco yo le veo que hayan sido novio por un tiempo bien para decir que ya se quieren casar, pero ya es casa quien que decide hacer lo que quiera. Si ellos en verdad se sienten muy enamorados y fieles el uno al otro entonces está bien dar el gran paso.

Ambos subimos a su habitación.

- ¿Por qué te dicen Edward? - río un poco al recordar como suena cuando así lo llaman su mamá y abuela.

- Les gusta molestarme - comenta.

Río, y él, al verme reír, sonríe y se me acerca en un par de pasos.

- No es tan desagradable ese nombre. Suena más maduro. - digo -. Yo podría decirte Eddy.

Comienzo a reír más fuerte.

- Oh, cállate, Samantha - me dice, y no puede lucir serio porque puedo ver una sonrisa en sus labios que está tratando de esconder.

Río un poco más, pero me detengo cuando siento las manos de Harry en mi cintura para que así ambos estemos aún más cerca. Se inclina hacia mí y junta nuestros labios. Tardó en responder pero al fin lo hago.

No sé a qué viene eso, pero aun así continuamos besándonos.

Siento su agarre más fuerte en mi cintura. Tengo el propósito de alejarme un poco para tomar aire, pero al parecer él no pretende hacer eso. Al contrario, profundiza el beso y va caminando hacia atrás. Nos tropezamos unas cuantas veces hasta llegar a su cama. Se deja caer hacia atrás haciendo que yo estuviera encima de él.

Por fin se aleja de mis labios e inhalo fuerte para recuperar el aire, pero cuando pretendo exhalar siento los labios de Harry en mi cuello y suena más como un jadeo.

Lo oído reír.

Sostengo un poco mi peso con mis manos que están a cada lado de la cabeza de Harry. Él está un poco levantado del cuello para alcanzar mi cuello perfectamente.

Sus manos se van hasta mis muslos, los recorre y llegan a la parte trasera de mis rodillas. Las dobla para que así pueda descansar mi cadera en su abdomen.

Trató de levantarme porque esta posición es un poco cansada.

Cuando comienzo a levantarme, Harry se viene conmigo y ambos terminamos sentados en la orilla de su cama. Yo con sus manos en mi espalda, debajo de mi blusa, y yo con mis manos en su nuca.

Se deshace de mi blusa y yo también me deshago de su playera.

Sus labios vuelven a los míos mientras se pone de pie, yo en sus brazos. Gira para que esta vez yo quede debajo de él.

Escucho como él va bajando el cierre de sus jeans, también escucho cuando esos caen al piso.

Hace frío en esta casa, sin embargo, de esta forma no siento frío, mucho menos cuando ahora tengo los labios de Harry bajar por mis hombros hasta el valle de mis pechos, por mi abdomen. Se detiene al inicio de mis jeans y los desabrocha.

No me atrevo a verlo a los ojos. Me siento avergonzada pero a la vez me siento tan bien haciendo esto, y que él me haga lo que sea.

Me quita el par y los tira al suelo.

Black | H.S.Where stories live. Discover now