XXX

34.3K 1.9K 275
                                    

Estoy segura de que en mi examen de Biología me va a ir mucho mejor. 

Después de lo de anoche me pude consentrar aún mejor.

Harry no duró mucho en dejar de golpear la puerta de mi casa. Se rindió y se fue, no sin antes haberme mandado un mensaje a mi celular.

    "No olvides nuestro trato, Samantha"

Y con ese pequeño mensaje me hizo sentir nerviosa. Pero por lo menos se había marchado y me dejó en paz para poder consentrarme en estudiar. 

Lily y yo fuimos a la biblioteca porque ella quería ir a sacar copias de algunos libros para el examen de Física y para Literatura. Yo decidí esperarla afuera. Puse mi mochila en el suelo entre mis piernas y me dediqué a recargar mi espalga en la pared en forma de descanso. Espero que Lily no se tarde demasiado.

Quería ir por algo para comer pero Lily podría enojarse, pero la necesidad de comer era más fuerte que esperar a mi mejor amiga. Espero que no se moleste.

Bajo las escaleras para ir a la cafetería. Compré un paquete de galletas con chispas de chocolate y un jugo de naranja, y le compré a Lily una dona de chocolate blanco que ella tanto ama.

Como pude iba guardando mi cartera dentro de mi mochila, pero la verdad es que se me estaba dificultando con todas las cosas en mis manos. Tenía que cuidar demasiado el jugo si no quería que se me cayera, pero lo que sí cayó al suelo ha sido el paquete de galletas. Suelto un bufo al cerrar mi mochila. Me agacho para recoger el paquete pero alguien más se me adelanta haciéndome el favor de recoger mis galletas.

Levanto la vista y veo a Connor con una hermosa sonrisa en sus labios.

      - Me alegra verte, Sam - dice felizmente y aquello me hace sonreír.

      - Igual a mí, Connor.

Me extiende mis galletas y yo las recibo dándole las gracias por haber sido tan caballeroso.

      - ¿Cómo te ha ido en tu examen? - pregunta ya que yo le había contado sobre que iba a tener la mayoría de días examenes de todas las asignaturas.

      - Siento que me va a ir muy bien, gracias.

Esta sonrisa ridícula no se aparta de mis labios. Hasta puedo jurar que no siento mi boca de tanto sonreír.

      - Me alegra escuchar eso - también sonríe -. ¿Sam?

      - ¿Sí?

      - Mañana tenemos entrenamiento y... - pasa una de sus manos por su cuello y se ve nervioso -, me gustaría que me acompañaras. Claro, si no puedes te entiendo, ¿quien querrá ir a ver un entrenamiento? - suelta una risa nerviosa.

Río por lo bajo por el comportamiento de Connor.

       - Dime a qué hora y ahí voy a estar - le confirmo.

Su sonrisa crece un poco más.

      - Es saliendo de la última clase - informa -. Si quieres yo puedo irte a buscar al aula de tu última materia.

      - Me parecer perfecto - digo.

Le digo la última clase que voy a tener y en el aula que voy a estar para que pudiera ir por mí. 

Ayer me enteré de que él estaba a punto de cumplir los diecinueve años en un par de meses y que estaba viendo si iba a organizar una barbacoa en su casa con amigos y uno que otro familiar, pero aún así yo ya estaba invitada fuera lo que fuera a hacer.

Se ofreció a acompañarme a la salida de la cafetería.

      - Gracias por acompañarme hasta aquí, Connor.

Black | H.S.Where stories live. Discover now