Black | H.S.

XLVIII

Me incliné un poco más.

No estaba prestando atención a mis acciones y mucho menos a las palabras de Harry. Tampoco le hacia caso a mi brazo que estaba sosteniendo el peso de mi cuerpo, y que también se encontraba entumido.

Yo cerré los ojos en cuanto sentía más el aliento de Harry chocar en mi rostro.

¿Cómo se sentirían sus labios? ¿Cómo besara?

Cuando en verdad estaba sintiendo los labios de Harry rosar los míos, sentí que sus manos tomaron mis hombros y me alejó. Aprovechó ese movimiento para que él pudiera sentarse.

Mi brazo dio las gracias, pero mis labios no.

Abrí los ojos, encontrándome con los de Harry.

Sus cejas estaban juntas, en clara señal de confusión. Y sus manos aún seguían en mis hombros, quizá estaba tratando de que yo no volviera intentar acercarme a él.

Le molestó. Por supuesto que le molestó.

¿Por qué intenté besarlo cuando sé que él quiere a Reachel? Soy muy tonta. Maldita sea, estoy actuando de una manera en la que antes no lo hacía.

Nos seguimos viendo entre los dos.

No se ve molesto, pero lo está, aunque tampoco lo sienta.

Actúo como una cualquiera. Urgida porque yo pueda llamarle la atención de alguna forma. Me acepté a mí misma y a él que me atrae, y hace minutos me acepté a mí misma que me gustaba Harry como nunca me ha gustado un chico.

Agacho la cabeza y susurro:

- Lo siento - digo.

Suspira.

Una de sus manos es la que lo ayude a que yo levante la cabeza nuevamente para poder seguir viéndonos directo a los ojos.

- ¿Por qué? - pregunta.

- Por querer besarte - respondo.

- No, no - niega con la cabeza -. Me refiero a que, ¿por qué querías besarme?

Luce serio. Es como si me estuviera reclamando. No, no suena enojado, pero ese tono de seriedad en sus palabras me hace sentir una pequeña niña siendo regañada.

Vuelvo a agachar la cabeza, pero nuevamente Harry hace que yo lo vea a los ojos. Y en mi barbilla es en donde se queda su mano, quizá para evitar a que yo vuelva a bajar la cara.

- Responde, Sam.

Ahora su voz suena a súplica.

Sam... Me ha dicho Sam.

¿Y ahora qué le digo? No le voy a decir que tenía ganas de probar sus labios y saber de qué manera besaba. Quedaría como una completa estúpida más de lo que he quedado en este momento.

- Yo... - comienzo a decir sin que yo misma saber qué decir. - Es que yo...

Quería bajar la cabeza y esconder mi vergüenza por el resto de mi vida, pero la mano de Harry sostenía firmemente mi barbilla. Así que solamente bajé la vista, y terminé por cerrar los ojos.

- Quiero mirarte a los ojos, Sam - me dice.

Sus palabras hicieron efecto en mí y abrí mis ojos para ver el color verde en los de él.

- Solamente quería besarte - le digo rápidamente, y espero que él me haya entendido.

Ahora él fue quien cerró los ojos fuertemente para que, segundos después, los volviera a abrir.