XLVII

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Escucho a Harry entrar de regreso a la casa. Yo no levanto la cabeza, ni mucho menos cuando está sentado a un lado de mí.

- Lo siento, Samantha - me dice.

Levanto la vista.

¿Qué siente?

¿El que Reachel haya venido? ¿El que lo haya besado en frente de mí sin que él se diera cuenta de que yo los estaba viendo? ¿O siente el hecho de que él me llegara a gustar?

- No importa - respondo sin saber la razón de su "lo siento".

Mira mi lata de cerveza y la agarra en una de sus manos. Veo un gesto de sorpresa en él.

- Pensé que tú no tomabas - se burla y sonríe dejando caer la lata al suelo.

Él agarra la suya y comienza a beber pequeños tragos de ella para volver a dejarla en la pequeña mesa de centro.

- Hay excepciones - le digo también sonriendo.

Lo miro y la escena de él y Reachel besándose aún no se aparta de mi cabeza. En verdad que esto me ha afectado mucho. Y trato de convencerme de que no me importa ni un poco, pero es todo lo contrario.

Está claro que no voy a poder cumplir mi promesa.

- Podría darte de mi cerveza, si es que quieres otra, pero como no soy amable entonces voy a beberla mientras tú babeas - me dice guiñándome un ojo y volviendo a dar un trago a su cerveza.

- Que agradable - río por lo bajo, y él también.

¿Qué pasa con él? Está actuando como si Reachel nunca hubiera venido a gritarle hace minutos. Me está guiñando el ojo, me está sonriendo y está bromeando conmigo. ¿Acaso también está borracho? Lo dudo mucho.

Lo volteo a ver. No tiene los ojos rojos, y mucho menos un gesto que diga que está borracho. Solamente lleva una sonrisa con los labios apretados, su hoyuelo es marcado en su mejilla izquierda y también me mira directo a los ojos.

- ¿Qué tanto me miras? - le pregunto con tono divertido.

Me siento un poco tonta, pero no al extremo de hacer cualquier estupidez.

Le hice la pregunta a Harry pero él seguía viéndome, solamente que ahora no tenía esa pequeña sonrisa en sus labios.

Creo que se dio cuenta de que me estaba viendo mucho, porque negó con la cabeza. A continuación, se puso de pie y bebió por última vez de su cerveza para agarrarme de la mano y ponerme de pie junto a él.

Se quedó viéndome mientras sostenía mi mano con la suya. Era como la vez en la que me dijo que le prometiera no enamorarme de él. Así lo tenía en frente de mí. Viéndome cuidadosamente, otra vez. Ya se le está haciendo costumbre.

Comienza a caminar y jala de mi mano para que yo vaya detrás de él.

Caminamos por el pequeño pasillo hasta dar con la puerta, en donde, tiene su pequeño librero. Entramos y prende la luz.

No me suelta de la mano cuando ambos estamos viendo el librero en frente de nosotros. No sé qué pretenda, pero me siento un poco mareada, y si no fuera porque tengo la mano de Harry sosteniéndome quizá, si llego a caerme, él podría amortiguar un poco la caída.

- ¿Qué hacemos aquí? - le pregunto sosteniendo mi cabeza con mi mano libre.

Me acaricio un poco la sien. Me escucho como si recién me hubiera despertado.

Black | H.S.Where stories live. Discover now