<<Magnus se había presentado, un par de semanas después de haber realizado el retrato de los Lightwood, en la habitación de Alec. Llevaba un cuento porque estaba enseñándole a leer, como habían acordado.
Era un cuento de príncipes, ya que a Alec le gustaba tanto el tema que era de las primeras preguntas que había hecho: si él tendría un príncipe algún día.
Magnus había sentido sus labios tirar en una sonrisa cuando apareció y el rostro de su pequeño predestinado se iluminó. Aquellos ojitos brillaban y la sonrisa parecía un reflejo de la suya.
Magnus había avanzado hacia él y se había agachado para recibirlo en sus brazos cuando el niño salió corriendo de su cama.
El corazón de Magnus latiendo feliz y acelerado por la emoción, casi podía escuchar ya el "¡Magusss!", su sonido favorito desde que lo escuchó por primera vez, en la dulce vocecita de su niño con ojos de cielo.
Y ese corazón se detuvo un momento, saltándose un latido, cuando el pequeño príncipe se detuvo frente a él con un salto y lo abrazó sonriente, en un primer momento Magnus creyó que había escuchado mal, que ese "Magnus" había sido así porque estaba amortiguado al tener Alec su rostro enterrado en el pecho de Magnus.
Pero entonces Alec se había separado lo suficiente para sonreírle y volver a decirlo: -Hola, Magnus.
Magnus sabía que se había quedado congelado, que debería decir algo, pero no podía. Algo se sentía...incorrecto.
Aunque era evidente que Alec crecería, y él esperaba con ansias ese momento, también quería disfrutar del tiempo juntos mientras eso ocurría, y no creyó que tan pronto su niño crecería, que dejaría de ser "Magus" para él.
Alec era tan dulce y cariñoso. ¿Qué pasaría si con el tiempo eso cambiaba?
Entonces Alec había hecho un puchero. -¿No te gusta? Papi me enseñó a decirlo bien, él dijo que tenía que pronunciar -el mismo Alec hablaba lentamente, con calma para decirlo todo bien- todo correctamente. Y ya puedo, Mag-nus.
Magnus se obligó a sonreír. Alec sólo quería hacer sentir orgulloso a su papá y seguramente pensó que lo mismo sucedería con él. Sin saber que con sólo existir, hacía sentir bien a Magnus.
Magnus había abrazado un poco más fuerte a su niño antes de tomarlo en sus brazos y llevarlo a la cama. -Claro que me gusta, mi niño, pero yo amo como hablas tú. No tienes que cambiar para mí. Es todo un proceso, Alec, no debes forzarte. Tú eres perfecto, mi niño, así como eres.
Alec había bajado su mirada y jugueteado con sus manitas. -¿Pero si te gusta? Ya puedo decirlo. Magnus. Te quiero mucho.
Alec había lanzado sus bracitos alrededor del cuello de Magnus, apretando con fuerza. Ocultando su rostro en el hueco de su cuello, su naricita acariciando la piel de Magnus.
Y Magnus no tuvo corazón para decirle que extrañaba ese "Magus", lo diferente que sonaba de cómo lo llamaba el resto del mundo, lo cariñoso y especial.
-Todo de ti me gusta, mi niño con ojos...
-¡De cielooo!
Y al menos eso era algo que Robert Lightwood nunca podría quitarles...>>
-¡No me gusta! -gritó Alec de nuevo, volviendo a patalear, siguiendo con sus pucheros-. No me gusta, Magnus. Quiero que se vaya.
Ragnor sólo se rió. Alec era sólo un niño y además debía ser complicado tener fuertes sentimientos por Magnus que ahora no entendía. Era el predestinado de su mejor amigo y él no se enojaría por un pequeño berrinche del pequeño príncipe.
En cuanto Magnus terminó la curación, Ragnor se alejó de él. Se detuvo al lado de Alec antes de salir, se agachó para hablar con el niño: -Soy Ragnor. Soy amigo de tu Magnus.
El dijo "Tu Magnus" sabiendo que eso ayudaría a que la seguridad del niño no se rompiera.
Alec lo miró con recelo en esos ojitos azules, aunque se veía más calmado, aun así hizo pucheros y dijo "No me gustas" antes de girar su rostro y pretender ignorarlo.
Ragnor se rió de nuevo y revolvió su cabello antes de salir. -A mí sí me gustas. Cuida y quiere mucho a Magnus.
Magnus miró a su niño atentamente, intentó no sonreír por los tiernos celos infantiles de Alec.
Alec no se movió hasta asegurarse que ya estaban solos. Él corrió de nuevo hasta Magnus, extendiendo sus brazos, aun cuando ya era más grande.
Alec trepó en un abrazo, aferrándose a él, derritiendo el corazón de su predestinado cuando susurró: -Yo sí te quiero, Magnus. Mucho, mucho.
-También te quiero mucho, mi niño.
Alec se separó para mirarlo. Mostrándole sus ojos, sin lentes de contacto ahora. Los señaló con una sonrisa. -Ojos de cielo. Tuyos. Sólo para ti.
Magnus sonrió y negó, ¿cómo alguien podría enojarse con este pequeño celoso?
CONTINUARÁ...
Ahí tuvieron la primera vez que Alec dijo "Magnus" 😭💔 voy a extrañar ese "Magus"
Y Alec celoso es tan lindo hasta de peque 😂😻
¿No aman a Ragnor? ¿Qué otro personaje esperan que aparezca en la historia?