Esperanza había salido de la habitación con el pequeño Alec, Izzy ya estaba entre sus dos padres siendo presentada con orgullo a las familias que se presentaban ante los reyes Lightwood.
Los Herondale aparecieron con su pequeño hijo de la edad de Alec: Jonathan Christopher Herondale.
Los Fairchild con una pequeña, también de la misma edad, que los Herondale ya habían tomado como comprometido con el pequeño Jace Herondale: Clarissa.
En ese momento en que Alec apareció en la puerta de la mano de su niñera, todas las miradas fueron sobre ellos. Incluso Esperanza tuvo que resistir el impulso de llevar sus manos a sus ojos para asegurarse que los lentes seguían ahí. El pequeño príncipe Lightwood se ocultó tras ella.
Y Robert hizo una mueca. Su hijo nunca, con Gen H o sin Gen H, dejaba de avergonzarlo.
Robert se estaba disculpando con los Belcourt, para retirarse e ir por su hijo. Al menos si lo tenía cerca, podía vigilarlo...
Cuando la princesa Camille habló: -¿Es ese el príncipe Lightwood? Me gusta -ella miró a su padre con reproche-, me dijiste que no era posible porque era menor que yo y un niño.
La princesa Camille tenía diez años. Y le habían dicho que no podía comprometerse con Alexander Lightwood, aunque era el príncipe más importante, porque era sólo un niño, seis años menor que ella.
Mientras la princesa Belcourt hacía pucheros a su padre -que la pequeña Izzy imitaba-, Robert buscó a su hijo con la mirada, ¿qué podía haberle interesado de Alec a esta niña mimada?
Y entonces lo vio, la princesa no estaba viendo al pequeño príncipe Lightwood, sino al maldito hombre al lado de él. Obviamente el muchachito llamaría la atención de cualquier princesa. Era unos años mayor que ella. Con su piel acaramelada, su sonrisa descarada, el cabello oscuro que ahora parecía tener reflejos dorados, y esos ojos que -aunque oscuros- a Robert le parecían extraños y no le gustaban. El chico parecía cualquier otro príncipe con esa actitud y esa ropa. No el vil jardinero que era.
-Si nos disculpan un momento -Robert sonrió a los reyes y a la princesa y comenzó a avanzar hacia ellos, mirando molesto a Maryse cuando ella e Izzy no fueron de inmediato.
* * *
-Todos me están viendo -Alec, que estaba medio oculto tras Esperanza, también tapaba su rostro con sus manos, mirando de vez en cuando entre sus dedos.
Ambas manos cayeron y una sonrisa apareció en aquel rostro cuando, incluso cuando Magnus estaba unos metros alejados todavía, se acercó hacia ellos. Alec lo sintió. El vínculo entre ellos era cada vez más fuerte, fortaleciéndose con su cercanía.
Magnus le sonrió a Esperanza e hizo una leve reverencia que la hizo sonreír. Y luego miró al pequeño príncipe con una sonrisa más amplia que el niño le regresó feliz.
-¡Magus, te quedaste!
Una ceja de Magnus se alzó y Alec cubrió su boca con sus manitas, alzó aquellos ojos -ahora oscuros cielos ocultos- para mirar a Esperanza y pedirle agacharse para susurrar: -El jardinero -dijo, con voz muy seria, y una risita después- se quedó. Me gusta.
Esperanza y Magnus no pudieron evitar una risa.
-Magnus -fue todo lo que Esperanza dijo. Él había dicho que no se alejaría se Alec, pero se supone que debería estar alejado, oculto.
Pero Magnus, viendo asustado a Alec, sintiendo el miedo de su predestinado, no había podido evitarlo y se había acercado a ellos.
Las miradas sobre los tres fueron cada vez más conforme el rey Lightwood se fue acercando a ellos, con la reina y la princesa tras él.
Magnus alzó su rostro para encontrarse con la mirada del rey. -Alexander, mi niño, aquí estabas -dijo muy alto, para oídos de todos, y después más bajo: -¿Qué hace usted aquí? Usted debía ser despedido al terminar el jardín. Y, además, vestido así...
Magnus miró su atuendo. Era más que adecuado para esta fiesta.
-¿De dónde robó algo así? -terminó Robert.
Sólo el pequeño Alec hizo que Magnus se contuviera.
Esperanza habló en ese momento: -Su Majestad, fue la reina quien sugirió que estuviera presente y bien vestido -ella fue alzando la voz, confiando en que esto saliera bien-, para que todos conozcan al joven y talentoso artista que ha trabajo en sus jardines las últimas semanas...y que seguirá decorando el palacio Lightwood.
La mirada de Robert Lightwood contenía un nivel de molestia que ninguno de ellos había visto antes.
Maryse abrazó con fuerza a su hija.
Alec volvió a ocultarse tras Esperanza.
Y Magnus apenas pudo contenerse de tomar la mano de su niño.
Fueron interrumpidos por una vocecita chillona: -Entonces él no es un príncipe, pero es un artista.
Camille y sus padres ya estaban a un metro de ellos.
Robert se vio obligado a sonreír entonces y asentir.
La rubia princesita miraba sólo al "joven artista" y al pequeño Alec no le gustó esa mirada.
¡Sólo él podía ser de Magus!
CONTINUARÁ...
Llegada de nuevos personajes 🙌
¿Qué opinan de la mentira de Esperanza?
¿Quién será el prometido de la pequeña Izzy?
¿Y quién ya odia a Camille? 😅