Prohibido Enamorarte. ✔

By PerlaRubi0

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Ellen es una chica con una vida bastante normal, hasta que una noche como cualquiera se convierte en una de l... More

PROHIBIDO ENAMORARTE.
Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Epílogo.
Playlist #Harllen.
Playlist #Drellen.

Capítulo 12.

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By PerlaRubi0

Harold.

Me había dado cuenta de dos cosas: una de ellas es que había encontrado a una persona que me entendiera y que no le importara lo jodido que estoy por dentro y la segunda es que esa misma persona me ayuda a controlar el odio que llevo dentro hacia el mundo en general. No pensé que encontraría a una persona que fuera así de comprensiva conmigo, tampoco creí que llegaría a aguantarme pero ella lo hizo. Ellen de alguna manera me está siendo de gran ayuda y espero que yo también le sea de gran ayuda. Ella esta aterrada, y yo estoy dispuesta a ayudarla.

No sabía que es lo que estaba sintiendo dentro de mí, pero era una sensación que no quería perder. Era la única sensación que no era odio, sino otra cosa. Otro sentimiento. Y realmente me asusta lo que estoy sintiendo, porque, para ser sincero conmigo mismo, no quisiera que por confundir las cosas pueda perderla. De alguna manera, Ellen se había convertido en mi única amiga, en la única chica a la que le he contado la situación entre mi padre, la única chica que ha podido distraerme para no hacer una locura, la única chica que me ha hecho sentir humano. Y no quiero perderla.

Ellen se metido en mi vida, pero también se estaba metiendo en mi corazón; y no sé si sea agradecimiento o algún otro sentimiento que nosotros los seres humanos sentimos, pero aquel sentimiento me estaba volviendo loco. Ellen me estaba volviendo completamente loco y aunque me cueste trabajo admitirlo, me alegro de que este aquí conmigo.

—¿Verdad o reto? —Ellen me había convencido de jugar a este estúpido juego, llevaba tanto sin jugarlo, pero por alguna razón no le podía decir que no.

Tenía que pensar bien eso. No quería confesarle algo, creo que le he dicho demasiadas cosas sobre mí en tan poco tiempo en conocernos, que, me asusta. Pero tampoco quería que me ponga un reto, quiero decir, eso es de niños.

—Verdad —terminé escogiendo por lo más típico que pedimos cuando jugamos a ese estúpido juego.

—¿Hay alguna chica que te guste?

«Carajo... ». No sabía una respuesta sabia para responder a ello. Podría mentir, pero no me serviría de mucho.

—Gustar no, pero me atrae una chica que me ha gustado desde la primaria —Ellen rió—. Se llama Vanessa y te juro que es la chica más sexi que he visto en mi vida.

—¿Por qué no le hablas? Quiero decir, estas soltero, eres muy atractivo y estoy segura de que ella sería del todo afortunada por tenerte.

La miré a los ojos.

—Ellen, ¿acaso quieres que yo salga con alguien?

Ella asintió con la cabeza.

—No me digas que ya no sabes cómo hablar con una chica, bueno una chica que te guste, que realmente te guste.

«Eso mismo hago...» volví a pensar, y estaba a punto de decírselo, pero me contuve y lo único prudente que pude hacer fue negar con la cabeza. Ellen Colin poco a poco me torturaba, la sola idea de no poder tenerla conmigo me está consumiendo lentamente.

—Bueno, como soy tu única amiga, te ayudare. No sé mucho sobre cómo hay que coquetear con hombres, pero soy una mujer por lo que te daré consejos para que esa tal Vanessa caiga rendida a tus pies —Ellen se rio, y pude sentir algo dentro de mí que me estaba agradando—. Ella quizás al principio se haga la difícil, y si se está esforzando demasiado, ahora serás tú quien se haga el difícil, ¿de qué manera? Pues haciendo que sienta celos hacia ti, muéstrate desinteresado con ella y cuando ella este loca por ti, ahora sí, toda tu atención debería estar en ella si es que la quieres. Y mañana será el día en el que tú empezaras a mostrar interés hacia Vanessa.

—Estas demente —dije negando con la cabeza—. Aunque no lo creas yo no soy como Drake, quizás ese consejo deberías dárselo a él, no a mí.

Ellen hizo una mueca y luego, sacudió la cabeza en señal de desaprobación.

—Drake es un asco, no pienso volverle a hablar. Como sea, es tu turno.

Puse los ojos en blanco —: ¿Verdad o reto?

—Reto —ella contestó de inmediato, impresionándome de alguna manera.

Tenía un millón de cosas en mente que podría ponerle. Quizás que me besara, o cualquier otra cosa con tal de tenerla a mi lado. Es egoísta pensar eso, pero no quería perderla de ninguna manera. Entonces, fue cuando se me ocurrió algo fantástico, algo que nunca antes pensé que podría haber dicho o hacer. La cuestión es que no se si Ellen estaría dispuesta a aceptarlo. Quizás a ella se le haya ocurrido, pero no creo que lo quiera hacer, de todas maneras, tendrá que. Es su reto.

—¿Todavía estas molesta con Helen?

La pregunta al parecer la sorprendió mucho. No habíamos hablado sobre ella en un largo tiempo y lo entiendo, me cuesta trabajo mencionarla, de solo pensar que estuvo con Drake, me dan unas ganas de romperle la cara a ese cabrón y a ella, pero me estoy conteniendo porque esto valdrá la pena.

—Supongo —respondió ella, luego de unos segundos de haberlo pensado.

—¿Y con Elliot?

—Por supuesto —Ellen asintió—. Sabes que lo odio, lo odio más que a nadie en este mundo.

Pan comido.

—Te propongo algo. Yo todavía sigo furioso con Elliot por no habérmelo contado y con Helen por haberme engañado, he estado pensando en algo para vengarnos de los dos.

—¿Qué cosa? —frunció el ceño.

— Verás, esta mañana cuando llegamos juntos a la universidad, Helen se veía furiosa y Elliot me odia y sé que odia la idea de que este contigo —ella asintió, poniéndome todavía más atención de lo que ya lo hacía antes—. Finjamos ser novios, solo piénsalo, ellos no soportaran la sola idea de que estemos saliendo. Helen estaría furiosa y Elliot peor.

Terminé con una sonrisa. En cambio, Ellen parece sorprendida o quizás confundida por lo que le acabo de proponer. Ella se rio irónicamente, por lo que dudo mucho que ella quiera aceptarlo, aunque a mí por otro lado, me encantaría. No solo porque estoy sintiendo algo (algo que no puedo ni siquiera explicar o descifrar) por ella, sino porque realmente me quiero vengar de ese par. Incluso de Drake, que puedo notar que él está sintiendo alguna atracción por Ellen.

Ellen me estaba mirando, pero no de la manera que estaba esperando, tenía una expresión burlona en su rostro, era obvio que la idea no le gusto en lo absoluto, pero vamos, quizás sea una proposición estúpida e infantil (demasiado) pero sé que ella quiere vengarse de Elliot y la mejor manera es fingir que sale con su enemigo.

—Okay —Ellen sacudió la cabeza y rio—. ¿Qué te hace pensar que ellos se tragaran la historia de que salimos? Le dije a Elliot que tú no me agradabas, dudo mucho que nos crean.

—Por eso estaremos juntos, como si fuéramos una verdadera pareja —tragué saliva—. Tú y yo sabemos que a Helen no le gusta nada la idea de que yo salga con su hermana pequeña. Y tú sabes que Elliot me odia, no van a soportar la idea.

—Y cuando nos hayamos vengado, ¿qué?

—Tu sales con cualquier chico y ahora tendré a Vanessa rendida a mis pies —Ellen abrió su boca con sorpresa mientras que yo le guiñé un ojo—. Sabes que será algo divertido ver la reacción de todos cuando piensen que somos novios.

Ella se quedó en silencio. Creo que lo está considerando y si es así, pues espero que no piense que soy un demente por proponerle este tipo de cosas. Lo hago solo por venganza, no porque me siento atraído hacia ella, bueno, quizá un poco. Ellen sonrió y estrechó mi mano.

—Creo que eres mi novio a partir de mañana.

Ellen.

Quizás sea la peor decisión que he tomado en mi vida, pero Harold tenía razón. Elliot odia a Harold por alguna razón y Helen no soportara la idea de que salga con su ex. Es algo estúpido, teniendo en cuenta que Harold y yo apenas nos conocemos, pero al menos tenemos algo en común. Queremos vengarnos, vengarnos de las supuestas personas que son nuestros amigos y nos apuñalan por la espalda.

Sé cuál será su reacción y ya estoy más que entusiasmada por verla, sé que me odiara, pero no tanto como yo la odio a ella.

Al día siguiente me sentía demasiado ansiosa, en ese aspecto tenía que ser sincera. Estaba desesperada para que Helen y Elliot nos vean a Harold y a mí como una supuesta pareja. No sé si se van a creer el cuento de que estamos saliendo, pero por mi parte haré la mejor actuación para ser los más realistas posibles, la sola idea de poder ver su reacción me está consumiendo como no tienen ni idea. Y sé, sé que esto es muy infantil de alguna manera, pero ambos saldremos con un beneficio.

Habíamos llegado al instituto como el día anterior, pero esta vez sería completamente distinto ya que ayer cada quien se fue por su parte y hoy, hoy iríamos como si estuviéramos saliendo. Quizá la idea me aterra por completo, teniendo en cuenta que estos últimos días he llamado mucha la atención por el asunto de Elliot y ahora con lo de Harold, sé que seré el centro de atención para muchas personas. ¿Cómo van a reaccionar? ¿Se lo tragaran acaso? ¿Pensaran que soy una demente por estar saliendo con el ex de mi hermana (aunque sea una farsa, pero ellos no lo saben)?

Los nervios me estaban consumiendo viva, estaba demasiado intranquila como para estar pensando con claridad. Harold había aparcado el auto en el mismo sitio del día anterior, él me miró con el ceño fruncido, él en estos últimos días que hemos estado unidos me ha conocido más de lo que imaginaria que una persona en tan poco tiempo me llegara a conocer. Harold se había convertido en un verdadero amigo, fiel y el cual realmente le intereso. Con la traición de Elliot, no pensé que me volvería a encariñar con alguien como lo he hecho con Harold.

—¿Nerviosa? —preguntó él, mirándome directamente al rostro.

—Hasta el punto de querer vomitar —dije tartamudeando—, pero estoy lista para patearles el trasero.

Harold río e inmediatamente salió del auto. Yo por otro lado, me quedé unos segundos quitándome el cinturón de seguridad y tomando mi mochila de los asientos traseros, cuando estaba por abrir la puerta del pasajero, Harold me ganó, provocando que mi boca se abriera por la impresión. Hacía mucho tiempo que nadie hiciera ese gesto conmigo. Sentí un cosquilleo en mi estómago pero no me deje llevar por esa sensación, salí del auto sin más y le dedique una sonrisa.

—No te sorprendas si me ves haciendo esto muy seguido, solo de esa manera van a empezar a correr la voz de que hay algo entre tú y yo —Harold frunció los labios por un momento—. ¿Segura que quieres seguir? No hay ningún problema si nos echamos para atrás...

—No —negué, no me gusta interrumpir a las personas, pero esto ya lo había pensado toda la noche y Harold tenía razón, necesitábamos darle una prueba de su propio chocolate a esos dos—. Me encantaría ser tu novia —suspiré y esas palabras se escucharon tan extrañas ya que lo estoy pensando—. De mentiras, obvio.

Él se rio y asintió con la cabeza —: De mentiras —repitió lo mismo que yo, pero en un tono grave y despacio, haciendo de alguna manera que esas palabras se quedaran en mi subconsciente repitiéndose una y otra vez hasta el punto en que me doliera el pecho. Estábamos a punto de entrar a la universidad, cuando sentí la mano cálida de Harold entrelazándose con la mía, incliné la cabeza para mirar la imagen, no podía creer que estemos haciendo esto ahora mismo—. Hay que dar más realismo.

Asentí con la cabeza, aunque no estaba muy segura de que esta fuera la mejor manera, no iba a dejar de seguir con esta farsa. Iba a agarrar al toro por los cuernos y que sea lo que Dios quiera.

Cuando pasamos por los pasillos de los casilleros, todos, absolutamente todos voltearon a vernos. Es como si fuéramos unas celebridades, ni siquiera conocía a nadie de mis compañeros y al parecer ellos saben quién soy yo. Harold me soltó de la mano y con esta misma me abrazó.

—Todo el mundo nos ve —susurré, intentando que solo él fuera el que me escuchará—. Me siento como Bella Swan cuando entra con Edward en Twilight.

Él sonrió, mostrando sus hoyuelos.

—Y yo me siento como un integrante de la familia Kardashan.

Tenía que detenerme en mi casillo para hacer cambio de libros, ambos nos detuvimos en el mío y solo hice el cambio lo más rápido posible. Tenía en primera clase matemáticas en el segundo piso, en donde está asignada la primera clase de Harold. Pude ver que al inicio de las escaleras, se encontraba Helen junto con Kennedy. Unas ansias inmensas de lanzarme contra ella y arrancarle las extensiones del cabello me pasó por un segundo, pero no iba a perder mi dignidad por esa tipa, no. En cambio, podría aprovecharme de la situación, quizás a Kennedy le de igual si estoy con Harold, pero a la chica que esta su lado, le dolería.

—¿Cuándo crees que le moleste a Helen que estemos ahora mismo abrazados? —pregunté, lo más rápido posible antes de que la atención de mi hermana estuviera en nosotros.

—Mucho —Harold contestó con una sonrisa burlona.

Helen estaba dándonos la espalda, pero Kennedy nos estaba mirando, antes de que le dijese algo a mi hermana, tomé de la mano a Harold y también me acurruqué en él, como si fuéramos la pareja más cursi del universo. La chica morena abrió la boca con sorpresa, haciendo que mi hermana se girara hacia nosotros y fue ahí cuando la guerra inicio.

Pasamos a un lado de ellas dos, sin voltear a verlas, sin decir una sola palabra, sin soltar ningún suspiro. No lo teníamos planeado, pero salió genial. Helen se nos quedó mirando con sorpresa, tristeza, confusión e ira, pero a ninguno de los dos nos importó (o actuamos como si no nos importase) hasta que subimos del todo los escalones hasta llegar al segundo piso, en donde se encontraban los alumnos de segundo año. En donde se encontraba Elliot junto con Drake.

Ambos nos miraron con el ceño fruncido, como si no creyeran lo que estuviesen viendo. Algo dentro de mí quería decirles con cinismo «Si, no están viendo mal, ¡Harold y yo somos novios! » pero claramente no iba a decirlo. No hasta que quiera hacerlo. Cuando llegamos a mi clase asignada, Harold sonrió, pero sabía que si estaba sonriendo era porque quería morirse de la risa. Tanto como yo.

—Dime que están mirando hacia nuestra dirección —susurra él, tomando mis manos.

Miré de reojo hacia nuestro lado izquierdo, en donde se encontraban ellos dos y en efecto, estaban mirando hacia nuestra dirección. Todo el mundo nos miraba, hasta murmuraban cosas.

—Sí —respondí con una amplia sonrisa en mis labios. No había otra cosa que me estuviera poniendo de tan buen humor que este preciso momento—. Elliot está rojo del rostro.

Harold seguía sonriendo, pero esa sonrisa no era la misma de hace unos momentos, era una sonrisa realmente honesta. Algo en el ambiente había cambiado de alguna manera, y cuando menos me lo esperaba, él se inclinó hacia mí. Pensé en muchas opciones que podrían ocurrir cuando un chico se inclina hacia adelante. Y la más evidente es que, quiere besarme. Pero en cambio, yo no. ¿Besarlo? Había olvidado totalmente esa parte, ayer no hablamos sobre eso y creo que teníamos que dejar unas cosas muy en claro. Cuando Harold ya estaba abusando de mi espacio, tuve que colocar ambas manos en su pecho y hacerlo hacia atrás de un leve empujón, el cual según yo, era juguetón. Harold abrió sus ojos y pude ver que en sus ojos transmitían la decepción quizás. Volví a mirar de reojo y la atención de Elliot estaba en mí, quizás podría aprovecharme de esta oportunidad, pero ¿besar a Harold? Esa no es la manera. Por lo que tuve que subir mis manos hacia su cuello y darle un pequeño abrazo, en si ni siquiera era un abrazo.

—Lo siento...—le susurré lo más despacio posible—. Yo no...no puedo...no puedo besarte, Harold.

Sin embargo, él no pareció molestarle que lo haya besado o no. Él se apartó y fingió una sonrisa.

—Creo que debería irme a clase —Harold retrocedió a un mas, pude ver que se veía avergonzado o quizás decepcionado porque no le besé. No puedo estar segura—. Te veré saliendo de clases.

Dicho eso, Harold se fue sin decir nada más, dejándome con un dolor intenso en el pecho. No es como que no quisiera besarlo, en una gran parte dentro de mí, quisiera hacerlo, pero otra parte me dice que no. Que no hay que ir por allí y que si no quisiera perder su amistad, deberíamos establecer reglas. Las cuales, una de ellas, deberá ser que no habrá besos excepto en las mejillas o frente, pero labios, no. No pienso hacerlo. Y aunque sé que está mal y sé que él lo sabe, me estaba sintiendo como la peor persona del mundo. Harold me había dejado con un dolor que no se si voy a poder soportar por el día de hoy, pero no podía hacer nada más que entrar a clases. Cuando volví a mirar hacia mi izquierda, Drake se había marchado y solo se encontraba Elliot hablando con un chico, el cual no podía verlo porque me estaba dando la espalda. Cuando sonó la campana, varios de mis compañeros de clase entraron al salón, y cuando me giré para entrar también, miré de reojo, dejándome con la boca más que abierta. Elliot ya no estaba, pero si el chico que estaba hablando con él. Solté mis libros de texto, llamando la atención de aquel chico, él se quedó con la misma impresión que la mía. Abrí mi boca, para decir algo, cualquier cosa.

—B-Brandon...—balbuceé.

N/a: Aquí les dejo el último capítulos que he escrito! Nos vemos pronto, chic@s :)

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