Considero ir a mi casa cuando paso cerca de mi calle, pero eso significaría explicarle a mamá por qué estoy ahí y qué sucedió, lo cual me llevaría a hablar de Keyra y mencionar también que acabamos de romper. Y, no. No me siento como para hablar sobre eso.
Trato de desplazar todos los pensamientos que me golpean en la cabeza una y otra vez en el camino de regreso al instituto, pero siguen ahí, los muy cabrones.
¿Cómo es que fue tan fácil reírnos hasta tener dolor de estómago en el auto esta mañana y horas más tarde estar rompiendo? Joder, Keyra es tan frustrante. De todas formas, debí verlo venir. Ya llevábamos un historial de discusiones desde hace semanas.
Mi subconsciente continúa recordándome que fui yo quien la dejó a ella y no al revés.
«Te informo» me digo. «Que si ella deja el tratamiento, significa que quiere morir. ¿Morir no es dejarme también?»
No estoy haciendo más que adelantarme a los hechos. Si me quedo con ella y la apoyo con esa estupidez, va a morir. Voy a perderla de todos modos. La deje o no. Y éste camino es más fácil que verla morir. Si nadie apoya a Keyra con la idea de dejar las quimioterapias, eventualmente podría continuar con todo, por lo tanto, hay más posibilidades de que viva sin mí que conmigo.
—Es perfecto —digo en voz alta—. Todo es perfecto.
Ya es de noche cuando me detengo en el parque para alumnos del instituto y la lluvia está cediendo. Recuerdo que Will dijo que tendría que anunciar mi llegada en cuanto estuviera de vuelta, por lo que paso por la administración para dar aviso.
Al sacar mis llaves de la habitación, encuentro en mi bolsillo el manojo que Will me dió esta mañana. Fascinante. Ahora tendré que llamarlo para entregárselas de vuelta, y más vale que eso no signifique ver a Keyra cuando lo haga.
Brandy y Harry están en la habitación viendo un poco de televisión cuando entro.
—Hola, chicos—digo. Mantener la calma está siendo más sencillo de lo que creí.
—¿Cómo está Key? —Brandy pregunta. ¿Qué hay de mí?
—Perfecto—le digo. —Todo es perfecto. —Esbozo una sonrisa casual y me lanzo sobre mi cama.
Sólo tengo que desplazar a Keyra de mi mente, eso es todo. Distraerme, hacer todas las cosas que no he hecho en el último tiempo a causa de ella. No estoy diciendo que no me gustase verla, me encanta verla. Pero me quitaba tiempo, ahora lo tengo de vuelta.
«Cabrón» la vocecilla me dice.
«¿Ahora no puedo sacar el lado bueno de esto?» me digo.
«Sólo imagina lo destrozada que Keyra ha de estar ahora mismo.»
«Ella estará bien. Si no lo está, es por su propia decisión.»
—Oye, Niall. Estábamos pensando en pedir una pizza con el resto de la gente—Harry dice y Brandy se acomoda junto a él.
—Sí, me parece una buena idea—digo, no muy interesado en hablar con ellos.
—¿Estás bien, Nialler? —Brandy me mira extraña y ladea su cabeza.
—Ah, sí—respondo. La miro como si estuviese imaginando cosas. Nada pasa. —¿Cómo estuvo el día? —cambio de tema. —¿Brands, recordaste entregar mi tarea de historia?
—Sí—sonríe orgullosa de sí misma. —No olvidé hacer algo, por primera vez.
—Aw, mereces un premio—Harry dice, estirando su boca y hablando con voz de idiota. Brandy le sonríe.
Ruedo mis ojos y lucho contra el impulso de burlarme de ellos. ¿Así me veo cuando le hablo a Keyra? Digo, no ahora.
Cuando entramos en la sala de descanso, Toffee abre la puerta con una cámara de vídeos justo en frente de nuestras caras.
—Digan hola.
—Hola—los tres decimos al unísono y nos hacemos espacio para entrar. Louis, Zayn y Liam ya están ahí y la pizza emana un delicioso aroma por toda la habitación. Ahora comprendo por qué la alfombra está tan sucia, seguro miles de personas han comido pizza y otras cosas aquí.
—¿Por qué estás grabando?
—Me gusta grabar —Toff se limita a responder. Ella y Brandy son las únicas realmente emocionadas por tener un vídeo de todos nosotros comiendo pizza en su cámara.
—Voy a mostrarle esto a Key cuando la vea mañana—Toffee comenta y voltea la cámara hacia sí misma. Mierda. Toff va a matarme si Key sigue mal cuando vuelva a casa mañana. —¡Te extraño, hermana! No puedo esperar a que vuelvas al instituto.
Ruedo mis ojos. Ellas ni siquiera son hermanas realmente.
—Niall, dí hola a tu novia.
Genial.
—Acabo de verla hoy, Toff—me quejo y pongo mi mano sobre el lente en frente de mi cara. —¿Tienes que poner eso tan cerca de mí? —digo, tratando de sonar casual y no tan... malhumorado.
—¿Qué importa? Puedes decir hola de todos modos.
—Hola, Key—le digo a la cámara y me siento como un cretino.
Toffee es mi mejor amiga. Espero que recuerde eso antes de cortar mi miembro y pegarlo en mi frente, como dijo que lo haría si yo le hacía daño a Keyra. ¿Estoy haciéndole daño? Bien, sí. Pero la cosa es mutua. Ella me hace daño también. Ella quiere morir, eso es lo más egoísta que podría hacer.
—Qué romántico—se burla Toff y comienza a grabar al resto de las personas.
Suspiro. Esta noche va a ser larga.
*
—Esto es todo lo que tengo—digo y pongo todas las monedas que llevaba en mi bolsillo sobre la mesa.
—Falta dinero—Louis dice, mirando al montón de dinero con insuficiencia.
—Por favor, Lou. —Zayn se queja—Es viernes. Hoy tienen salchicas y con esto te alcanza para dos.
No sé en qué estábamos pensando cuando decidimos hacer la apuesta contra él. Todo sabemos que Louis es mejor que todos nosotros juntos en Street Fighter, sin importar qué personaje usemos, y qué personaje use él, siempre va a ganar. Y lo hemos comprobado más de una vez. Ahora nos vemos como una tropa de perdedores cada día durante la hora del almuerzo al juntar nuestro dinero sobre la mesa, y así seguirá siendo durante lo que queda del mes.
—Lo que sea—dice y toma todo el dinero con sus dos manos. Al menos es gracioso verle comprar cada día su comida con un montón de monedas pequeñas, como si acabase de romper su alcancía. La mejor parte, es cuando la cocinera de turno lo mira com si estuviése asesinándolo en su mente como un millón de veces.
Todos se levantan a comprar su almuerzo, a excepción de Brandy y yo. Una vez que nos quedamos solos, ella se asegura de que ellos estén lejos para inclinarse un poco sobre la mesa y mirarme directamente.
—¿No vas a decirle a Toffee que rompiste con Keyra? —pregunta, más como una acusación que como una pregunta.
¿Qué?
—¿Qué? —frunzo el ceño.
—Me escuchaste perfectamente.
—¿Ella te lo dijo? —Keyra no me haría quedar como el despiadado y cruel de todo esto, ¿verdad?
—No. —¿Y cómo, entonces? —No has hablado sobre ella desde ayer y ruedas los ojos cada vez que alguien la menciona. Además estás de muy mal humor. Ellos no lo notan, pero yo observo, ¿sabes?
Ruedo los ojos y Brandy me apunta.
—Ahí está de nuevo.
—No rompí con ella. Keyra me dejó ir. —Me defiendo. Ese argumento sonaba como si tuviese mucha más validez en mi mente. Ahora sueno como un cobarde al decirlo.
—Tienes que estar bromeando —Brandy se mofa.
—Ella quiere morir, ¿está bien? Y yo no quiero verlo.
No puedo sólo sentarme a ver cómo poco a poco comienza a apagarse, ¿es muy difícil eso de comprender? Bien, ella está sufriendo, sí. Lo que sea. ¿Pero qué hay del resto de las personas? Si Keyra no deja su tratamiendo, va a vivir. Estoy malditamente convencido de eso.
—¿Por qué querría morir?
—Porque sus medicamentos le dan dolor de huesos y no quiere seguir acudiendo a la clínica todo el tiempo. —En otras palabras, ella está sufriendo.
—Oh.
—Sí—digo. —Oh.
—¿Esa es una razón para romper con ella?
—No lo sé, ¿Qué tan humano te parece pedirme que vea cómo desaparece la chica a la que amo y contemplar cómo todos los planes que tenía con ella ya no valdrán una mierda en el futuro?
Brandy parece atragantarse con todo lo que estaba a punto de decir y traga saliva.
—Así son las cosas, Brandy. Cando tu novia tiene cáncer no puedes molestarte por cosas simples, y cuando tu relación es normal y fácil, no puedes juzgar a otros por romper.
Zayn y Louis vuelven a la mesa con dos salchichas en sus manos. Es nuestro turno de comprar nuestro almuerzo, y ya ni siquiera siento hambre.
—Esperaba algo distinto viniendo de tí, Niall—Brandy dice y comienza a caminar hacia la línea junto al mostrador.
Mis amigos la miran alejarse y luego a mí. Cuando me pongo de pie para seguirla, se miran entre ellos.
—¿Qué quieres decir? ¿Tú te quedarías a ver el espectáculo? —le pregunto cuando la alcanzo.
—Sí—dice con firmeza.
—¿Estás segura, Brandy? ¿Si Harry fuera a morir?—insisto, acusándola de hipocresía con la mirada. Ella no lo haría. Nadie lo haría.
—Escucha, Niall. Puedes seguir diciendo que nadie te comprende y que tu relación es una mierda gracias al cáncer. Si ser la víctima de todo para no escuchar a quienes quieren ayudarte te hace sentir tan bien contigo mismo, adelante. Pero no haces más que tomar el camino fácil.
¿El camino fácil? No puedo creerlo. ¿Qué de fácil tiene toda esta pesadilla?
—¿Y cuál es el puto camino correcto?
—Al menos quedarte y hacer un intento por convencerla de continuar. Pero dejarla a su suerte en medio de todo esto, es cobarde y fácil. —abro la boca para disparar de vuelta, pero ella vuelve a hablar. —Eres mi amigo y Keyra también lo es. —«yo lo fui antes» pienso. «¡Qué maduro!» se burla la tonta vocecilla. —Y quiero lo mejor para ustedes. Y sé que tu constante rabia acumulada no te hace bien, y sé que Keyra te necesita y tú a ella.
—No tengo rabia acumulada—digo. Sí, si la tengo.
—Como quieras. No se puede razonar contigo en este estado.
—Gracias, Brandy —digo y camino fuera del casino.
Quiero patear algo para quitarme esta frustración. Gracias a Brandy, todo el trabajo que estuve haciendo por mantener a Keyra lejos de mi mente se ha visto arruinado.
No hago esto sólo por mí, lo hago por ella también. Quiero que viva, joder. Y si eso significa tener que salir de su camino, voy a hacerlo. Apoyarla será destruirnos a ambos.
Me imagino la mera posibilidad de ella muerta y una punzada me da fuerte en el pecho. Yo no sería capaz de sobrevivir a eso, no tengo la fuerza suficiente para dejarla morir. Mierda, no. No puedo siquiera imaginar ese escenario sin tener este nudo oprimiéndome y quemando la boca de mi estómago.
Suspiro antes de que el nudo suba por mi garganta y me recuerdo a mí mismo que sólo queda una clase para volver a casa.
Ni siquiera sé si quiero hacer eso ahora. Por primera vez en muchísimo tiempo no voy a ir con Keyra un viernes y ahora que tengo ese tiempo libre, me doy cuenta de que en realidad no tengo cosas que hacer para aprovecharlo. Y si alguna vez las tuve, ya no las recuerdo.
Tampoco me apetece seguir en el instituto. No quiero estar en ningún lugar, ¿es posible eso?
*Pregunta polémica! ¿A quién apoyan? ¿Niall o Keyra? Uh!
Besos, las amo!
Eff.