"Creo que es hora de que tú me escuches a mí, como yo lo he hecho, y si quieres tardar dos meses en leer esto, no te culpo, pero por favor, no lo hagas, te necesito.
Necesito tus besos, necesito tu sonrisa que me completa, necesito dejar de un lado mis estúpidos celos y con ellos mi estupidez en general, porque voy a perder lo que más quiero en mi vida y jamás me lo perdonaría.
Marco, te voy a ser muy sincera, no te puedo negar lo evidente, no te puedo negar que haya sentido cosas por mi mejor amigo, atracción diría yo, como tampoco te puedo negar que son sentimientos totalmente diferentes.
Y la diferencia es tan simple como que contigo me veo el resto de mi vida, la diferencia es que de tí estoy enamorada y que tú eres el único que me puede hacer feliz y en tus manos está.
Necesito que me creas, que creas que mis intenciones cuando lo de Marina no eran malas y necesito que sepas que no tengo ni idea del remite del paquete, no sé de la identidad del autor, simplemente creí que era un paquete que pedí para tí, el cuál te dejo con esta carta, espero que te guste.
Marco, no quiero ser repetitiva, pero es cierto, te necesito.
Te quiero."
Libero un suspiro, que oprimía en mi pecho justo antes de empezar a escribir y dejo el folio escrito y el paquete, esta vez si el suyo, en el escritorio de la habitación de Marco.
Me fijo en varias fotos de años atrás y las acaricio con nostalgia y suavidad.
Al escuchar cerrarse la puerta principal salgo de la habitación y vuelvo a la de invitados, en la que me alojo.
Las dudas que habitan en mi mente bailan a su antojo y me causan malestar.
¿Quién me habrá enviado eso?
Es remotamente imposible que haya sido Kepa, pues a parte de desconocer la dirección de la casa, reconocería su letra.
Así que se me hace complicado buscar un autor y opto por dejar esta "hazaña" como un caso aislado que carecerá de consecuencias o repeticiones.
Ahora solo requiero la respuesta inminente de Marco.
Solo requiero sus labios.
- Elena, no era necesario.
- Yo... Lo siento.- murmuro cabizbaja.
- Yo también necesito algo.
Lo miro expectante dando paso a su propuesta.
- Necesito un tiempo para pensar.
Aquellas palabras hacen que se me venga el mundo encima, de cierto modo, significa un punto en la relación, quizás punto y seguido, punto y a parte o tal vez punto y final.
- Solo con una condición.- me limito a mirarlo.- Que me esperes.
- Te esperaré.- confirmo, no siendo consciente de mis propias palabras, se puede decir, que el corazón habla por mí.
Esta vez soy yo la que se dispone a salir de la habitación, necesito aire para asimilar lo que acaba de ocurrir.
- Elena.
- Dime...
- Permite que te de un último beso.
Asiento, ya no tengo el poder sobre mí misma, mis dolorosos sentimientos se apoderan de mí.
Sus labios se mueven con lentitud y desesperación, agonizando en un último beso, dandole a mis labios la esperanza de no ser una despedida, sino un hasta pronto.
(...)
El verano llega a su fin en Madrid, dando paso a mi último año de carrera.
Quiero centrarme, pero no puedo.
Quiero olvidarme de todo, pero se me hace imposible.
Todos nos apoyan, todos dicen que no es el mismo, todos confirman que yo tampoco lo soy.
¿La razón? Marco Asensio.
Esta vez me toca perder el orgullo a mí, porque en ocasiones es mejor dejarlo a un lado, cuando algo vale la pena y este tiempo de espera me ha hecho comprender que Marco Asensio la vale, y mucho.
•••
No tenía pensado subir hoy otro capítulo, pero hemos llegado a los 2K de lecturas y no me puedo sentir más agradecida.
Me encantaría que dejaseis más comentarios, enserio, me haría muy feliz.
También deciros que si necesitáis algo, lo que sea, si os sentís mal, si queréis salir en alguna de mis obras o de mis futuras obras, si tenéis ideas para capítulos o para futuras novelas, podéis hablarme por mensaje y os responderé, ayudaré encantadísima, adoro leer vuestros mensajes y comentarios.
Muchísimas gracias y un abrazo muy fuerte.❤️