Instagram.
@elenag14
@elenag14 Sometimes second chances are the best chances.
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110 comentarios.
@alvaromorata ¿Habéis vuelto?
@lucasvazquez91 Aquí Lucas, el que los emparejó desde el momento 0.
@iscoalarcon Enhorabuena pareja, ya tardábais!😌
@keparrizabalaga dejadla en paz, me la estáis robando, se supone que este viaje era nuestro🙄
@martarrizabalaga Los celos a dormir hermanito, ¿no ves que son demasiado adorables? @keparrizabalaga y acompáñame de tiendas, que para una vez que estás en Bilbao🙏🏼
@nachofdez90 ¿nadie ha pensado en quién será el fotógrafo y cómo estaba Elena debajo de las sábanas y como pudo verla el fotógrafo? Solo duda existencial.
@borjitamayoral Lo de Nacho👆🏼
@marcelotwelve Marquito se enamoró, me rompiste el corazón💔 @marcoasensio
@saulniguez me alegro mucho de verdad, siento todo lo sucedido...
@marcoasensio10 te quiero, chula.
Bloqueo el móvil y miro a mi mejor amigo, que bebe de su batido con el ceño fruncido.
Río.
- ¿Se ha enfadado el bebé?- pregunto divertida.
- El "bebé" no te ha traído hasta Bilbao para que estés con el móvil subiendo fotitos a instagram.
Ruedo los ojos.
- Pareces mi padre.
- Soy como tu hermano mayor.- me saca la lengua.
Le propino una mirada desafiante que lo desconcentra, lo que aprovecho para quitarle el batido y beber de él.
- Eh.- se queja cual niño chico y río.
Le devuelvo el batido y miro a mi alrededor.
-Bilbao es realmente preciosa.
- Pues como tú...- susurra en un tono casi inaudible.
Sonrío al escucharlo, pero me confunde ese comentario.
- ¿Qué...?
- No he dicho nada.- afirma nervioso.
Decido dejarlo estar y me limito a reír.
- ¿Confías en mí?- pregunta de la nada, acabando con un silencio incómodo.
- Sí ¿por?
Recibo una sutil respuesta, ya que el chico coloca un pañuelo sobre mis ojos, dejándome completamente invidente.
Vamos caminando hacia lo que me parece que es un puente cercano a un río, ya que se escucha el murmullo de la marea y empieza a refrescar.
- Kepa ¿dónde estamos?
- Eh... Yo...- al instante reconozco su voz y su olor se me hace inconfundible.
- Marco.
Me deshago del pañuelo para encontrarlo sonriendo, frente a mis ojos.
Sin pensarlo dos veces, le abrazo y él me corresponde tiernamente.
Aún con los ojos cerrados, puedo notar su pronunciada sonrisa, lo que me hace sonreír a mí también.
- ¿Qué haces aquí?- pregunto mientras le cojo la mano.
- Pues ya me ves.- pasa su brazo por mis hombros.
- Estás loco.- niego con la cabeza, riendo.
- Por ti.
Poco después sus labios chocan torpemente con los míos.
Sonrío en mitad del beso, lo he echado tanto de menos.
Sus manos se posan con lentitud y suavidad sobre mi cintura y las mías acarician su cuello.
- ¿Dónde está Kepa?- pregunto preocupada.
- Se ha ido al hotel, me ha dicho que disfrutemos hoy.- comenta mientras besa insistentemente mi cuello.
Me separo, aparentemente molesta.
- ¿Qué pasa?- cuestiona Marco, más molesto aún.
- Me ha traído aquí para pasar tiempo juntos y enseñarme su ciudad y ahora lo dejo solo...- musito tragando saliva y cruzándome de brazos.
- Oh vamos Elena, él sabe todo lo que hemos pasado y lo mucho que necesitábamos esto.- realiza una pausa.- Los dos.
- Sí, pero también quiero pasar tiempo con él, en cambio tu has hecho todo esto por mí, has venido hasta aquí, y... No sé.- confieso sincera, cerrando los ojos.
El mallorquín deja un beso sobre mi pelo y me abraza.
- Anda, vamos al hotel.- toma mi mano.