"No...No puede ser cierto."
Se pellizcó con insistencia la mejilla pero nada ocurría. Por mucho que quisiera negarlo, decir que era un mal sueño o una ilusión...era realidad. Estaba pasando. Cayó de rodillas al suelo, justo al lado de la castaña, cuyos párpados ocultaban los ojos que tanto deseaba ver en ese momento. Con el pulso tembloroso y un molesto nudo en la garganta, apoyó la cabeza de la chica en sus piernas. Miraba espantado la herida que tenía en un costado. No paraba de salir sangre. Intentaba frenar su avance como le era posible.
-¡Sapph!
"¿Uh?...Era la voz de Ruby. Qué molesto, ¿Por qué gritaba?"
Sus piernas le fallaron y cayó tendida en una superficie fría, que le hacía cosquillas en la nariz. Por alguna extraña razón no podía abrir los párpados ni volver a recuperar el equilibrio. Tampoco quería. Sentía un acogedor cansancio que no la dejaba ni siquiera moverse un centímetro. Tenía una sensación cálida en un costado al lado del estómago...No sabía su origen, pero era...¿Agradable?
"Tengo sueño...Debería dormir un poco. Dormir en mi base secreta con Toro al lado siempre me ha dado mucho sueño..."
-¡¡Sapphire!!
"¿Por qué no deja de molestarme? Solo quiero dormir un poco Ruby...estoy agotada...y esta calidez...es tan agradable...No quiero abrir los ojos."
-¡Sapphire, por favor, aguanta un poco! ¡No cierres los ojos!
"No te preocupes...Dentro de una hora despertaré. Como siempre. Sólo es una pequeña siesta...después volveremos a entrenar... ¿sí? Tan solo déjame..."
-Por favor...no cierres los ojos...-Su respiración estaba acelerada y lágrimas fugitivas amenazaban con nublar su rojiza mirada.- Ábrelos y mírame...Dime que soy un idiota...
"...Sí...lo eres, por no dejarme dormir...Pero yo te quiero así como eres..."
"Después de mi siesta entrenaremos más ... ¿Vale? Volveremos a pasear por el bosque...y me enseñaras sobre los concursos...y yo...sobre las batallas..."
Estaba completamente inconsciente. No reaccionaba. Ya no podía seguir hablándole, ese nudo en la garganta no lo dejaba. Una gota salada cayó en la pestaña de la joven y con cuidado la limpió. Seguía respirando, entrecortadamente, pero lo hacía. Quería salir corriendo de allí para pedir ayuda pero sus piernas estaban congeladas, paralizadas. Al ver los ojos de ese Nidoking, su acción, lo que había causado...por una vez estaba realmente asustado. Sintió como si la horrible historia volviera a repetirse.
-¡Cuidado, cursi! ¿¿Qué no te han enseñado a no descuidar la retaguardia??
Un viento producido por un choque de ataques lo alertó y abrazó la cabeza de la chica para protegerla de alguna posible secuela como un acto reflejo. Reconocería esa voz en cualquier sitio. Un azabache al que la suerte nunca abandonaba. Quería saber cómo lo conseguía. Levantó la vista y se encontró con él. Estaba a su lado, con su mirada retadora al frente, mientras Poltaro distraía a la criatura morada.
-No me veas con esa cara. –Le regañó.- ¡Levanta el trasero y llévala al Hospital más cercano, venga!
Estaba consternado, ¿De dónde había salido su amigo? ¿Qué harían los demás sin ellos allí para ayudar? Como veía que el oji-ruí no reaccionaba decidió explicare la situación para que bajara de las malditas nubes de una vez.
-¡Vamos, a qué esperas! Ya hemos terminado de evacuar la zona y vimos lo que pasaba aquí. Pero estábamos demasiado lejos y ni siquiera Blue o Green pudieron preveer lo que iba a hacer la salv...digo, Sapphire. Vamos, dáte prisa, os cubro.- Le estiró del brazo para que se pusiera de pie. Él reaccionó y asintió, decidido. Le dio una fuerte palmada en el hombro como agradecimiento a su manera y salió corriendo en dirección a la salida, con la oji-azul en brazos.
Gold se distrajo con la conversación, cosa que aprovechó el enemigo para atacar con un Onda Tóxica. Estuvo cerca pero consiguió esquivarla con una voltereta lateral. Aún así, parte del ataque le rozó el brazo, produciéndole un molesto dolor.
-¿Gold, estás bien?- La chica seria hizo acto de aparición, corriendo hacia él. El resto la seguía.
-Sí, no hay problema. –Se levantó del suelo y se sacudió el polvo de la sudadera.- Necesitará mucho más que eso para vencerme.
-Vamos a terminar con esto.- Blue aterrizó al frente del grupo y empezaron a distraer al enemigo mientras elaboraban un plan en base a las teorías que habían averiguado.
-Juju...
-¿Qué? –La sonrisilla de la peli-azul lo tenía un tanto confuso.
-Dices que solo te importas tú mismo, pero te lanzaste al peligro como un rayo para cubrirles la espalda a Ruby y Sapphire si pensarlo. -Sonrió de manera tierna y el azabache no pudo evitar sonrojarse por la verdad de sus palabras. A ella no la engañaba, pero no quería reconocer que tenía debilidades.
-¡Bah! Qué tonterías dices...-Se rascó la nariz, mirando hacia otro lado mientras ocultaba su vergüenza.- Solo quería tomar un poco de protagonismo, ¡Vamos, Poltaro!- Gold se lanzó al ataque, dejando a Crystal pensativa.
"Silver tiene razón...Gold es una muy buena persona. A pesar de todo, claro."
Siguieron atacando con todo tipo de estrategias y combinaciones entre ellos pero ese Nidoking tenía una gran resistencia y solo conseguían cansarlo pero no encontraban la solución al problema ni su origen y ellos ya se estaban empezando a cansar también. Ninguno de los dos bandos iba a ceder. En todo momento se mantuvieron alejados del enemigo por seguridad, pero había que entrar en acción cuánto antes.
-¿Y si intento capturarlo? –Crystal ya empezaba a sentir el cansancio. Tenía ya preparada una Nivel Ball en la mano, sus favoritas.
-Todavía no sabemos si es salvaje o es de alguien... No podemos arriesgarnos a que te acerques para nada.- Green mantenía la calma a pesar de todo.- Eso solo nos deja con...
-¡Emerald! –Todos dirigieron la mirada hacia el pequeño rubio de ojos verdosos, que casi pega un brinco del susto.
-¿Y ahora qué? ¡Yo no he hecho nada! –Se palpó los oídos, adolorido.
-¿Aún tienes esa "pistola" que usabas antes?
-Sí, claro...-La sacó del bolsillo.- ¿Ésta? ¿Pero para qué la queréis? –La emoción se extinguió y por poco todos caen al suelo, resignados por los despistes de su compañero.
-¿¡Para qué va a ser!? ¡Calma a ese bicho con esa cosa! –Exclamó Gold.
-¡Ay, vale, vale! Haber empezado por ahí. –Refunfuñó. El oji-dorado estuvo a punto de contestarle pero fue detenido por Silver. Ahora lo que menos querían es empezar una nueva discusión absurda.
Meditaron un plan seguro mientras sus Pokemon distraían al Nidoking y rápidamente lo pusieron en marcha. Rodearon a la bestia violeta a una distancia prudencial y se prepararon. El Pokemon miró a su alrededor, extrañado por el repentino cambio de estrategia de esos molestos humanos, pero no se iba a dejar engañar. Él también estaba preparado. El ataque dio comienzo con la iniciativa del Campeón de Kanto.
-¡Saur, Drenadoras a sus pies! –El dinosaurio de planta lanzó unas diminutas semillas a sus pies. Pero no pasó nada. El Nidoking sonrió ante su intento fallido, pero los demás le respaldaron.
-¡Doble Equipo Poltaro!
-¡Mega, Doble Equipo tú también!
El Nidoking fue rodeado por miles de copias de Meganium y Politoeds que no paraban de correr a su alrededor y lo mareaban como si fuera un ciclón. Intentó apuntar al verdadero pero era prácticamente imposible y se enfurecía cada vez más. Dos ataques de diferente naturaleza le dieron por la espalda. Eran Blue y Green, que atacaban con Vozarrón y Lanzallamas al mismo tiempo. Lanzó un potente Onda Tóxica hacia ellos, pero su furia creciente no le dejó apuntar bien y lo esquivaron con facilidad.
El Feragilatr de Silver usó Hidrobomba para devolver su atención al terreno terrestre. Su mirada expresaba cada vez más y más odio. Con sus garras intentó repetir la acción anterior, pero no había manera. Justo cuando perdió el control, las drenadoras que anteriormente había plantado Saur hicieron su debido efecto, tirando de las piernas del Pokemon y haciéndolo caer estrepitosamente. Gracias al agua residual, había resbalado y caído bajo su propio peso. La fuerza de su cuerpo de la que tanto presumía lo había condenado. Había caído, ¡Era su oportunidad!
-¡Toma esa Violeta! –Se regocijó Gold.
-¡Ahora Rald!- Le ánimo Pearl.
-¡Sí!
El mencionado apuntó su "pistola de cargas de tierra" hacia el enemigo, eligió la tierra de nacimiento adecuada y disparó al suelo, formando un diamante que no tardó en brillar con varios colores. El Nidoking parecía sufrir con ese brillo, como si fuera un shock, pero poco a poco sus ojos se relajaron y también sus músculos. Quedó sentado en el suelo, totalmente tranquilo y algo cansado. Miró a su alrededor, tremendamente confuso por el lugar en el que se encontraba ahora y se levantó, caminando como si nada de vuelta al bosque.
-¿Pero qué...?
-¡Bien hecho! –Red le proporcionó un amistoso golpe en la espalda.- Parece que al final sí que era un Pokemon salvaje...-Su sonrisa alegre y su actitud no parecían propias de alguien que acababa de verse en apuros por ese bicho.
-Qué extraño...
-Ay, Greeny~ ¡Hemos vencido y protegido a las personas que es lo que importa! –Le sacó la lengua de forma juguetona. El chico suspiró.
-Eso no explica por qué atacó de pronto un Pokemon salvaje. Y no es la primera vez que pasa.
-¿Puede que haya salido "herido" de una batalla con algún Pokemon del Bosque? Ya hemos visto que tenía un gran orgullo...
-Las cosas no funcionan así Yellow...Pero supongo que puede ser una posibilidad. Estoy investigando sobre ello.- El castaño le enseñó una bolsita colgada en su cinturón dónde metió una muestra de una escama del Nidoking. También tenía otra de Garchomp. Qué curioso.
-¡Nosotros vamos a ver si Ruby ha encontrado el Hospital, me preocupa Sapphire-senpai! –Exclamó Platinum y pudieron ver como Diamond y ella salían corriendo hacia la salida tras despedirse de ellos. Hubo un incómodo silencio...
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.
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-¿Ruby...?
-¿Y Sapphire...?
-¡¡Ruby y Sapphire!! ¡¡Se nos olvidaba!!- Como no, habían estado tan concentrados en calmar a ese Pokemon que se les había olvidado por completo el estado de su compañera. Se dispusieron a seguirles pero justo en ese momento Green sintió la presencia de algo extraño observándoles. Sin previo aviso, salió corriendo hacia el bosque, persiguiendo quién sabe qué.
-¡Vuelve aquí!
-¡Espera, Green! ¿¿Qué pasa??- Red lo siguió y con él, el resto. Preferían ir en busca de algo raro que quedarse a recibir las preguntas de la prensa y de las autoridades. Claro, Gold estaría encantado, pero era una minoría.
El castaño no podía detenerse para esperar al resto. Sería desperdiciar un valioso tiempo. Sabía que había visto algo desvanecerse entre los troncos de los árboles...algo como una sombra que los había estado observando. Siguió corriendo sin mirar atrás, esquivando de un salto troncos caídos y pasando a través de varios matorrales de bayas, siguiendo el ruido de las pisadas de alguien en la hojarasca del suelo. No paraba de preguntarse, ¿Si el Pokemon era salvaje...porqué ese sujeto los estaba espiando? Era muy sospechoso y pretendía darle alcance.
Varios minutos después, miró a su alrededor y se dio cuenta de que se había perdido. Estaba en un pequeño claro de hierba baja. Ni rastro de pisadas, ni de sus amigos, ni ajenas. Genial, le había perdido la pista. Vaya pérdida de tiempo.
Pateó una piedra con rabia. Había estado tan cerca. Resignado, llevó una mano a la Pokeball de su Charizard y estuvo a punto de sacarlo para salir del bosque volando y encontrar a los demás. Pero volvió a sentir una extraña respiración encima de él y, sorprendido, dirigió su vista al cielo. Una persona levitaba por encima de él. Retrocedió. No podía reconocer si era una mujer o un hombre, solo podía ver una sonrisa de dientes blancos debajo de la sombra que proyectaba la túnica oscura que portaba encima.
-Jujuju...Veo que eres el único que se ha dado cuenta de mi presencia...Qué lástima. Creía que me había ocultado bien.
-Déjate de rodeos.-Le cortó, saliendo de su sorpresa.- Tú eres el responsable de la locura de ese Nidoking, ¿Me equivoco?
-Qué perspicaz, te felicito. –Su tono era burlesco.- ¿Ha sido un gran trabajo, no crees?
-¿Es tuyo? –No le iba a seguir el juego, desde luego. No entendía porque había decidido hablar solo con él, pero no podía dejar de sentir una extraña sensación de peligro inminente en su interior. No le había visto la cara, pero su presencia no infundía precisamente confianza.
-¿Esa estúpida criatura...? No me hagas reír. –Sus palabras era tan frías que hasta él sintió desprecio por esa persona.- Pensaba que iba a ser más productivo mantener una conversación con un Líder de Gimnasio...pero veo que me equivocaba.- Enmudeció de golpe y estuvo a punto de marcharse, pero la detuvo.
¿Cómo sabía su cargo? ¿Por qué los estaba espiando? ¿Cuáles eran sus intenciones al hacer todo eso? No tenía ninguna respuesta a esas preguntas que rondaban su cabeza. Por eso debía alargar la conversación; para conseguir de forma indirecta toda la información que pudiera...No iba a tener la misma suerte en otra ocasión, estaba seguro.
- Je...¿No me digas que ya te he intimidado? –Una sonrisa retadora se formó en sus labios. Tenía que jugar un poco para conseguir las respuestas que quería. No iba a desaprovechar esa inesperada oportunidad. Aquella persona "sin rostro" volvió a girarse.- ¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo conseguiste que siguiera tus órdenes?
-Eso es una cara información, pero...voy a jugar tu juego. Oh, eso es muy fácil, pequeño niñato~ -Chasqueó los dedos y a su lado apareció un Espeon. Pero era algo diferente. Su mirada no transmitía tranquilidad, más bien, era vacía, sin expresión, fría como el hielo.- Atacar a los seres queridos de un ser y ver cómo sufre es tan...¿Gratificante? ¿Divertido? –Sonrió con sorna.- Lo deja taaan vulnerable al control mental...Sería pecado no aprovecharse de eso para divertirse un poco, ¿no crees?
Acababa de conocer a esa persona encapuchada y ya no la soportaba. Sus movimientos gráciles en el aire y su sonrisa, como si le divirtiera la situación, eran demasiado. Tenía que seguir aunque quisiera que se comiera sus palabras en un combate allí y ahora.
-¿He satisfecho tu curiosidad, pequeño?
-¿Por qué atacaste a inocentes? –Sentenció tras un silencio tenso. Bajó la cabeza y apretó los puños.- ¡Una amiga ha sido gravemente herida por tu culpa! ¡Y podían haber sido más inocentes! Dime una cosa más antes de que te ataque...¿El Garchomp que nos atacó...también tiene que ver contigo?
-Juju...¿Así que esa chiquilla de azul era tu amiga? Ohh, que lástima...Pero fue divertido experimentar con esos dos mientras duraron en pie. Debiluchos... –Esa risa tan prepotente le daba incluso más ganas de atacarla con un buen Lanzallamas. Le dio la espalda y le dedicó unas últimas palabras antes de teletransportarse y desaparecer de su vista...dejando las palabras flotar en el viento.- Ya me aburrí. Se acabó el turno de preguntas. Un gusto conocerte...Green.
Suspiró, relajando la postura. Ya no estaba...pero al menos había hecho todo lo posible. Después de eso, volvió a la Plaza Amistad dónde se encontraban sus amigos respondiendo a varias preguntas de las autoridades. Hicieron su trabajo y se dirigieron al Hospital de la calle principal. Pero Green seguía en las nubes desde ese encuentro...No podía estar tranquilo. Pero no le dijo a nadie lo que había sucedido en el claro. No por el momento.
Ya en el Hospital...
-Sabía que podíais arreglároslas con ese bicho.-Sonrió cierto moreno.
Habían encontrado a Ruby sentado en la sala de espera con un café en la mano. Parecía tranquilo. En su cabeza tenía un par de vendas de menor importancia. Le contaron como había acabado la pelea por calmar al Nidoking y sacarlo del parque y las preguntas que habían respondido a las autoridades por culpa de Gold, que aceptó sin dudarlo dos veces. La fama era su mundo.
-Las autoridades concuerdan en que ha sido cosa de un Pokemon salvaje que se volvió loco por alguna razón. No había indicios de entrenadores ni pokeballs así que no investigaron más. Tampoco es que tuviéramos más pruebas.
-Para ser salvaje era muy fuerte, ¿no? –El moreno seguía dándole vueltas con una cucharilla a su bebida. No le cuadraba ese aspecto.
-No ví maldad en sus ojos. -Terció Yellow, un poco apenada.- Puede que haya sido abandonado por su Entrenador.
-¿Y cómo está ella? –Gold se sentó en otra silla. Sintió la tentación de llamarle chico cursi y chica salvaje, pero la situación no le animaba a ello. Se contentó con hacer de rabiar al chico intentando quitarle el gorro o picarle las vendas.
-Mejor. Los doctores la atendieron de inmediato. Sigue durmiendo, pero el sangrado ha parado y está fuera de todo peligro. Lo mío no es nada.
-¡Es una genial noticia!- Blue elevó demasiado el tono de voz, saltando de su asiento y fue acallada por unas enfermeras del pasillo.-Uy...
-Mujer ruidosa...
-¿Y bien? ¿Podemos entrar a verla?
-Por supuesto, Yellow-senpai. Vamos.
Recogieron sus cosas y se encaminaron hacia la habitación asignada para la chica de ojos zafiro. Tenían que caminar por un pasillo con paredes de azulejos azulados, suelo de mármol y algunas enfermeras y personas caminando por él. Ugh...a Ruby nunca le habían gustado demasiado los hospitales...el ambiente tranquilo y sus colores lo ponían nervioso. Pero que se le iba a hacer. Podían haber acabado mucho peor.