Al finalizar la reunión con Ken, Lelouch y Nene salieron del centro de comando para reunirse con el miembro del grupo cuyo espíritu había decaído. Pero no pudieron encontrarlo por ninguna parte. Lo único con lo que se toparon fue con las miradas de desagrado que los Protectores le dedicaron a Airu al verla llevar la máscara en las manos. Las miradas no le pasaron por alto a Yuu, quien desafió al grupo al posar una mano sobre la espalda de la chica rubia para demostrar que estaba de su lado a pesar del bando al que evidentemente había elegido pertenecer. Ken, desde el umbral del cuarto de control, se cruzó de brazos y observó la escena con aire confundido. Lelouch hizo otro tanto, posando su mirada sobre Taichi, quien se cruzó de brazos también al percatarse de que estaba siendo observado.
— ¿De qué me he perdido? —preguntó Lelouch a su amada, quien a su vez observaba a Meiko como si la hubiera detestado durante toda la vida.
—Es una larga historia —respondió Yuu, acercándose a su hermana y al sádico príncipe—. Deberíamos ir a donde sea que han llevado a Taiki. Hay cosas de las que debemos hablar a solas.
—Y será mejor darnos prisa —asintió Nene—. Akari y Kiriha deben saber lo que Ichijouji nos ha dicho sobre Sephirotmon.
—En cuanto Taiki despierte, estaremos listos para partir —se unió Kira—. Takuya nos necesita.
El grupo asintió, y los Protectores entraron al cuarto de control. Taichi se encargó de cerrar la puerta.
La razón por la que Tagiru no estaba a la vista, se debía a que por su propia cuenta encontró el dormitorio donde Taiki intentaba recuperarse. La aparición del chico castaño sobresaltó por un instante a Akari, Cutemon y Kiriha, quienes esperaban pacientemente a que las compresas de agua fría hicieran efecto. Las heridas ya se habían cerrado, gracias a Cutemon.
— ¿La reunión terminó? —preguntó Akari.
Como respuesta, Tagiru se dejó caer en una de las camas vacías, y cubrió su rostro con ambas manos. Sus emociones aplastantes lo llenaban de pies a cabeza.
—Tagiru-kyu... —musitó Cutemon.
La chica pelirroja se acercó al destrozado muchacho. Su cálida presencia hizo que Tagiru cruzara la mirada con ella, dejando que sus ojos se cubrieran con una gruesa capa de lágrimas.
—Hideaki... —dijo.
Akari no necesitó más explicaciones. Envolvió al muchacho en un fuerte abrazo, al que Cutemon se unió. Tagiru devolvió el gesto, luchando por contener el sollozo explosivo que amenazaba con brotar de su garganta.
Kiriha no tuvo nada qué decir. Tan sólo se ocupó de cambar la compresa de agua que cubría la frente de Taiki.
Antes de que cualquier otro pudiese decir alguna palabra más, la puerta del dormitorio se abrió para dejar entrar a la comitiva. Lelouch suspiró aliviado al ver a Tagiru, negándose rotundamente a dar más de un discurso emotivo y motivador a la vez.
Con la habitación llena, Nene se encargó de cerrar la puerta. Observó a Kiriha y Akari, y suspiró también.
El cómico quejido que Taiki soltó, llenó de optimismo al grupo.
—Ichijouji no tiene idea de lo que ha pasado entre los Protectores y nosotros —dijo—. Sigma no lo ha envenenado aún.
—Será difícil que logre hacerlo —dijo Mimi—. Aunque ahora sea un Protector, Ken tuvo sus roces con la oscuridad en el pasado. Sigma no puede corromper su mente. No tan fácilmente, al menos.
— ¿De qué están hablando? —exigió saber Zero.
Nene esperó a que todos ocuparan un asiento, ya fuera sobre las camas o sentándose en el suelo. Dejó pasar por alto la forma en que Labramon se sentó a los pies de Lelouch, actuando como un cachorro fiel.
Gumdramon, a su manera, intentó animar a Tagiru trepándose en su espalda.
—Es oficial que no podemos confiar en los Protectores —dijo la Idol—. Ellos tampoco confían en nosotros.
— ¿Qué sucedió? —urgió Zero.
—Mientras Taiki y tú entraron al refugio de Lilithmon, nosotros fuimos a despertar a ShogunGekomon —relató Nene—. Ninguno de ellos quiso ayudar. Entramos a los túneles, y... Hubo dardos que llegaron desde alguna parte. Golpearon a Akari y a Mochizuki. Intentando escapar de ellos, creé un escudo con el Geass para bloquearlos, y Yuu cerró la puerta. Sólo entonces nos dimos cuenta de que el Gabumon de Yagami se quedó afuera. Fue aplastado por los muros y acribillado por los dardos.
—Taichi quiso pelear contra Yuu —continuó Kira—. Pero tus guardaespaldas, Lelouch, lo protegieron. Wong intentó involucrarse también, defendiendo a Taichi.
—Ellos creen que quienes no tienen un Digimon son indignos de estar en el Mundo Digital —dijo Mimi.
—Fue gracias a ellos que Airu sintió que no podía hacer nada para ayudarnos —continuó Nene—. Taichi dijo que ella es inútil, al igual que todos los que no tienen un Digivice. Y Airu se separó del grupo.
—En pocas palabras, parece que han decidido rechazar nuestro equipo —concluyó Katsura—. Kira se lo ha dicho a Taichi también. Nosotros somos un equipo, y ellos son un equipo diferente.
—Sigma era quien bloqueaba la señal del mapa —dijo Yuu—. Y a la hora de la batalla final contra Lilithmon, bueno... Es evidente que no podemos contar con ellos.
—Ichijouji no se opuso cuando invitaste a Airu a ser parte de nuestro ejército —añadió Nene, tomando la mano de su amado para enfatizar sus palabras—. Eso sólo puede significar que no tiene idea de lo que los demás piensan sobre nosotros. Tenemos que actuar antes de que lo sepa.
—Y tendremos que andar con cuidado a partir de ahora —dijo Kira, cruzándose de brazos—. Algo me dice que los Protectores son más poderosos de lo que aparentan. Y ahora son cinco a quienes nos enfrentaremos en algún momento.
—Cuando Digievoluciona en Stingmon, Wormon es muy poderoso —asintió Mimi.
—Y el AeroVeedramon de Taichi lo es mucho más —dijo Kira.
—Las fuerzas de Tentomon, Terriermon y Meikuumon aún están en duda —puntualizó Akari—. Debemos fortalecernos más, antes de que ellos se reúnan con los dos Protectores que quedan. Épsilon y Omicron.
—Y rescatar a Takuya —les recordó Kira.
Para darle a sus palabras un toque especial, tomó su DigiLector y activó el mapa que no tuvo problemas para mostrar las señales. Observaron el movimiento del refugio de Ken, así como todos corroboraron que no había más señales enemigas que aquella que marcaba la posición de Sephirotmon.
En silencio, Lelouch comenzó a maquinar sus planes.
—Ichijouji ha dicho que Takuya está atrapado dentro de Sephirotmon —explicó Kira para quienes aún no tenían idea—. Y dentro de esa bestia es donde está el Señor Demonio que gobierna la Tierra Oro. Lucemon Falldown Mode.
—También dijo que el interior de Sephirotmon es similar a un laberinto —añadió Katsura—. No será fácil llegar a donde Lucemon se oculta.
—Podríamos atacar por fuera de ese monstruo —propuso Nunally—. Un Knightmare lo aniquilará.
—Eso podría lastimar a Takuya —se negó Kira.
—No —intervino Zoe—. Yo he peleado contra Sephirotmon y Lucemon. Si esto es parecido al pasado, estoy segura de que Sephirotmon no será más que un señuelo. Si atacamos por fuera, Lucemon escapará y sólo aniquilaríamos a Takuya también.
—Ese sujeto dijo también que debemos avanzar entre cada ojo, hasta llegar a donde se oculta Lucemon, ¿no es cierto? —Dijo Katsura—. Eso reduce el tiempo que podemos perder. A cada segundo que pasa, nuestros compañeros en el Campo del Infierno siguen siendo masacrados.
—La única alternativa es actuar ya mismo —dijo Kiriha.
—Pero Taiki aún no despierta —dijo Akari alarmada.
—Y no podemos dejar a Kudou a merced de los Protectores —dijo Katsura—. Tampoco hemos recuperado nuestras energías, pero... ¿Qué otra cosa podemos hacer?
—Dividirnos.
La respuesta de Zero fue tajante. La personalidad analítica y firme del hombre enmascarado se hizo presente, influenciando y transformando a todos quienes lo rodeaban.
—Si seguimos esperando, no sólo haremos que nuestros amigos en el Campo del Infierno sufran más —dijo el chico—. Si lo que pretenden los Protectores es estar en contra de nosotros, también podrían querer llevar la cuenta de cuántos Señores Demonio son aniquilados por cada equipo. Además de que podrían querer que Kanbara esté de su lado.
—Pero no lo conseguirán —dijo Zoe—. Takuya ha estado con nosotros desde antes de que ocurriera el Pandemonio de Bagra. Él sabe tu hermana y tú no tienen un Digimon ni un Digivice. ¿Por qué debería importarle ahora?
—Por la misma razón que a Ichijouji le molestará cuando Sigma y sus secuaces le digan lo que piensan de nosotros —dijo Nene—. Lelouch tiene razón. Podrían querer manipular a Takuya.
— ¿Cuál es el plan, Zero? —preguntó Yuu, sintiéndose incómodo al igual que cada vez que notaba cómo disminuía su desagrado hacia el chico de los ojos púrpura.
Lelouch lo consideró por un segundo.
—Lo que he visto hasta ahora es que entre nosotros no hay nadie que pueda considerarse más poderoso que el resto —dijo—. Todos pueden enfrentarse a cualquier situación, y sacar provecho de las circunstancias. Así que en realidad no hay una idea que pueda tomar como base para pensar en cómo derrotar a Lucemon.
—Ya que no tenemos a un ángel entre nosotros, ya hemos visto que un Digimon de Nivel Mega basta para enfrentar a un Señor Demonio —dijo Kira.
—Y los Knightmares nos dan puntos extra —dijo Akari.
Lelouch asintió.
—Se trata de encontrar un balance perfecto entre ambas fuerzas —dijo él—. Tenemos el poder del Mungo Digital y el poder de Britannia. Podemos dividir el equipo de tal forma que ambos poderes estén presentes en cada grupo.
—Es un buen plan —dijo Katsura—, pero olvidas un detalle. Sólo ustedes saben pilotear esas máquinas.
—Somos cinco quienes saben usar los Knightmares, en realidad —dijo Zero—. Tagiru pudo pilotear ese Lancelot modificado, así que podrá hacerlo de nuevo. Después, están Oggi y Diethard. Nene y yo sabemos hacerlo también.
—Y podemos recargar los Knightmares si al menos un miembro del grupo tiene un Xros Loader —dijo Nene.
—O un DigiLector —aportó Kira—. Nuestros Digivice pueden copiar las funciones de los Digivice de las Generaciones anteriores. Y todos tenemos el mismo arsenal, así que... Lo tenemos cubierto de cualquier manera.
Decidido, Lelouch asintió de nuevo.
—De acuerdo —dijo—. El primer equipo estará formado por Orimoto, Yagami, Amano, Suzaki, Nene y yo. Nosotros entraremos primero a Sephirotmon.
Los aludidos asintieron.
—El segundo equipo estará formado por Shinyuga, Tagiru, Aonuma y Diethard. Ustedes esperarán a que Taiki despierte, y se reunirán con nosotros después.
De nuevo, los aludidos asintieron.
—Por último, y si Ichijouji está en lo cierto, necesitaremos a alguien que cuide a los heridos que Sephirotmon deje salir. Eso sólo puede hacerlo Cutemon. Así que Nunally, Hinomoto, Tachikawa y Oggi esperarán afuera de Sephirotmon.
El último grupo asintió también.
De esa manera, el primer equipo se puso en marcha. A pesar del cansancio, se revitalizaron tomando una ducha de agua caliente. Comieron apenas lo suficiente para recuperar fuerzas, y se alistaron para salir. Se enfundaron con las mudas de ropa limpia que estaban incluidas en el arsenal de Lloyd. Por orden de Lelouch, cada uno usó la chaqueta negra que distinguía a los Caballeros Negros. De igual manera, todos tomaron al menos dos armas de fuego del arsenal, sólo en caso de emergencias. Se colocaron también los comunicadores y se aseguraron de que los Digimon ue formaban parte de la comitiva comieran también algo sustancioso.
Apenas dos horas después, el primer grupo se despidió del resto y echó a andar para salir del refugio. El tercer equipo, liderado por Akari, los siguió.
Subir a través de la trampilla no fue difícil para Kira, quien era capaz de dibujar el símbolo de Ophanimon al derecho y al revés. Salieron a la cubierta del barco, que continuó moviéndose sin rumbo a través de los pocos espacios en que el mar no había desaparecido aún.
Sephirotmon seguía en el mismo punto. Inmóvil, y letal a la vez.
—Las islas se mueven —dijo Akari—. ¿Cómo se supone que ayudaremos a los heridos así?
—Lo primordial en este momento es acercarnos a Sephirotmon —dijo Zero—. Luego resolveremos el resto.
— ¿Pretenden enfrentar a Sephirotmon?
La voz de Meiko los tomó por sorpresa, escuchándose justo detrás de ellos. Impulsivamente, sse giraron con violencia y adoptaron sutiles posiciones de pelea.
En compañía de Meikuumon, Meiko salió también a través de la trampilla. No iba en son de paz. A decir verdad, parecía estar dispuesta a defender el honor de los suyos, que había sido pisoteado una vez más.
Aunque Kira pensó en ocho posibles respuestas, fue Lelouch quien habló en representación de su equipo.
—Hemos tomado la decisión en grupo. Nuestro último compañero está dentro de esa bestia.
—Después de que Lambda les ha permitido descansar aquí, ¿es así como van a agradecerlo?
Estaba indignada. De eso no había duda alguna.
Nene dio un paso al frente.
—Agradecemos la hospitalidad de Ichijouji. Pero nuestro compañero está en problemas, y no podemos esperar más. Esto es algo que sólo nos conscierne a nosotros.
— ¿Cómo van a pelear contra Sephirotmon, si en su equipo hay tres personas sin Digimon?
Labramon dejó salir un gruñido, que acalló gracias a una severa mirada de Lelouch. Apacible, el chico de los ojos púrpura dio un paso al frente. Oggi se preparó para disparar.
—Evidentemente no podemos formar un equipo con ustedes —habló Zero—. Mochizuki, les agradecemos que nos hayan ayudado a llegar hasta aquí, pero ahora es cuando mi ejército debe enfrentase al destino. Como general, no tengo problema con que alguno de mis hombres no posea el poder del Mundo Digital.
—Ustedes no pueden sobrevivir aquí —insistió Meiko.
—Pero ellos no están solos.
Enfurecida, Zoe encaró con valor a Meiko. Se colocó frente a la chica de cabello negro, posándose a un lado de Lelouch y cruzándose de brazos. Aferraba con una mano su D-Scan, lista para Digievolucionar cuando llegara el momento.
—Aunque todos ustedes los protejan, no servirá de nada —dijo Meiko—. Quien no pertenece a este mundo, no puede pelear por él.
—Tú ni siquiera perteneces a una Generación real, ¿o sí? —Atacó Zoe—. No recuerdo haber visto tu rostro o tu nombre en los expedientes de Arukenimon. En cambio, los rostros de Lelouch y de su hermana Nunally sí estaban ahí. Eso sin duda dice mucho.
—Meikuumon es mi compañera —se defendió Meiko.
—Un compañero que no puede llegar al Nivel Mega —dijo Zoe—. Su línea evolutiva es desconocida para nosotros. Y si tu Digivice y la forma de Digievolucionar son similares a las de Mimi y Palmon...
—Yo formo parte de una dimensión distinta a la de Tachikawa.
—Eso no implica que seas diferente a ellos —sentenció Zoe—. Los Señores Demonio son de Nivel Mega. Nuestro enemigo final también lo será. Sin un Digimon que pueda llegar a ese nivel, ¿qué puedes hacer tú que te haga mejor que nosotros?
—Que yo soy una DigiDestinada.
—Pues Ophanimon nos eligió a nosotros. Te guste o no.
La tensión creció. Zoe aferró el D-Scan con más fuerza.
Meiko atacó de nuevo, a pesar de que por dentro quería dejar a un lado las disputas e intentar formar un solo equipo a pesar de las circunstancias.
—Tú tampoco eres diferente. No tienes un Digimon como compañero.
—Tengo los DigiSpirits Humano y Bestia del Viento.
—No es suficiente. Sin un Digimon a quien puedas tocar y con quien tengas un lazo especial, jamás podrás entender lo que realmente significa ser una DigiDestinada.
—Tengo lazos que me unen a mis DigiSpirits. Kazemon y Zephyrmon no son sólo las formas en las que puedo Digievolucionar.
—Digievolucionar... Ahora supongo que te sientes superior a nosotros sólo por poder pelear con tus propios puños. Eres casi un Digimon, y aún así estás apoyando a quienes tienen el poder de aniquilar lo poco que queda de este mundo. A pesar de todo, no eres más que una traidora.
No estaba en su rol de Digimon, y mucho menos poseía fuerza sobrenatural. Pero de cualquier manera, la bofetada que le dio a Meiko logró desestabilizar a la chica de las gafas. Con su mejilla enrojecida, Meiko retrocedió y la fulminó con la mirada.
— ¡Meiko...!
Zoe fue lanzada hacia atrás por una fuerza que no pudo ver, sólo hasta que Nene y Kira le ayudaron a levantarse. Todos se quedaron sin habla al ver al Digimon que repentinamente apareció, luego de que el cuerpo de Meikuumon fuese cubierto por la Luz Sagrada de la Digievolución. En menor escala.
Una versión más grande. Más fuerte. Más veloz. Más destructiva. Con una sonrisa que helaba la sangre y cuyos ojos brillaban con un maligno resplandor.
Kira tomó su DigiLector y leyó en voz alta.
—Meikramon. Es la Digievolución de...
Interrumpió sus palabras con un quejido de dolor, revelando que en sus manos quedaron marcados los rasguños de Meikramon, quien le hizo soltar el DigiLector usando fuerza excesiva. Una partícula brillante se desprendió de los rasguños.
Zoe, dedicándole a Meiko una mirada de auténtico odio, Digievolucionó también. Su cuerpo fue cubierto por una esfera de DigiCode, transformándola en Zephyrmon.
—Si eso quieres... —sentenció la hermosa guerrera—. Con esto veremos quién habla de traición.
Akari y Cutemon intentaron ayudar a Kira, sin que la portadora del Emblema del Valor lo permitiera. Lelouch, por su parte, sólo observó impresionado la forma en que Zephyrmon sometió a Meikramon sin darle la oportunidad de defenderse. Res golpes bastaron para aturdir a la bestia, quien luego fue apresado por el cuello y elevado a algunos metros en los aires. Sintiendo la asfixia y percibiendo cómo su cuerpo comenzaba a volver a la normalidad, sin haber recibido al menos una técnica especial de la legendaria Zephyrmon.
Meiko, angustiada, avanzó hacia la tierra de nadie.
— ¡No la lastimes, por favor!
Zephyrmon obedeció, a su manera. Lanzó a Meikramon hacia la cubierta, y aterrizó sin dejar ir su porte. Su mirada gélida volvió a fijarse en Meiko. Desde su sitio, Kira sonrió. La expresión de Lelouch se endureció, dando lugar a su sonrisa de líder sádico.
Lloriqueando, Meikuumon se arrastró a los pies de Meiko. La chica la tomó en brazos, sin dejar de devolver la mirada de Zephyrmon.
La guerrera habló de nuevo.
—No puedo traicionar a quien nunca tuvo mi lealtad. Yo estoy con el equipo que Ophanimon llamó para reparar la Brecha Dimensional. Soy parte de los Caballeros Negros.
La sonrisa de Lelouch creció, y no se borró en ningún momento. Ni siquiera cuando los Digimon voladores emprendieron el viaje hacia el verdadero campo de batalla.
En la cubierta del barco, Meiko también endureció su expresión.
—Lo lamento, Mei... —dijo Meikuumon—. N-no pude mantener mi Digievolución...
—Descuida, Meikuumon —dijo la chica—. Ya llegará nuestro momento... Ahora debemos advertirle a Sigma que tenía razón., Esos sujetos están amotinándose.
—Pero, Mei...
—Todo estará bien. No permitiremos que esos sujetos lastimen a ningún Digimon. Confía en mí.
Aunque Meiko sonrió, Meikuumon no quedó del todo convencida.
En alguna parte del Campo del Infierno, Clarisse observaba la escena a través de sus gigantescas pantallas. Esbozó una malévola sonrisa, que luego compartió con BelleStarmon.
Ahí, en la gélida mirada de Zephyrmon, estaba reflejada la pérdida de la inocencia. La edad, la madurez, y la influencia de un príncipe exiliado, estaban corrompiendo los corazones de los Elegidos de Ophanimon. ¿Lograrían un usar esa corrupción para conseguir un poder mayor, o serían destruidos por su propia oscuridad? Sólo el tiempo y el destino conocían la respuesta.
tVkc
Próximo capítulo: Una Horrorosa Pesadilla - La DigiMemory Corrompida
PD: Quiero aprovechar este momento para invitarlos a ser más activos. Últimamente he visto que han llegado votos de gente nueva. ¡Por favor, no tengan miedo de comentar! En los comentarios pueden dejarme sus teorías, o simplemente sus opiniones de cada capítulo. Sus palabras me ayudan a mejorar, además de que me motivan para seguir adelante. También estoy abierta a recibir ideas para los próximos capítulos, de cosas que quisieran ver y eso. ¡Les doy la bienvenida a los nuevos! Espero que el universo del crossover siga atrapándolos hasta el final. ¡Gracias por su apoyo! <3