Capítulo VII: ¡Vamos al Digimundo!

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¡Hey, hola! La canción que les dejo en multimedia deben reproducir en la parte de la batalla. Si no pueden ver el video, la canción es Brave Heart de Kouji Wada. ¡Disfruten el capítulo!

     — ¡Prisma Flash!

El grupo de combatientes tuvo que dispersarse para evitar se impactados por el rayo de energía que se desprendió de las manos de Blastmon. Los muros exteriores de algunos edificios se derrumbaron al ser alcanzados por el ataque del Digimon enemigo. Oggi, Diethard y Villetta abrieron fuego con sus armas, disparando una ráfaga de balas que atravesaron el cuerpo de Blastmon, sin causarle el más mínimo daño pues comenzó a regenerarse de inmediato. Rió con frialdad y disparó diamantes de su cuerpo, proyectiles veloces y destructivos que hicieron correr a sus contrincantes. Schniezel tuvo que tomar la mano de Cornelia para ayudar a que ella pudiese seguirles el paso. Apenas consiguieron resguardarse detrás de una montaña de escombros, sin tener tiempo de pensar en una estrategia. Las explosiones comenzaron a acercarse, escuchándose cada vez con más frecuencia. Lelouch hizo un esfuerzo descomunal para centrar sus pensamientos en una posible estrategia, dándose cuenta de que la única manera de luchar era consiguiendo un Knightmare.

— ¡No podemos escondernos por siempre! —exclamó Cornelia, disgustada y quizá un poco indignada—. ¡Amano, dinos cómo derrotar a ese monstruo!

— ¡Vayan a buscar un Knightmare! —Respondió Zero en lugar de su amada, quien en ese momento se encontraba también pensando en un posible plan—. ¡Es la única manera!

—Sí... —dijo Nene en voz baja—. ¡Vayan a buscar la artillería pesada! Nosotros nos encararemos de distraer a Blastmon.

El grupo se separó en ese momento. Schniezel, Cornelia y Villetta echaron a correr hacia las ruinas que quedaban en pie sus alrededores. Nene y Lelouch actuaron entonces, mirando los cartuchos de sus armas a la par. Oggi y Diethard los imitaron.

—No son suficientes balas —dijo Zero—. Pero con los pocos recursos que tenemos, podemos encargarnos de asesinar a todos los compinches de ese sujeto. Una bala por cada uno.

—Dejemos a Blastmon a un lado por ahora —asintió Nene—. Sólo intntemos distraerlo, pero no gastemos balas en él. El Knightmare se encargará de llevarlo de vuelta al infierno.

El cuarteto asintió y finalmente salió del escondite. Ni bien se encontraron en campo abierto, Zero fue quien hizo el primer disparo. Después de todo, incluso en ese momento debía mantener su voto autoimpuesto: ser siempre el primero en moverse, pues nadie lo seguiría de no ser así. La bala que disparó consiguió impactar la cabeza de un IceDevimon distraído que inmediatamente estalló en Datos que se elevaron hacia ninguna parte, manteniéndose suspendidos en los aires. Nene hizo otro tanto, disparando tres veces consecutivas. El primer disparo impactó el ala derecha de un IceDevimon, destruyéndolo de igual manera al no poder resistir el impacto de un arma del Mundo Real. La segunda bala, sin embargo, se topó con una ráfaga de viento gélido que otro IceDevimon creó para proteger a sus compañeros. La bala congelada cayó al suelo, quedando totalmente inservible. Y la tercera, para desgracia del siniestro Digimon de color blanco, consiguió impactarse contra su pierna derecha. La criatura estalló en Datos igualmente, uniéndose a los otros que caían a manos de Oggi y Diethard.

Sorprendido y un tanto furioso, Blastmon decidió lanzar el contraataque. Dirigió sus manos hacia Lelouch con la intención de disparar hacia él los rayos de energía, quizá siendo plenamente consciente de que el chico moreno era el líder de la operación. Nene, sin embargo, consiguió darse cuenta justo a tiempo. Corrió hacia el chico para cubrirlo con su cuerpo, extendiendo ambos brazos hacia los lados mientras sus otros dos compañeros seguían disparando hacia los IceDevimon. Indignado, Lelouch intentó salir de su escondite. Nene se lo impidió con una mirada severa que él devolvió.

Nene de la RebeliónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora