Mientras iba manejando rumbo a su apartamento, Sasuke recibió una llamada de su tía Tsunade.
«¿Qué será lo que querrá ahora?», se preguntaba el chico mientras oía el teléfono. Cuando dejó de sonar, lo revisó y vio que tenía un mensaje de voz:
'¿En dónde estás a estas horas? ¿No se suponía que tú estabas a cargo del restaurante de Kakashi? ¿Y por qué no asististe a la cita que tenías programada? ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo, eh? Pasa mañana a verme a la oficina después de la universidad y no se te ocurra dejarme plantada, ¿quedó claro? Tienes muchas cosas que explicarme jovencito.'
Después de oír el mensaje, dio un gran suspiro. Sabía perfectamente la razón por la que su tía estaba tan enfadada, tarde o temprano tendría que decirle sobre su 'relación' con Sakura.
Al día siguiente, todos estaban reunidos en el techo de la escuela durante su descanso.
—¡No puede ser, ya es viernes y sigo castigado! —gritaba Naruto.
—¡Quieres callarte, tonto! —exclamó Kiba—. ¿Cómo es posible que aun castigado y estudiando con un tutor, no estés aprendiendo nada?
—En verdad eres un inútil, Naruto —dijo Ino, mientras Gaara los veía con cara de resignación.
—Chicos, cálmense —interrumpió Sakura—. Es cierto que si Naruto no está nosotros no podemos ensayar en grupo, pero no por eso vamos a dejar de practicar. Además, deberíamos esperar hasta que el período de exámenes termine, ¿no creen? Después de eso tendremos una semana antes de que las clases terminen y ese tiempo lo aprovecharemos para practicar, ¿de acuerdo?
Todos asintieron con la cabeza. En ese instante sonó el timbre indicando el final del período de descanso. Mientras bajaban las escaleras, Ino se acercó a Sakura.
—Oye, Sakura —dijo susurrando—. ¿Qué sucedió ayer con el chico témpano?
—¿Ayer? —preguntó extrañada Hinata al oírlas—. ¿Qué sucedió ayer?
Sakura se detuvo al igual que sus amigas y entre la pelirosa e Ino le explicaron a Hinata la situación ocurrida el día anterior.
—Entonces me dijo, 'no quiero que vuelvas a quedar con tus amigos para irte a casa, ¿quedó claro?' —dijo Sakura mientras imitaba a Sasuke, lo que ocasionó la risa de sus amigas—. ¿Quién se cree que es como para darme órdenes?
—Tienes razón Sakura, pero, ¿no crees que debes tratar de hacer lo que te pide? Después de todo él te prestó el dinero, ¿no?
—Pues sí, pero que ni crea que va a controlar mi vida a su antojo.
Después de clases, la banda se quedó a ensayar por casi dos horas, ya que Sakura había pedido permiso para entrar más tarde.
—¡Esa última canción ha estado fantástica! —exclamó Tenten mientras se dirigían a la salida—. Aunque aún no tenga letra.
—Te equivocas Tenten —respondió Sakura—. La canción ya tiene letra pero aún no la sé, te prometo aprenderla para la próxima vez que ensayemos, ¿vale?
Tenten asintió con la cabeza. —Definitivamente me he convertido en la fan número uno de su grupo, pero ¿cómo se llama la banda?
—La verdad, nunca hemos pensado un nombre para el grupo. Tal vez porque sólo tocamos por gusto —respondió Naruto—, aunque si tuviéramos que ponerle nombre a la banda, tendría que hacer referencia a algo oculto, prohibido o ilegal. Después de todo, tocamos sin permiso, ¿no creen?
Todos se rieron del comentario, de verdad nadie había pensado en ponerle nombre a su grupo porque no lo consideraban necesario.
Mientras tanto, Sasuke entraba a un edificio en el centro de Konoha, subió en el elevador hasta el último piso donde se encontraba una enorme oficina.
—Uchiha-san, su tía lo está esperando en su oficina —el pelinegro tocó la puerta, oyó un —adelante —, y entró.
—¡Por fin, el sobrino ingrato hace aparición! —exclamó sarcástica la rubia que se hallaba sentada tras un escritorio.
—También me da gusto verte tía, Tsunade —dijo fríamente el chico mientras se sentaba en una de las sillas.
—¿Se puede saber porqué faltaste el miércoles a tu cita con la hija del dueño de Industrias Yoshikawa? —preguntó Tsunade dejando notar su molestia en el rostro—. ¿Sabes lo difícil que fue convencer a la chica para que aceptara verte y luego tener que disculparme con ella y su padre?
—Yo no te lo pedí —respondió cortante el ojinegro.
Al oírlo, Tsunade se puso de pie y lo abofeteó. —¡No me hables así, Sasuke!
—¡Pues ya no intentes controlar mi vida! —gritó el chico mientras se levantaba de la silla—. ¡Estoy harto de todas esas citas a las que me has hecho asistir!
—¿Quién te crees? ¿No te das cuenta de que todo lo estoy haciendo por ti, por tu futuro? Necesitas una chica adecuada para ti y lo único que estoy haciendo es ayudarte a encontrarla.
—No, tía. Tú no estás buscando a una novia para mí. Lo que tú estás buscando es una chica a la que puedas manipular a tu antojo y lamento decírtelo, pero ya tengo novia.
—¿¡Qué!? ¿¡Cómo que ya tienes novia!? ¿Se puede saber desde cuando? ¿Y quién es ella? ¿A qué se dedica? ¿De qué familia proviene?
—Su nombre es Sakura y trabaja en el restaurante de mi tío Kakashi. Es mesera.
—¿Cómo que una mesera, Sasuke? ¿Estás loco? Seguro que sólo está buscando tu dinero, no debe ser más que una—
—Cuida tus palabras tía, Tsunade —interrumpió Sasuke, luego se dirigió hacia la puerta—. Ella no es de esas chicas, lo sé.
—Quiero conocerla. Llévala mañana a la casa y es una orden —sentenció la rubia mientras su sobrino dejaba la oficina.
Sakura había llegado al restaurante antes de que Sasuke lo hiciera. Ahora todas sus compañeras, al menos la mayoría, la veían con cierto desprecio. «¿Cómo pudo fijarse en alguien tan ordinaria? ¿qué le habrá visto? Realmente es increíble que ella salga con el sobrino del jefe»,eran los principales comentarios que hacían las demás al verla. Para todos había sido una sorpresa su relación con Sasuke.
Cuando el chico llegó, se topó de frente con la pelirosa que terminaba de recoger una mesa, todas las miradas de los empleados se enfocaron en ellos inmediatamente. Al sentirlo, Sasuke se acercó a Sakura y le dio un pequeño beso en la mejilla.
—Perdón por no ir a recogerte al colegio —le dijo tiernamente el pelinegro.
—Eh, no te preocupes, mis amigos me acompañaron hasta aquí —respondió nerviosa Sakura. Luego Sasuke, como de costumbre, se encerró en la oficina.
—¡Qué tierno! —exclamó Matsuri mientras se acercaba a Sakura—. Parecen una pareja de recién casados.
Sakura se había quedado bastante sorprendida por el gesto que había tenido el Uchiha con ella. La chica sabía que tendrían que fingir ser novios, pero nunca se imaginó que él iba a tener esas actitudes. «Supongo que eso es lo que hay que hacer», pensó mientras llevaba los platos a la cocina.
Al término del día, ambos se dirigieron al estacionamiento.
—¿No quedaste con tu amiga otra vez? —preguntó de manera cortante el pelinegro.
—¿Se te olvidó que ayer me ordenaste no quedar con ella otra vez? —respondió de igual manera Sakura—. ¿Acaso tienes lagunas mentales o algo así?
El camino al apartamento de Sakura estuvo marcado por ese silencio incómodo que se estaba haciendo costumbre entre ellos. Permanecer en silencio era algo casi insoportable para la pelirosa, pero no sabía de qué podía hablar con Sasuke.
«No es que quiera saber algo de él pero... ¡no tolero estar en silencio tanto tiempo!», pensó Sakura durante el trayecto. Finalmente llegaron a su destino.
—Gracias —dijo la chica mientras se bajaba del auto.
—Hmph, nos vemos mañana y no llegues tarde.
—Perdón pero... mañana no voy a ir a trabajar —dijo un poco tímida la ojiverde—. Desde que trabajo con tu tío, me ausento desde un fin de semana antes al período de exámenes y durante éstos, así que no iré a trabajar hasta el próximo sábado.
—Ya veo. ¿Y así piensas pagar tu deuda? —preguntó el chico para después poner en marcha el auto.
—Sip, definitivamente es un buen actor —dijo para sí misma la pelirosa al ver el auto alejarse.
Sakura se levantó temprano al día siguiente. Con todo lo sucedido el fin de semana pasado, no había tenido tiempo de hacer la limpieza de su apartamento, así que decidió aprovechar el día para hacerlo. Pasado el mediodía el lugar ya lucía 'habitable' otra vez, por lo que exhausta, se tumbó en el sofá para descansar. Sin embargo, a los pocos minutos recibió un mensaje de Naruto:
'Hola Sakura-chan, ¿ya revisaste la canción? Si tienes problemas con la letra no dudes en hablarme, ¿vale?'
«La canción... la había olvidado por completo»,pensó Sakura, luego se dirigió a su cuarto para buscar el CD con la pista de la nueva canción que Shikamaru le había grabado junto con la letra que Naruto había escrito. Se dirigió nuevamente a la pequeña sala y puso el disco en el reproductor. «Vamos a ver que tal sale...»,pensó mientras la música comenzaba a sonar.
I reached into the sky
Omoi wa todokanakute
Chiisaku sora ni kieta
Iro toridori no fuusen
I'm alone
Ikisaki no nai watashi no te wo
Sotto tsunaide kureta
Starless night
Kako no kage furikaeranai
Kanjitai anata no nukumori
En ese momento, Sasuke caminaba a través del corredor, donde se podía escuchar la voz de la chica. Al oír que la música provenía del apartamento de Sakura, se detuvo frente a la puerta.
Tears are falling down
Mayotte mo
Hanashi wa shinai
Tsunaida anata no te wo...
Sometimes we fall apart
Okubyou ni natte shimau kedo
Kitto hito wa...
[Olivia / Wish~Starless night / Starless night]
Sakura guardó silencio y bajó el volumen del reproductor al oír que tocaban la puerta. Cuando abrió, se quedó totalmente sorprendida.
—No deberías hacer tanto escándalo. Tu música se oye por todo el corredor —le dijo el chico a Sakura, quien estaba estática—. ¿Puedo pasar o te vas a quedar ahí parada? —preguntó con su típico tono de voz al ver a la chica parada en la puerta.
—Discúlpame —respondió Sakura haciéndose a un lado para dejarlo pasar. Luego lo dirigió hasta la sala, le dijo que tomara asiento y le ofreció algo de beber.
—¿Ese es el tipo de grupos que te gustan? —preguntó el chico al escuchar que la melodía seguía.
—Algo así... —respondió la pelirosa con normalidad. Entonces reaccionó, se dirigió al reproductor y lo apagó—. ¿Tú qué haces aquí?
—Vengo por ti —dijo el pelinegro. Luego volteó a verla, ella vestía una playera rosa de manga corta con unos jeans bastante desgastados—, pero primero cámbiate, necesitas dar una buena impresión.
—¿Una buena impresión? ¿A quién?
—No preguntes, sólo cámbiate. Tienes 15 minutos —sentenció Sasuke.
Al notar que el chico no le iba responder nada, dijo —Espera aquí entonces —luego fue a su habitación a tomar un baño.
Después de unos minutos, Sakura salió luciendo un vestido color azul cielo, unas sandalias en color blanco y adornando su cabello un listón azul a modo de diadema. Sasuke se quedó con la boca abierta al verla, aunque su expresión volvió a ser la misma en una fracción de segundo.
—Hmph... ya era hora —dijo el chico con desgano.
Mientras iban en el auto, Sakura rompió el silencio sepulcral que había entre ellos.
—¿Ya me vas a decir a dónde vamos? —preguntó la pelirosa.
—Iremos a ver a mi tía —respondió cortante Sasuke. Sakura no pudo ocultar su sorpresa—. Ella pidió conocerte.