- ¿Qué quieres? - espeté secamente.
- Te quiero a ti. - dijo sin más.
- ¿Has venido hasta aquí solo porque quieres follarme en ese baño en donde escasamente hay luz? - le pregunté. - Te equivocas si piensas que voy a acceder a esa propuesta tan baja.
- Nunca dije que quería follar. - frunció una ceja.
- Pues es para lo único que te intereso, ¿No es así? - aunque me dolió decirlo, sabía que era la verdad.
- Te equivocas. - negó, su voz era más ronca de lo habitual.
Me quedé en silencio por un momento, pero él no moduló palabra alguna, así que pensé que sería mejor marcharme para así estar con mi novio Harry, como debe ser.
- Me voy ya. - di un paso adelante pero él me sostuvo del brazo. - ¿Qué pasa, Liam? - pregunté resignada.
- Lamento lo de esta tarde, se que estuvo mal lo que hice. - dijo y continuó. - ¿Te he lastimado? - añadió.
- ¿Lastimado? - fruncí el ceño.
- Sí, digo, cuando estoy... caliente no me controlo, ¿te he hecho daño?
- No.
Asintió, pero no me soltó. Parecía que tenía algo que decirme pero las palabras no le salían. Tal vez estaba pasado de copas pero seguía siendo el hombre más candente que vi jamás.
- Te pondré diez en el examen, diré que fue un error de mi parte, ¿Vale? Se que lo prometí y debo cumplir con esa promesa. - acarició mi mejilla suavemente.
Su tacto produjo sensaciones inconfundibles en mi interior. Sentía que estaba volando y no quería aterrizar.
- Supongo que es lo justo. - susurré. -
¿Has venido con tu novia?
- No, estoy con unos amigos, hace mucho tiempo no veníamos a esa discoteca.
- ¿Viniste solo? Digo, aparte de tus amigos.
- Sí.
Entonces a mi cabeza llegó la idea de que tal vez él estaba pensando en conseguirse a una chica aquí mismo en la discoteca. Así funcionan los hombres, lo tengo completamente claro.
- Volveré con Harry. - declaré en voz baja.
- Espera. - me aproximó a su cuerpo pasando su mano izquierda por mi cintura, y me besó suavemente.
No me negué. Le seguí el beso desesperadamente, sus labios tenían cierto efecto en mí el cual no me dejaba actuar de la forma en la que quisiera. Era desesperante no poder hacer nada por evitarlo, simplemente mi cuerpo no reaccionaba.
- Estoy tan celoso. - susurró en mis labios y siguió besándome apasionadamente. Su mano acariciaba mi brazo y la otra se mantenía en mi cintura. La apretó lentamente. Tenía que apartarme.
- Li-liam... - me aparté, de lo contrario no hubiese parado más adelante. - Debo volver con Harry. - sentí sus dos fuertes manos agarrarme por los brazos.
- Te veo mañana. - habló, e intentó besarme, pero me negué. Ya fue suficiente. - Bien.- frunció los labios, asintiendo, y miró hacia el suelo.
Me volteé, y justo vi a la chica castaña que venía junto con Louis el chico con el que Harry se había encontrado minutos atrás. Tragué saliva. Lo había visto todo.
La chica me miró con la expresión un poco confundida, su ceño estaba fruncido. Obviamente sabía que yo era la novia de Harry.
- No es lo que piensas. - esas palabras salieron de mi boca antes de que pudiese controlarlas.
Me sentí estúpida porque exactamente eso dicen en las telenovelas cuando un personaje está engañando a su pareja y alguien lo descubre.
Liam se mantuvo en silencio ya que seguramente se dio cuenta de que esa chica era la compañera de Louis.
- Yo no vi nada. - alzó las manos. - Yo no vi nada. - repitió, y pasó por mi lado y entró al baño de mujeres.
- Maldita sea. - suspiré profundamente antes de caminar de vuelta a la barra en donde estaba mi novio. Obviamente no tenía nada más de que hablar con Liam y tampoco me iba arriesgar a que esa chica nos viera nuevamente.
Caminé lento hacia Harry y cuando llegué me paré a su lado, él sonrió y pasó su mano por mi cintura mientras platicaba con Louis, parecían muy interesados en aquel tema.
Minutos después la chica volvió y me miró de reojo antes de posicionarse al lado de Louis. Según entendí era su amiga y se llamaba Ray, estudiaban juntos en la universidad y también compartían departamento.
- Bueno, creo que es hora de marcharnos. - declaró Harry, parándose de la silla.
- Fue un gusto hablar con ustedes. - Louis sonrió antes de chocar la mano con a de Harry y darme un beso en la mejilla.
- Hasta pronto Ray. - Harry se despidió y yo hice lo mismo con cierto nerviosismo.
Miré hacia el lugar en donde estaba Justin y le vi observándome. Me sonroje en ese instante y quise caminar hacia él para despedirme como debe ser, pero obviamente no pude. Parecía un niño chiquito ahí sentado sin hacer nada, parecía que no les prestaba atención a sus amigos.
Harry tomó mi mano, y salimos de la discoteca en cuestión de segundos. Condujo hacia mi casa mientras escuchábamos música electrónica y hablábamos sobre diferentes cosas.
Cuando llegamos aparcó el coche a un lado de las grandes escaleras que conducen a la puerta principal.
- Me gustó pasar tiempo contigo. - susurré, quitándome el cinturón de seguridad.
- A mi me gusto más. - sonrió mostrando aquellos hoyuelos tan hermosos y se inclinó hacia mí para besarme. Sus manos sostuvieron mi cara para profundizar el beso. Envolví mis brazos alrededor de su cuello, acariciándolo lentamente. - Buenas noches cielo. - me dio el último y corto beso y se alejó con una sonrisa.
Le sonreí de igual manera y me bajé del coche. Subí las escaleras, abrí la puerta de mi casa y entré. Cerré la puerta y me apoyé en ella mientras mis manos se pasaban por mi cabeza pensando en si lo mejor era decirle a Harry la verdad, o ponerle punto final a mi relación o como se le pueda llamar a lo que tengo con Liam.