Capítulo 16

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-¿Sigues molesta por lo de esta mañana? -preguntó irritado. -Era lo justo.

Me volteé para mirarlo. - En realidad no quiero qué me toques. -declaré.

Frunció el ceño. -¿Estás segura de eso? -preguntó incrédulo.

-Muy segura. -confirmé. -La verdad es qué el único hombre que quiero que me toque es Harry, Mi novio.

Su mandíbula se tensó, y su mirada fue a otro lugar. -Vale. -asintió y caminó hacia el escritorio.

Suspiré profundo y lo miré, mientras revisaba su maletín, en busca de algo.

-¿Y porqué no tragues bragas? -preguntó de repente con voz gruesa, parecía dolido.

Su mirada estaba fija en mí, causándome sensaciones incontrolables.

-Mi nana...-suspiré. -Cuando mi nana fue a buscarme para avisar que habías llegado, yo...Estaba desnuda. Así qué, me levanté de la cama y busqué mi vestido, me lo puse y salí para atenderla, y ella me trajo aquí casi obligada, impidiéndome regresar por las bragas.

Asintió, se veía desilusionado.

¿Acaso pensó qué lo había hecho para provocarlo?

-Siéntate, te haré un pequeño examen. -declaró seriamente.

Asentí y caminé hacía la silla, me senté y lo miré.

-Responde las preguntas que vienen aquí, en esta hoja. -dijo, entregándome la hoja. -Tienes cinco minutos.

-¿Solo eso? -le pregunté sorprendida.

-Al contrario, es mucho tiempo para unas preguntas tan fáciles. -me fulminó con la mirada. -¿O no prestaste atención a nada de lo qué dije?

Lo miré por un momento.

-D-Digamos que sí. -contesté nerviosa.

-Digamos que sí. -me imitó. -¿Entonces para qué quieres que te dé clases si no vas a aprender nada? Me preocupa estar perdiendo mi tiempo con alguien que solo piensa en estupideces durante la clase.

-No tengo la culpa de que no seas paciente. -contesté. -¿Se te olvida que dijiste qué tendré buenas calificaciones? -alcé una ceja.

-¿Qué? -exclamó.

-Cuando me follaste y me sacaste de tu casa como a una perra, me dijiste qué tendría buenas calificaciones. -me levanté.
-¿Eso quiere decir que no piensas estudiar? -preguntó irónico.

-Eso quiere decir qué tendré buenas calificaciones este mes. -me acerqué y le di un rápido beso en la mejilla. -Usted es un buen profesor. -di un paso atrás con la intención de alejarme de él.

Él me agarró del brazo rápidamente. -Me estás chantajeando. -no fue una pregunta, fue una afirmación.

Le miré a los ojos por uno momento, Ojos qué mostraban furia. Miré su nariz y su boca. Esos labios... Profesor Payne. Tan besables y provocativos.

<Bésalo> Gritaba mi subconsciente.

-Tómalo cómo quieras. -susurré, aun deseando sus labios.

-¿Sabes algo? -me acercó más a él. -Empiezo a creer que todo lo planeaste desde un principio. Seducirme, llevarme a la cama y al final chantajearme.

-En realidad no. -miré su barba, Oh, cómo quisiera besársela. -No quería chantajearte.

-Soy un profesor con principios, no lo olvides. -susurró. -Y aunque algunos de mis principios se fueron al carajo, no pienso permitir que hagas esto.

-¿Y qué vas a hacer? -lo miré desafiante. -Demostrarme lo hombre qué eres, seguro. Oh, se me olvida, eres tan hombre pero tan hombre que ni siquiera eres capaz de follarte a una chica hasta tener un orgasmo.

Su ceño se frunció, y su mano apretó con más fuerza mi brazo. Me quejé.

-Lo hice porqué te lo merecías. -contestó iracundo. -¿Eso es lo que te tiene así? -preguntó.

-No. -fruncí los hombros. -Me dio igual. Porqué, en cuanto llegué a casa, mi novio Harry me hizo el amor. -confesé. - Se me olvidó decirte que, en eso no lo superas en conocimientos.

Se quedó mirándome.

Definitivamente estaba que ardía de la rabia. Le di en donde más le duele.

-No te digo lo qué te mereces por qué no quiero perder más tiempo. -declaró, soltándome el brazo y alejándose.

¿Qué era lo que me merecía? Sus palabras me dejaron con la intriga.

-¿Otra follada incompleta? -pregunté burlona.

No tenía idea de el porqué seguía desafiándolo.

Paró de caminar en seco, y me miró, respiraba pesado.

-¿Acaso no piensas dejarlo? -preguntó entre dientes.

Sonreí.
Miré el reloj. Ya era hora de que las 'Clases' Terminaran.

-Ya es hora de que se vaya. -declaré rápidamente.

Él caminó hacía el escritorio y guardó las cosas que le pertenecían.

Todo estaba en silencio.

-Ah, Señorita Walter. -comenzó a decir. -El sábado no podré venir, avísele a sus padres. -caminó hacía la puerta y abrió. - Es el cumpleaños de mi novia. -informó, antes de cerrarla.

¿Su novia?

Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora