Capítulo 40

1.9K 55 2
                                    

- Algún día van terminar descubriéndonos. - le susurré al oído, subiéndome los pantalones nuevamente.

- Es una lastima que puedas perder tu empleo como profesor. - se bajó del escritorio y se subió las bragas.

- ¿Qué es lo que te pasa,? - sujeté su brazo fuertemente. No se estaba comportando cómo debía. Sus cambios repentinos no me gustaban para nada. - Háblame claro.

Me miró rápidamente mientras se cerraba los botones de su camisa con la mano libre. El hecho de que no tuviese sujetador también me irritaba.

- A mi no me pasa absolutamente nada. El que debería preocuparse eres tú. - suspiró. - No quiero alarmarte pero esta vez no sentí lo mismo que antes.

- ¿Cómo? - espeté. Mi sangre comenzaba a hervir. Eso no podía ser cierto, estaba seguro de que lo había disfrutado. No podía decirme eso. Simplemente no podía. Nunca nadie me lo había dicho en mi vida ¿ahora ella me lo decía? No, tenía que estar de broma. - Repítelo ______ - apreté su brazo con más fuerza.

Se soltó de mi agarré, se inclinó para acomodarse bien las medias y volvió a subir para esta vez mirarme fijamente a los ojos. - Liam, espero que no te ofendas pero... No es lo mismo. No sé si ya no te gusto como antes o la tienes aún dormida. ¿Hay posibilidades de que la polla se vuelva chiquita? Tu que eres profesor debes saberlo.

Me quedé mirándola a los ojos, mis labios se entreabrieron pero no podía modular alguna palabra coherente. Simplemente me había ofendido de la peor manera posible. En donde más me dolía. Maldita sea. ¿Qué era lo que estaba pensando?

- Espero que arregles ese problemita. - pasó por mi lado.

- ¡______! - sujeté nuevamente su brazo, haciéndola volver hacia mí. No saldría del aula hasta retractarse. Oh, joder... estaba seguro de que nadie en la vida le había dado el placer que yo le había brindado. - No bromees. Te estás pasando, ______. Este tipo de bromas no me agradan para nada. Así que... dilo. Di que sólo bromeas y querías jugarme una mala pasada.
Resopló.

- Me dio asquito cuando sentí tu lengua ahí abajo. - declaró pausadamente. - Ahora si me permites, debo irme. - intentó soltarse, pero no lo permití.

- ¡¿Qué coño estás diciendo?! estás llegando demasiado lejos y te juro que no voy a permitir...-

- ¡Profesor Payne! - un llamado me interrumpió. Estaban tocando a la puerta. Era la voz de una de las profesoras de la institución.

- Vaya a atender, profesor Liam - sonrió antes de caminar hacia la salida. Abrió la puerta y se encontró con Claire. Le sonrió y desapareció de mi vista en cuando salió del aula.
Respiré pesadamente.

- ¿Qué hacia _______ Walker aquí? - preguntó, acercándose.

- Me... - suspiré pesado, tratando de calmarme, pero la ira estaba invadiendo mi cuerpo y pronto iba a estallar. - Me estaba pidiendo un plazo para presentar su examen. - contesté.
Se quedó mirándome.

- No puede dárselo, profesor. Ya dimos suficiente plazo a los estudiantes. - declaró.
Asentí.

- ¿Tiene tiempo libre? Necesito hablar con usted.

- Por supuesto.

+++

- ¿Cómo va su relación?

- preguntó la madre de Sophia, mientras cenábamos. A nuestro alrededor había aproximadamente veinte personas, todas tenían sus miradas puestas en nosotros.

Sophia me miró, algo que solo significaba una cosa: Yo tenía la palabra.

- Bien... no podríamos estar mejor. Me siento muy bien con Sophia, seguro y contento. Creo que Sophia está de acuerdo conmigo... nuestra relación está en su mejor época.

- Así es - Sophia sonrió. Levantó la mano y acarició mi cabello lentamente mientras sonreía de oreja a oreja. - Liam es el amor de mi vida. - añadió.

Tomé mi copa de vino y me la llevé a la boca para dar un pequeño sorbo.

- ¿Hay planes de boda? - preguntó Marilyn, la madre de Sophia.
Tosí.

- No queremos apresurarnos. - contesté.

- Pero cariño, ya llevan más de cuatro años. Creo que es hora de dar el gran paso. Se que Sophia estaría encantada de ser tu esposa. - miró a su hija con una sonrisa la cuál ella correspondió para luego mirarme.
Me límite a asentir.

- No le hagas caso amor, no quiero que te sientas presionado - me susurró Sophia.

Seguí comiendo sin darle importancia a las conversaciones que se llevaban a cabo a nuestro alrededor. En mi mente solo había una cosa: ______ y sus estúpidas palabras ofensivas.

¿En realidad había sentido 'asco'? ¿En realidad ya no sentía el mismo placer de antes? Joder, eso no podía ser cierto. ¿Cómo podía cambiar de opinión de un día para otro? Estaba tan enojado. Quería tenerla frente a frente y demostrarle lo mucho que la hacía sentir con sólo un roce.

O tal vez ya no quería.
¡Mierda!

Me levanté de la mesa, evitando darle un puñetazo a ésta. Caminé rápido, alejándome de la gente. Volteé por un corredor y me dirigí al baño.

En cuanto cerré la puerta, saqué mi teléfono móvil y busqué el número de ______ entre mi lista de contactos.

Coloqué el teléfono en mi oído y esperé mientras me miraba al espejo. La llamada entró pero nadie atendía.
Seguí insistiendo.

- ¡Contesta, joder! - dije irritado.

- Profesor Payne - su voz atendió. - ¿A que se debe su llamada?

- ¿En donde estás, ______? - pregunté, ignorando su pregunta.

- En mi casa - contestó lo más de tranquila.

- Necesito hablar contigo.

- Tendrá que ser en otro momento, ahora estoy tomando un refrescante baño de espuma. - susurró. - Llámame más tarde o mañana.

- ¿______? - exclamé.

Silencio.

¡Había cortado la puta llamada!

- Mierda - miré el teléfono. - ¡Mierda, ______! - solté enojado.

Me quedé paralizado por un momento. Mi respiración volviéndose pesada y los puños de mis manos apretándose.

______ me conocería. Ahora si lo haría.

- Liam! ¿Estás bien? - escuché unos toquecitos en la puerta acompañados por la voz de Sophia. - Abre la puerta cielo, ¿Qué pasa?

Tomé un suspiró profundo antes de abrir la puerta y encontrarme con mi novia quién parecía estar preocupada.

- Amor, ¿Qué pasa? - se acercó y colocó sus manos en mi rostro. Sus ojos observándome detalladamente. - ¿Quieres que nos vayamos?
Negué.

- No quiero arruinarte la noche, tampoco a tu madre. - espeté.

- Pero no quiero que estés incómodo. Puedo comprender que hayas tenido un mal día, no voy a juzgarte. Además con venir aquí ya has hecho mucho. Te agradezco ese detalle.
Suspiré.

- Hagámoslo aquí, ahora mismo. - dije de un momento a otro, estaba desesperado.

______ me iba a conocer enfadado y comenzaría a hacerlo ahora mismo.




Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora