Capítulo 19

3.2K 84 10
                                    

Me dio una mirada profunda, así cómo si estuviese asimilando cada una de mis palabras. 

-¿Estás de broma? -habló al fin. 

Fruncí una ceja. -No, ¿Qué te hace pensar eso? -pregunté. 

Tomó respiración profunda y cerró los ojos por un momento. 

-Vuelve a hacer lo que estabas haciendo. -ordenó duramente, Tanto así que me impresioné. 

-No. -dije pausadamente. 

Abrió los ojos, mostraba furia. 

- ¿Acaso no te gustó? -preguntó, con la mandíbula tensa. 

Me sorprendí con su pregunta. ¿Gustarme? Oh, sí. Me gustó y mucho. 

- Me voy, Liam. - giré en mis talones. 

La mano de Liam me agarró del brazo, haciéndome voltear para verle. Le miré de arriba abajo, su amigo seguía afuera. Miré su rostro, su mandíbula tensa, sus cejas fruncidas y ojos oscuros. 

- Estás jugando con fuego. -advirtió. - El que juega con fuego, siempre se quema. 

Entonces me quemo contigo. 

- Vale, me asusté. - asentí. -¿Ya puedo irme? - pregunté. 

- Este juego me está cansando. 

- Tú fuiste el qué lo creó. -contesté. 

-¡Pero por qué te lo merecías! - alegó, apretando mi brazo con más fuerza. 

Oh por dios… ¿Por qué razón se me hacía tan sexy cuando estaba enojado? 

- Y tú te merecías esto. -declaré. 

-¿Qué me dejaras en medio de una mamada? -frunció una ceja. - Créeme que nadie merece algo así. 

-Entonces eres nadie. -reí sin gracia. 

-Ya deja de jugar, Maldita sea. -exclamó. 

Guié mi mano libre hacía su rostro. Acaricie su mejilla, y bajé a sus labios. 

-Me gustas mucho. -susurré. 
Rodeó los ojos.

Se veía resignado y agobiado a la vez. 

-¿Por qué haces esto? -preguntó confundido. 

-Ya te lo dije. -repetí. - Lo hice porque te lo merecías. - espeté. 

-¿Sabes que te mereces ahora? - pasó su mano libre por mi cintura, atrayéndome hacía su cuerpo, de tal manera en la que pude sentir su dureza clavada en mí. 

Gemí. 

Lo sentí acercarse a mi oído. Su barba rozaba mi piel, haciéndome sentir una presión en mi vientre. 

-¿Quieres saber qué es lo que te mereces? -susurró, con voz ronca. 

Cerré los ojos, y mordí mi labio inferior. 

-Tal vez. -susurré, con un hilo de voz. 

-Estar atada en mi cama, sin oportunidad de escapar. Dándome la libertad de hacerte lo que me plazca. - su mano bajó a mi trasero y lo apretó con fuerza. -¿Quieres que te diga las cosas que te haría? -mordió el lóbulo de mi oreja. 

- Ay, Justin. -solté un gemido ahogado.

-Desearía que hubieses terminado lo que comenzaste. -besó mi cuello. - Pero cómo sé qué no lo harás… Tendré que pedirte qué te vayas. -se alejó de mí. 

Abrí los ojos, y lo miré sorprendida. Otro calentón sin frutos. 

-Pues me iré. -dije molesta. -Y asegúrate de guardarte bien esa cosa que tienes afuera. -señalé su miembro y me giré. 

Caminé hacía la puerta, abrí y lo miré por ultima vez. 

-Esta cosa, como tu le dices… Te encanta, ¿No es así? -espetó, mientras se lo acomodaba dentro del bóxer. 

Abrí mis ojos como platos. 

Liam hablaba tan sucio cuando estaba excitado, Era irreconocible. 

-Sí, me encanta. -exclamé, antes de salir y tirar la puerta. - Maldita sea. -maldije, mientras caminaba de vuelta al aula. 

Esta situación se me estaba saliendo de las manos. Liam me atraía demasiado, no lo puedo negar. Pero no me sentía en capacidad de controlar nuestra relación o lo que tuviéramos. 

Tenía que hacer algo.

Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora