Capítulo 27

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- ¿Tienes que irte? -pregunté pasmada ante lo que acababa de escuchar.
Se subió la cremallera del pantalón y me miró a los ojos.

-No quiero que Sophia sospeche. -se acercó, y colocó sus manos en mis brazos. -Lo siento si parezco despiadado o malo, solo qué no quiero tener problemas. -se inclinó para darme un beso pero me volteé a tiempo.

-¿Por qué no le pediste a ella que te hiciera una mamada? -le reclamé. Esto realmente me molestaba. Solo había venido a mi casa para satisfacerse y sentir placer.

-No quiero discutir. -giró el pomo de la puerta y abrió. -Te veo mañana en clase. -cerró.

Si pensaba que las cosas serían así de fáciles conmigo se estaba equivocando. No jugaría de esa manera tan apestosa conmigo. ¿Cómo pude ceder después de todo lo que ha pasado? Soy una estúpida. Eso soy. Y no dejaré que siga jugando conmigo.

Regresé a la cama y chateé un rato más con mi novio Harry. Me propuso ir a una discoteca para pasar un buen rato y divertirnos, hace mucho tiempo no salíamos así que me pareció bien. Estaría con Harry unas horas e intentaría olvidarme de Liam.

Harry me recogió puntualmente. Le dije a mi nana que le dijera a mis padres que llegaría después de las dos de la mañana, normalmente hasta esa hora duraban las salidas nocturnas con Harry. Lo mejor de todo esto era que estaría sola con Harry, sin sus amigos quienes siempre estropean todo. Estaba segura de que íbamos a divertirnos. Eso era lo importante.

-¿Te gusta este lugar? -preguntó Harry una vez entramos a la discoteca llamada Milenio.

-Sí. -contesté y entrelacé nuestros dedos.

Me sonrió mostrando esos hermosos hoyuelos que hacen derretir a cualquiera, y caminamos hacía la barra.

-¿Qué desean? -preguntó el bartender.
-Un Whisky. -ordenó Harry y luego me miró.

-Cerveza, Una cerveza para mí. -hablé en voz alta, la música me taladraba en los oídos.

-Estás hermosa. -habló Harry coqueto.

-Tu igual. -Le sonreí, y acaricié sus rulos.

-Aquí tienen. -el Bartender nos entregó el pedido.

-Gracias. -sonreí, él asintió.

-¿Cómo te fue en el examen? -preguntó mientras bebía de su whisky.

-Bien. -sonreí fingida. No quería que supiera que había sacado tan baja calificación.

-Mañana es el mío. -informó con cierto fastidio.

-¿Has estudiado? -pregunté.
-No. -contestó serenamente.
Harry siempre ha sido así, despreocupado.

-¿Sabes? Mañana es el cumpleaños de mi madre, quisiera que asistieras. Vendrá casi toda mi familia. -dije mirándole directamente a los ojos.

-¿A que hora?

-A las siete.

- Allá estaré. -pasó su mano por mi mejilla delicadamente.
Sonreí. -¿Bailamos esta canción? -preguntó, tomándome de la mano, Asentí y me dirigí con el hacia el centro. Había muchas personas a nuestro alrededor. Todas bailando animadas con sus parejas. Todos estaban disfrutando de la noche. Yo también lo hacía.

Harry rodeó mi cintura con sus manos, mientras yo coloqué mis manos en sus hombros. Comenzamos a movernos lentamente, al ritmo de la canción, era lenta. Miraba a Harry directamente a los ojos, él también lo hacía conmigo, tenía una sonrisa en su rostro, pero sin mostrar los dientes.

Comencé a sentirme culpable por haberlo engañado con Liam. Me sentía como la mujer más sucia del mundo. Lo había juzgado y dejado por el supuesto enredo que tuvo con la castaña con la que lo vi besándose una tarde afuera de su casa. Harry me había dicho que ella lo había besado cuando él estaba desprevenido, No le creí. Pero lo único que tenía claro era de qué yo si lo había engañado a él, no solo con Liam si no también con Zayn, el amigo de Liam. Eso me hacía sentir profundamente mal, porque yo jamás lo había engañado y ahora todo cambió, lo engañé bastantes veces. Me estaba convirtiendo en una cualquiera.

Sonreí cuando la canción terminó. Abracé a Harry y volvimos a la barra. Él volvió a rodear mi cintura con sus grandes manos y me atrajo a su cuerpo. Me sonrió y se inclinó para besarme. Sus labios eran suaves. Correspondí a su beso, y él poco a poco fue volviendo el beso apasionado y violento. Sus manos bajaron a mi trasero y apretaron suavemente, entonces supe que era hora de separarnos.

Me alejé de él y sonreí tímidamente. Él le hizo una seña al bartender y este se acercó. Bajé la mirada y metí la mano a mi bolso, buscando mi teléfono celular, mientras lo hacía me di cuenta de que alguien me estaba mirando. Levanté la vista y busqué entre la gente, hasta encontrar a unos ojos que bien pude reconocer: Liam, mí querido profesor.

Tenía la mandíbula tensa, y en su mano sostenía una copa de Whisky. Llevaba ropa informal, se veía bastante sexy de esa manera, su cabello estaba despeinado, y estaba acompañado por otros hombres. Amigos, supuse.

Quité mi mirada de la suya y me volteé rápidamente, dándole la espalda, él estaba en las mesas del frente, aquellas tenían un largo sillón y una pequeña mesa. Miré las uñas de mis dedos, mientras sentía dragones volando por mi estómago.

-¿Quieres otra cerveza? -preguntó Harry en voz alta. Él no sabía sobre la presencia de Liam en la discoteca.
-No. -negué e intenté sonreír.
Me había desconcentrado por completo. ¿Qué hace en este lugar? ¿Por qué vino al mismo sitio al que yo iba a venir? ¿Por qué la vida es así? Intento olvidarme por unas horas de él y ahora resulta que está en el mismo lugar en el que estoy.

-¿Pasa algo? -preguntó Harry, acariciando mi brazo.

Lo miré inmediatamente y negué, luchaba por mantenerme tranquila. Frunció el ceño y me abrazó.

Correspondí a su abrazo. Lo apreté con fuerza y escuché que rió. Amaba que estuviese tranquilo y cariñoso, pocas veces lo era.

-¿Quieres que vayamos a otro lugar? -preguntó cerca de mi oído.

-Sí. -contesté rápido.

-Bien. -dejó de abrazarme y le hizo otra seña al bartender.

No miré a Liam. Solo quería irme de ese lugar. Irme y seguir disfrutando de la noche junto con Harry. Sin pensar en él, sin pensar en los problemas.

Harry me tomó de la mano, y dio un paso adelante, tropezando con alguien. Harry levantó la mirada y lo observó antes de hablar.

-¡Louis! -exclamó animado.

-¡Harry! -el chico también se veía animado.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Harry.

Aquel chico venía con una chica castaña, quién también los observaba mientras platicaban.

-.... ¿Quieren un trago? -preguntó Harry.

Ellos asintieron con una sonrisa y entonces supe que los planes de marcharnos se habían esfumado para Harry. Suspiré cansada y me hice a la idea de qué nos quedaríamos un tiempo más. Harry pasó su mano por mi cintura mientras platicaba con Louis y su acompañante. Apoyé mi cabeza en el hombro de Harry por un largo momento y luego decidí que iría al baño. Sentía la mirada de Liam clavada en mí, eso no me dejaba vivir.

-Iré al baño. -susurré en el oído de Harry, él asintió y me soltó.

Me dirigí al baño, y una vez estuve ahí me miré al espejo. Tenía ganas de echarme agua encima pero el maquillaje se me estropearía. Me quedé por unos minutos ahí, mirándome al espejo sin poner atención a mí reflejo, solo pensaba en que quería marcharme, en que no podía estar más ahí, no mientras Liam lo estuviera, quería tener un tiempo con mi novio, sin pensar en todas las cosas que habían pasado con Liam.

Suspiré, y abrí la puerta, sobresaltándome al instante en el que vi a Liam parado al frente, con su copa de Whisky en mano y los labios rojos y mojados.

¿Qué es lo que quiere?

***



Seduciendo a mi profesor - Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora